lunes, 2 de junio de 2014

No consigo responder en mi propio blog.

Si ya sabía yo que con la irrupción de los perroflautas estos de Podemos nos iban a joder. Oye, que deben haber "comunizado" mi blog o algo, que no puedo responder ni registrado, ni como anónimo ni como nada. Caos y desorden es lo que traen estos jipis, llevan la marca de la Bestia grabada en sus sucias coletas.
Bueno, y bromas aparte, en serio que no consigo responder en mi propio blog a los comentarios y estaba padeciendo de ver que no os contestaba y esto no se arreglaba.
Lo primero: me alegra ver que estáis bien, que se os ve como siempre.
Respecto al tema de las contestaciones de la entrada anterior, el perroflautismo ilustrado, contesto.
¡Pues claro que algunos habréis votado a Podemos!, tantos millones de votos han de salir de algún sitio, con eso ya contaba.
Y el caso es que entiendo perfectamente que en el podrido panorama político español Podemos pueda despertar ilusiones. O más bien esperanza, que es lo último que podemos perder y necesitamos tenerla. En ese aspecto, como revulsivo de la podedumbre, Podemos me parece que ha hecho algo positivo, además de asustar a a los establecidos títeres de la Banca, que ven que el nuevo aspirante a chupar del bote entra con fuerza e igual les quita cacho.
Por supuesto que se me puede hacer la crítica fácil: ¿Y qué quieres, Desclasadín, que sigan los otros, que nada se mueva? Por supuesto que no, que no quiero eso; es, sencillamente, que me huelo esperanzas rotas en 3,2,1...
Que hay que dejarles trabajar y juzgar después (lo de "trabajar"era un eufemismo, no se preocupen los perroflautas), por supuesto. Pero entonces, ¿por qué tengo tanto recelo con Podemos y les estoy aguando la esperanza festiva, la sensación de que la ciudadanía ha despertado y de las fuentes manará miel y todo eso cuando el pueblo tome el poder?
El primer factor es prejuicio: los conozco. Conozco que este tipo de gente es pura pose. Y esa pose, ese teñirlo todo de "solidario", esconde un egoísmo atroz. Lo de dime de qué presumes y te diré de qué careces lo escribió alguien, avant la lettre, pensando en la perroflautada.
El segundo factor ya no es prejuicioso, es analítico: no tienen una puta propuesta en la que hablen de esfuerzo, de trabajo, de dejarse de payasadas zapateristas. Bien al contrario, todo viene a ser un "nos han de dar cosas por la cara". Esta gente cree que tienen derecho a ser mantenidos por haber nacido. Completan el cuadro cuatro clichés más sin ninguna hondura de pensamiento, consignas fáciles para mentes sencillas, logseras, tipo "mucha pulisía poka dibersión" y todo eso.
Pero... el viejo cascarrabias en el que me estoy convirtiendo se puede equivocar. Además, me están saliendo pelos en las orejas, ¿pueden creerlo? ¿Por qué coño me tienen que salir unos putos pelos en las orejas que jamás he tenido? ¿Es para estar cabreado o no es para estarlo? Pero sí, me puedo equivocar. Y lo veremos más pronto que tarde si estoy equivocado. Mi apuesta es que se venden al Sistema a la velocidad del rayo. ¿Y por qué digo eso? Porque los conozco, porque trabajo con varios de ellos, porque me tiene hasta los huevos su neocristianismo 2.0 con una pasada superficial por Marx, de ayudar a los pobrecitos y ser muy solidario para acabar pillando para ellos a la mínimas oportunidad.
Estos le van a salir muy baratos al Sistema. Al tiempo.
Y lo que más me duele es prever que toda esta esperanza rota que habrá representado la perroflautada puede acabar bastante mal. El nihilismo generalizado puede ser el mejor de los males, porque ir un paso más allá: el fascismo como tabla de salvación, ya sabemos como acaba.
Pero hoy estemos alegres que el borracho putero se ha abierto. Según me cuentan por wasap fue de la siguiente forma:
- Majestad, diga "Ártico"
- Ábdico
- ¡Lo ha dicho, lo ha dicho! 
Bueno, a ver cuándo me pongo y miro qué puñetas le pasa al blog. Un fuerte abrazo y de nuevo me alegro mucho de veros a todos bien.
Pd: sigo teniendo clase, ya respondo a los comentarios haciendo entradas nada menos. Perroflautas a mí...