Pérdida definitiva del norte.

El pastelito se llama "Sueños de chocolate" y lo venden en una cadena de pastelerías alemanas. El bebé negro, "estáparacomérselo", es el gracioso hijo de una pareja de empleados de la filial en Namibia de la cadena.

No quiero debatir ahora sobre el uso de niños en publicidad: soy contrario en principio.

El anuncio en Alemania, si tenemos que creer a la prensa, ha levantado una ola de indignación: acusaciones de racismo, de pedofilia, insultos a las empleadas de la cadena pastelera, llamadas telefónicas airadas... 

Curioso. Es curioso que niños blancos haciendo de persona anuncio estén plenamente aceptados. Pero se ve que la dignidad del niño negro está por encima de la del niño blanco y utilizar negritos es racismo, blanquitos no.

Una lástima. Quería creer que subnormales profundos de ese calibre sólo abundábamos en tanta proporción en España; veo que no: que Alemania también aporta su contingente de imbéciles. E imbécilas, que no me acusen de sexismo.

Moraleja: racismo es lo que yo considere que es racismo.

Conclusión personal: si racismo es lo que cada cual considere que es racismo, considero racismo que los bebés negritos no puedan salir en los anuncios sin que los racistas xenófobos protesten.  

Fuente: NOTICIAS 24 HORAS.

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Vamos a suponer que yo fuese un extraterrestre llegado a la Tierra. Supongamos que mi especie es hermafrodita, no existe separación de sexos. Supongamos que esta condición hace que me llame mucho la atención la definida (muy definida como ahora veremos) separación de sexos de la especie humana. Sigamos suponiendo que creo que lo mejor para comprender las diferencias entre sexos es ver la publicidad televisiva consumida masivamente por los humanos. 

Este es el informe que pasé a mis superiores:

En dos semanas tengo un diagnóstico muy claro: el sexo conocido como "mujer" de la especie humana, tiene serias dificultades para contener la orina. Es evidente: una porción de la parrilla televisiva va dedicado a este tema. Deben ir meándose por ahí, por calles, bares, oficinas... Pobrecillas.

Pero esto no es todo, qué vaaa. Si van sueltas por delante, que la trampilla se les abre sin querer, para  mayor desgracia, van cerradas por detrás: les resulta imposible cagar si no toman fibras, yogures, pastillas, aguas minerales... Y esta circunstancia, claro, les hace ser muy antipáticas hasta que toman barritas de no sé qué, cagan y se vuelven tratables. Creo que se dedica aún más espacio televisivo a las incagables que a las meonas. 

Vaya cruz de seres me está saliendo. Evolutivamente debieran estar muertas: o deshidratadas de tanto mearse o reventadas de no cagar.

No hemos acabado: les pica el coño a toda hora, no hablo de sexo. Tienen que estar con cremas, geles... aliviándose tal ardor. Fuego en la entrepierna, insisto: no sexual.

Ya sabemos que lo que les da por delante les rebota por detrás: para compensar este picor permanente les salen almorranas por el culo un día sí, un día también. Debe ser que la naturaleza es sabia y mientras se rascan el culo olvidan el picor del coño.

Como vemos, la mujer es un ser esencialmente escatológico, su vida gira alrededor de efluvios, picores y ansias relativas siempre a su entrepierna. Pero, paradójicamente, cuando parece que peor debieran estar es cuando más felices, dinámicas y enérgicas se hallan: cuando les viene la regla. Sí, sé que resulta increíble mi informe, pero lo he visto con mis propios ojos en la televisión. Cuando están una semana sangrando por el coño, esta alteración debe ejercer sobre ellas como una potente droga: hacen coreografías muchas mujeres juntas por la calle como en películas musicales, practican deportes extremos como tirarse en paracaídas, muestran una alegría y un ansia de vivir que estoy seguro que es cuando más atractivas se encuentran para el macho humano, a tal punto llegan que ya casi ni saben andar y van por la calle haciendo cabriolas. 

Apunte 1: durante esta semana parece que ya ni se vayan meando, ni no puedan cagar, ni les pique el coño, ni les moleste la perenne almorrana; es "la semana de la felicidad", sin duda. 

Apunte 2: la regla les provoca una alteración perceptiva cromática: ven la sangre de la regla azul, no roja, así lo muestran todos los anuncios.

Apunte 3: como no podía ser de otra manera, este estado sensorial les provoca una creatividad desmedida: son capaces de coregrafiar bailes de los cuales no tienen ni idea fuera del periodo. Muestra:

Fuera ya de lo escatológico, que parece ser la mayor preocupación en la vida de la mujer, nos encontramos con que muestran una neurosis muy acusada por la limpieza del hogar y de las prendas de vestir. Igualmente usan cremas y miles de potingues caros, sin ninguna certeza científica de que sirvan para algo, con el objetivo de estar más guapas, más radiantes y mantenerse eternamente jóvenes. Esto último puedo confirmar que es fiasco: envejecen como cualquier ser.

Existe un difuso colectivo llamado "las feministas" que dice luchar por la dignidad de la mujer y no muestra protestas visibles por este cuadro real que he pintado, que deja a la mujer a la altura de una mierda y además una mierda tonta. Este colectivo de "las feministas", del cual se desconoce que alguien haya elegido en votación ninguna y aún así se arrogan la representación de "la mujer" en general, muestra muy airadas protestas y hace retirar anuncios en los cuales interactúen hombres y mujeres y la mujer no esté en una posición de absoluta superioridad, ya intelectual, ya física, ya estratégica, ya sexual, ya moral. También retiran anuncios donde la mujer pueda parecer que es presentada como objeto sexual para un público masculino. A esta actitud le llaman "luchar por la igualdad", pero, paradójicamente, no dicen que la igualdad consista en que los hombres se vayan meando, no caguen, les pique la polla y el culo y monten bailes regionales y juegos florales una semana al mes.

Apunte 1: que se presente a las mujeres como meonas e incagables que hagan la subnormal con bailecitos cuando más jodidas están, no atenta contra su dignidad.

Apunte 2: que se las presente interactuando con hombres atenta contra su dignidad, siempre que el hombre no esté en un plano de inferioridad.

Apunte 3: sospecho que estas tías están locas y camuflan de "luchar por la igualdad" un odio hacia los hombres que el 90% de las mujeres de la especie no siente.

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Moraleja: sexismo es lo que a mí me interese que sea sexismo.

Conclusión: como no soy mujer no tengo derecho a hablar sobre qué es sexismo y qué no. Ni siquiera puedo decir que es puro y descarado sexismo este juzgar y distinguir por sexos, no por valía de la persona, por capacidad o por bondad.

Definitivamente hemos perdido el norte. Ya hace tiempo que lo perdimos.

Me voy para unos días, tengo otra misión. Compartan los juguetes y no riñan.