viernes, 30 de marzo de 2012

Y él no se da cuenta.

Pese al título, no es una entrada de lucha de sexos, de lo insensibles que somos los hombres y toda esa mierda; es una entrada seria. Sigan leyendo sabiendo lo que hay. Si quieren.
Tras superar mi complejo de culpa por no secundar huelgas que van a capitalizar los marisqueros, voy a la manifestación contra la reforma laboral.
Si quieren les cuento por qué no hay que ir jamás con los marisqueros; es fácil: ¿irían ustedes a luchar contra los nazis de la mano de los franquistas? No. Eso no podría ser. Pues, por las mismas, no se puede ir a luchar contra el sistema de la mano de los que viven del sistema, llámense ugt-ccoo, feministas, o cazadores de subvenciones variados (y variadas, por supuesto).
Vale, pues, por lo menos, voy a manifestarme, a que se oiga mi voz y tal y cual.
Pues ya me estoy manifestando. Bandera al hombro, andando entre la masa, uno más entre miles. Mi amada que está emocionada, que se lía por ahí a hablar con otras marujas progres que cada vez que es su día, la mierda de huelguita general de cada año, sueñan con que la revolusión está más cerca. Rollitos de pequeñoburguesas con culpas cristianas sublimadas en progresistas. Si lo sabré yo... Las damas de la caridad de la Iglesia llevaban un rollo muy similar. La Historia es lo que tiene: todo ya ha pasado. La Historia no es ciencia, es letras, de acuerdo, pero todo está ahí. La Historia no es más que un archivo.
Así que me quedo solo. Solo entre cientos de personas. Y no hay mala música para estar solo, andando, bandera al hombro, entre cientos, miles de personas. Una fragoneta va, con megafonía, a paso lento delante de mí (y de cientos más)   vomitando música.  Ando solo, berreando "Comandante Che Guevara".
Ando solo, bandera al hombro. Solo entre miles de personas. Y entonces, andando, lo veo. Va justo delante de mí, cosas de esos autos de choque que son las manifestaciones; ahora estas aquí, en la marea, ahora estás allá. Va delante de mí, y ahora berreo, berreamos, "Bandiera Rossa" de los Bassoti, eso vomita la megafonía de la fragoneta:
A él, delante de mí, sólo se le ha ocurrido que llevar una bandera, a modo de capa, con la hoz y el martillo. Su espalda, ancha, la cubre una bandera roja con la hoz y el martillo en amarillo. Su puta madre, pienso. Capto, intuyo, que tras de mí hay unas amigas anarquistas. Y una mierda capto-intuyo: las vi antes al verme solo y pensar que en caso de querer hablar, pues ahí estaban ellas. Pues quiero hablar. Y me doy la vuelta, poniendo cara de pillo. Y me agacho (yo soy alto y ellas bajitas), me agacho para tener complicidad; que me vean a su altura, hablarles de cerca. Y les señalo la espalda del notas, del tipo con la bandera con la hoz y el martillo cubriendo su espalda a modo de capa. Y se lo digo: "Ojo, que ahí hay un chequista, que si detectan que sois anarquistas (que somos anarquistas) nos meten en el gulag". Risas. Jiji-Jaja, y que si siguen con su rollo. Vamos, que les importa una mierda lo que les digo. Encima son feas.
Estoy solo. Bandera al hombro. La fragoneta vomita "Esquirol" de Skp, o como se escriba el grupo).
Vale. Estoy solo. Hay miles de personas y estoy solo: nadie se da puta cuenta de que hay un tipo envuelto en una bandera que, que, que nos fusilaría a todos. Vale.  Pues a mamarla. Me voy hacia adelante. Adelanto al comunista. Es grande, espalda ancha, piernas anchas, cintura ancha. Llego casi a su altura: barba negra atisbo en su perfil, barba cerrada. "Qué asco", pienso. Le meto con el hombro, como sin querer, como avanzando. Se gira. Es un crío. Es un crío, es un crío, es un puto crío, joder. Es un puto crío y tiene la mirada limpia, la sonrisa afable. Es un puto crío y hace gesto de "no pasa nada, buen rollo" ante mi empujón para pasar. Mi empujón malintencionado. Un crío que se ha dejado barba, que la tiene negra, que de espaldas es grandote, pero que tiene piel de crío, mirada de crío ilusionada, actitud de crío y aura de buen rollo; puedo captar su aura. Y yo soy un hijo de puta maleado en mil batallas. Demasiado maleado, quizás. 
Ante su sonrisa de disculpa porque yo le he golpeado (manda cojones), su mirada limpia, su veinteañeridad, y su piel de la cara sin marcas de haber vivido, le pongo la mano, rápida, sin apenas contacto, en su hombro, y le digo, sonriendo,: "Nada".
Todo esto ha discurrido en menos de dos segundos.
Y conozco esa mirada. Limpia, de creer en algo. Hay miles de fotos de niños nazis, de la Alemania nazi, con esa misma mirada. 
¿Y quién coño soy yo para decirle a nadie lo que es mentira, lo que es una estafa, lo que no es más que un trabajar, en nombre de un ideal, para intereses que no son los tuyos? 
Una vez, no hace tampoco tantos años, yo tuve esa misma mirada limpia, convencida, creyendo en mierdas que no eran más que intereses que me sobrepasaban y yo no era más que un mero títere en esos intereses, carne de cañón sacrificable. Pero, afortunadamente, "Nosotros, los de entonces, ya no somos los de ahora".
No sé si somos mejores o peores, pero sé que no nos manipulan tanto. Creo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

"Evasión o victoria", la historia real.

Culpable por haber dejado el blog a media persiana, ¿qué es ser humano sino una eterna contradicción? (y ser humana ni te cuento...), creo que tengo una buena historia para contar. Pues la cuento.
No me gusta el fútbol. No tengo nada contra el deporte; no me gusta el fútbol como espectáculo de consumo de masas. No soy gay, de momento. Soy un tío macho: cuando pasa una pelota por delante de mí, pese a no ser hombre-hombre: vasko o argentino, siento un irrefrenable impulso de pegarle un patadón, un cabezazo, un qué sé yo, un encalarla. Soy un hombre, es indudable, paso la prueba del algodón. Este partido lo vamos a ganar y tal.
Me gusta el cine. No soy gay, de momento. Soy un tío macho: películas de tiros, de puñetazos, nada de mariconadas lacrimógenas de amor, cine iraní (o checoslovaco de entreguerras: nivel de mosesualidad 7,5 sobre 10, o "nouvelle vague francesa": nivel de mosesualidad incurable), ni historias "muy humanas".
Me gusta el cine y, pese a no gustarme el fútbol espectáculo, considero a "Evasión o victoria" ("Victory") una muy buena película.
Huston es mucho Huston.
La película es sobradamente conocida: durante la II Guerra Mundial, un grupo de prisioneros aliados crea un equipo de fútbol. Los nazis, en ese estúpido empeño que llevaban de la superioridad racial - aún me estoy descojonando de cuando el negrata Owens les metió un repaso corriendo a los muy arios alemanes en las olimpiadas de Berlín de 1936; ¿a quién se le ocurre competir contra un negro corriendo, coño?, si esos están asalvajados, todo el día corriendo tras las gacelas o escapando de los leones, que lo vimos en las pelis de Tarzán-, pues decía que los nazis se empeñan en derrotar a lo grande, con un equipo ario, al equipo de futbolistas aliados.
No destapo nada, el título ya lo dice, si cuento que los futbolistas aliados planean escapar durante el partido, contando con la ayuda de la mitificada Resistencia Francesa (del gobierno colaboracionista francés parece que no se acuerda nadie y de las cientos de miles de francesas preñadas de soldaditos alemanes, no contra su voluntad, parece que tampoco nos acordamos).
Trepidante, emocionantísima, con el negro Pelé emulando a Owens, demostrando que un brasileño, negro, sambero, le da mil toreos con una pelota en los pies a un ario cuadriculado.
No hace ninguna falta que les guste el fútbol para disfrutarla. Coño, si es que hasta cae bien el garrulo de Estalón, en su papel de portero. Hale, canten La Marsellesa con el público, que es uno de los himnos más bellos del mundo
Huston es mucho Huston.
Pero Jolibud nos mintió, colegas.
La historia real que inspiró a Huston, desconozco si hay novela previa, es, digamos, "ligeramente diferente".
Exaltados, si vieron el vídeo, contagiados de felicidad victoriosa, les advierto que en esta historia real no habrá final feliz. Es lo que tienen las historias reales. Pero para fastidio de mi amigo David, habrá épica. No soy quien para negar la épica, cuando la "hayla".
En la II Guerra Mundial los que más perdieron fueron los rojos. Fueron los que más carne en el asador pusieron. Ya sé que es terrible hablar de perdidas humanas como "carne en el asador", me salió así, y si lo llego a decir de los judíos, otros que también se llevaron hasta en el carnet, quizás me cae una denuncia por el símil.
No sólo fueron los rojos los que más perdidas humanas tuvieron; es que además, en un mundo polarizado, pareció que la guerra la ganaron los oportunistas gringos, siempre dejando a Europa desangrarse para llegar ellos a rematar mascando chicle, cuando ya los contendientes están agotados. Es de muy valientes dejar caer dos bombas atómicas sobre un país vencido, al que sólo su honor, su orgullo de casta, le impide decir "me rindo". Es de muy canallas, pero esa es otra historia, no nos desviemos.
El llamado "Partido de la muerte" lo protagonizaron los rojos, no los aliados occidentales. Y el nombre ya nos da una orientación de lo que vamos a ver.
Los nazis tampoco fueron tan malos como nos han contado. Vae victis, que dijo aquel. Con el tema judío empezaron haciendo lo que todos: expulsarlos. Se planeó incluso crearles una especie de patria prisión en Madagascar, intento abortado al no controlar los mares para poder llevarlos hasta allí. Judíos, jesuitas, templarios... Cualquier grupo social organizado, solidarios entre ellos y con afán técnico y cultural, acabará teniendo un papel prominente en la sociedad. Y el resto de la sociedad, celosa, no tardará en darles boleto de salida. O lo que es peor: matarile, y de eso saben templarios y judíos (los cabrones de los jesuitas se escapan siempre). No hay más misterio, no vamos a hacer un antisemitismo de pacotilla.
En su progresivo enloquecimiento los nazis pasaron de darles a los judíos boleto de salida, a darles matarile en uno de los episodios más ignominiosos de la historia.
En el momento en el que nos encontramos el ejército nazi ya ha invadido Ucrania. Ya enloquecidos, los nazis aún no se han encontrado con los problemas que posteriormente tuvieron y dan muerte a los judíos a pie de fosa. Tiro en la nuca y al hoyo. Posteriormente tuvieron que hacer frente a problemas psicológicos graves de los soldados verdugos, e incluso la locura culpable de algún alto mando. ¿Qué coño de guerra es, qué puto honor hay en matar judíos desnudos, indefensos, a pie de hoyo? Los soldados verdugos se rebelaron, acusaron un fuerte desgaste psicológico, lo que demuestra que no todos eran psicópatas, y el delirado mando nazi varió las tácticas e inventó los gaseamientos.
Pero en la época en la que nos encontramos, 1941, aún no se han topado con esa brizna de humanidad en los verdugos, y la fosa en las afueras de Kiev, capital de Ucrania, se llama Babi Yar. (Maia, no leas ese enlace, coño). Y aquí en Babi Yar es donde acabará esta historia.
Los nazis administran Ucrania siguiendo sus particulares métodos. Han creado entre los países satelizados una especie de liguilla de fútbol no oficial, siempre con sus rollos del deporte y todo eso. El exportero del equipo de fútbol Dinamo de Kiev, Trusevych, anda buscando trabajo en la ocupada y difícil Kiev. En la primavera del 42 encuentra trabajo en una panadería estatal regentada por Kordic, un fanático del Dinamo de Kiev, un júligan. Kordic es de origen alemán y tiene ciertos privilegios. Anima a Trusevych a buscar a sus excompañeros futbolistas y formar equipo de nuevo. Estamos hablando de futbolistas profesionales. Trusevych halla a los compañeros y nace el F.C. Start.
El Start comete un error: jugar al fútbol y ganar a todos sus contendientes, apalizarlos, restregarlos por el fango:
FechaOponenteResultado (FC Start en negrita)
21 de junioGuarnición húngara6-2
5 de julioGuarnición rumana11-0
12 de julioEquipo trabajadores del ferrocarril militar9-1
17 de julioPGS (Alemania)6-0
19 de julioMSG.Wal (Hungría)5-1
21 de julioMSG.Wal (Hungría)3-2
6 de agostoFlakelf (Alemania)5-3

El último equipo, el Flakelf, es el de la Luftwaffe alemana, la aviación.
El mando nazi empieza a pensar que las victorias del Start pueden galvanizar la resistencia ucraniana, subir su orgullo, y decide tomar cartas en el asunto. El Flakelf (¡joder, cómo cuesta escribir estos nombres ucranianos y germanos!) pide revancha. Esta se fija para el 9 de agosto. De arbitro un oficial de las SS; bien, que no se diga que no hay imparcialidad. No hace falta aclarar que son las SS, aunque desconozcan que quieren decir las siglas, ya saben por las películas que son malos remalos. Ya algunas fuentes "anónimas" empieza a advertir al Start que ganar el partido no es buen naipe. Los ucranianos se pasan por el forro de los cojones estas amables, y no equivocadas, advertencias y deciden jugar como siempre.
El estadio a rebosar. Los jugadores alemanes hacen el saludo nazi antes del partido. Los ucranianos también, para gran desencanto de sus seguidores. Pero, de repente, en la posición de saludo nazi, cierran el puño, lo golpean contra su pecho y gritan: "¡Viva la cultura física!", un eslogan soviético, y el estadio empieza a venirse abajo (o arriba, según se mire) ya antes de empezar el partido.
Empieza el partido. El arbitro debe ser tuerto: no ve las constantes faltas de los alemanes y ve de más en los ucranianos. La primera hostia gorda parece que se la lleva el portero, nuestro ya conocido Trusevych, un patadón en la chola que lo deja desmayado, momento en el cual los alemanes marcan el primer tanto. No mucho más tarde va y a un ucraniano se le rompe la pierna sola, también es mala suerte, y el equipo queda con 10 jugadores, en aquella época no hay sustituciones.
El Start decide no rendirse y sorteando patadas consigue empatar. Tensión, mucha en el estadio. Antes de la media parte el Start marca el segundo. 2-1 ganan los buenos. El estadio que se sale.
En el descanso, el general alemán, superintendente de Kiev, Ebherdartdt (¿no se podría llamar Martínez?), les echa un discurso. La transcripción que tengo del discurso es la siguiente:
Bravo, habéis practicado un juego excelente y a todos nos ha gustado mucho. Pero ocurre que ahora, durante el segundo tiempo, tenéis que perder. ¡Debéis hacerlo! El equipo de la Luftwaffe no ha perdido jamás, sobre todo en territorios ocupados. ¡Es una orden! Si no perdéis, seréis ejecutados.
No se puede acusar al Martínez este teutón de no hablar claro.
¿Decidieron algo los ucranianos o les salió de natural? No lo sé, pero el caso es que como el Martínez hablaba alemán, quizás no le entendieron, vaya usted a saber, y los ucranianos salen a ganar. Salen a suicidarse.
En la segunda parte la atmósfera se puede cortar con un cuchillo en el estadio. Las hostias, como panes, van que vuelan y siempre se las llevan los de la estepa. Cada equipo marca dos goles, lo que sigue dejando al Start triunfante por 5-3. El final del partido se acerca. Los ucranianos saben que están muertos, deben saberlo, no se entiende, de no ser así, la increíble vacilada final: el defensa Klimenko toma la pelota, sortea a todos los alemanes que le salen al paso, cruza el campo, el portero alemán se ha adelantado, viéndose solo, para atajarle, Klimenko regatea igualmente al portero y queda solo ante la portería. Y entonces lo hace: se da la vuelta lentamente, deja a su espalda la vacía portería, y da un puntapié burlón al balón lanzándolo hacía el medio del campo, perdona un gol a la raza chuperió.
El arbitro de las SS, ciego de ira, pita el final del partido faltando tiempo para este. 
Y esta vez el estadio se viene literalmente abajo: se tiran al campo, la masa arrolla a los guardias que, temerosos de un linchamiento, disparan al aire para tratar de detenerla.
Tres jugadores ucranianos van a tener suerte: en la confusión conseguirán escapar y sobrevivirán a la guerra, entrarán en la leyenda.
Pocos días más tarde el capitán y guardameta Trusevych, de rodillas frente a la fosa de Babi Yar, recibirá un tiro en la nuca. Ese balón no pudo pararlo. Antes de morir cuentan que le dio tiempo a gritar: "¡El deporte rojo jamás morirá!". Le acompañan otros 4 ó 5 jugadores más, según versiones. Ellos también entraron en la leyenda: hay una estatua de ellos frente al estadio Dinamo de Kiev. Pero es mejor entrar en la leyenda muriendo de viejo, luce más, dónde va a a parar.
 No me pidan que les ponga nombre a las caras, que les diga quién es Trusevych; no tengo ni puta idea, dudo incluso de que sea el Start de la leyenda.

Fuentes: una historia como está tiene múltiples versiones. A mí me la ha descubierto el gabacho Laurent Binet en el excelente ensayo novelado HHhH. Según palabras del gabacho: "Existe un increíble número de versiones de ese legendario partido de la muerte". De entre todas las versiones, él escogió esta como la más verosímil. Yo, sin tiempo ni medios para investigar, y sabiendo que los soviéticos en plan propaganda, cuando no directamente mentiras, no se quedaban mancos, me fío del gabacho y les he contado la misma versión. Pero si van a la Wikipedia buscando "partido de la muerte", se encontrarán ya otra versión diferente.
Qué más da, es una buena historia y es indudable que ganaron el partido, que 3 consiguieron escapar y que al resto le dieron matarile.


lunes, 26 de marzo de 2012

Dejao el blog a media persiana.

Se me acumulan las tareas, apenas paro en casa, tengo la chola llena de cosas, no puedo visitar los blogs amigos, no puedo blogochatear, y he empezado a sospechar que mamá no me quiso. (¡Mamá!, ¿por qué quisiste más a mi hermana?)
Desclasadín de pequeño. Ante el desamor de su madre se hizo terrorista. Siempre hay una historia detrás de estas cosas, nunca son por casualidad.
Total, que voy a dejar esto a media persiana, no me dan las fuerzas para llevarlo y empieza a agobiarme la sensación de culpa de no encargarme de mantenerlo, de no responder a sus comentarios, de no participar en sus blogs, de etc.
Y ustedes pensarán: "¿Y a mí qué mierdas me importa, payaso? Al blog se viene ya llorao".
Va, tengamos la fiesta en paz, no hagan que me cague en su xxxxxx xxxxxx xxxxx.
Pues eso: cuando tenga ratos o me desatasque de trabajo, ya me paso por aquí. ¡Qué coño!: me pasaré cuando quiera, que esta es mi casa.
Besos, abrazos, tocamientos furtivos, etc.

lunes, 19 de marzo de 2012

Crónicas del fin de España: Eurovegas.

"Amamos a España porque no nos gusta", dijo el Primo de Rivera, pero es que aún no había visto hasta dónde puede llegar a no gustar España.
Esto está agotado, la crisis ética nos ha llevado a la económica, España ya no es más que una puta vieja, desdentada, que arrastra sus andrajos vendiéndose al peor macarra que le pague.
Observamos impávidos como los políticos se colocan, tras ser expulsados por las urnas, en multinacionales e instituciones. Si esto no es un pago por servicios recibidos, yo estoy loco. La lista es interminable, la última de la que me enteré es Elena Salgado y su fichaje por Endesa, donde Aznar es consultor. A la momia reciclada de La Vega le ha montado el banquero Botín una oenegé feminista caritativa: "Mujeres por África". Y nos falta la tarada de la Bibi en la ONU, pagado por usted y por mí. ¿Cómo era eso de que si gobiernan las mujeres el mundo será mejor? Pues se comportan tal cual los malos hombres, no veo la diferencia. Zaplana, Aznar, Zapatero, Rato...la lista es interminable y no se puede entender que una empresa que está para ganar dinero, fiche a quien hizo un desastre de gestión en un gobierno. O sí, demasiado se entiende.
Atrapados en una espiral descendente, la crisis ética nos llevó a la económica y esta nos sumerge aún más en un lodazal ético, la solución económica sólo puede venir por crear tejido productivo. El empresariado que tenemos en España es, salvo digas excepciones, de tres tipos: 1) "Concesionario": concesión de la luz, gas, agua, telefonía, inspección de vehículos, de ascensores, de "servicios sindicales", etc, fuertemente ligado al favor político. 2) "Especulador": la banca y sus satélites, sobra más desarrollo, igualmente ligadísimo al poder político. 3) "Intermediario": manda cojones que la denostada figura clásica del intermediario, el que alza los precios para ganar dinero, sea de lo más honrado que nos queda en este páramo ético; mercadonas, etc, en este caso no hacen tampoco malas componendas con el poder político.
En ninguno de los tres casos tenemos un empresariado que cree riqueza, en los casos 2 y 3 especulan, en el caso 1 directamente ponen el cazo.
Esta es la mierda de empresariado que tenemos, vuelvo a apuntar lo de "salvo las dignas excepciones", incomprensible de no estar fuertemente imbricado en la casta política-sindical.
Esta casta política ha empeñado el país para beneficio de sus compadres los empresarios de la especulación. El pueblo no le ha ido a la zaga y, aunque si bien el responsable último de que se despeñe el rebaño es el pastor, se apuntó a la orgía consumista a crédito, al aparentar y no ser, al pedir un préstamo para ponerse tetas, irse de viaje, la comunión del chiquillo, o el adosado de tropecientos metros cuadrados que ni puta falta le hacía a la cajera de supermercado y el paleta de la construcción.
Una mierda de empresariado, una mierda de obreraje y dirigiendo ideológicamente el coro, una mierda de casta política.
En este tablero financiero las cosas están así: debemos hasta la goma de las bragas.
Pero habría salidas, los españoles no carecemos de nervio a pesar de que vivimos acomplejados desde hace un par de siglos. Habría salidas tomando medidas muy drásticas, no carentes de mucho dolor; dolor para el obrero en el cual las últimas medidas rajoyanas no iban a destacar mucho; dolor, mucho dolor para empresariado y casta política sindical, que debieran acabar en la cárcel. (Satanás, aparta de mí mente el verbo "fusilar").
Crear tejido productivo, cerrar fronteras a las competencias desleales de países sin derechos laborales, cerrar fronteras a los productos de todo empresario que deslocalice, expropiar bancos usureros y estafadores, expropiar el patrimonio de toda la casta política que se haya hecho más rico tras su paso por la poltrona que cuando llegó, abandonar una comunidad económica europea que nos quiere de camareros y chachas, tomar las riendas de la soberanía, dar ejemplo al mundo, pagar la deuda -renegociada a la baja- con lo expropiado, partir de tabla rasa fiando en nuestro esfuerzo, devaluar la moneda propia para hacerla competitiva exportando, crear I+D, pasándose por el forro a las multinacionales, que nos permita evitar la excesiva dependencia de un petróleo que nos costaría muy caro con la moneda devaluada, producir sólo el cereal necesario para el consumo interno y sembrar los páramos de vegetales productores de aceites pesados...
Pero para eso haría falta unos gobernantes valientes y desinteresados que amasen el país. Y eso está muy lejos de llegar, ojalá me equivoque, y de momento nos arrastramos emputecidos, indignos y humillados, perdida la honra y "el enterismo", que dicen los sevillanos.
¿Y qué nos propone la casta política?
El caso es especialmente gracioso por cuanto el hecho diferencial catalán del señor Mas se destapa igual de abyecto que las pretensiones de la pérfida mesetaria Aguirre: si somos putas, seámoslo sin complejos: tirémonos de los pelos para que se construya en mi taifa una réplica de esa a su vez réplica de Sodoma y Gomorra que son Las Vegas.
Las Vegas en Madrid o Barcelona, esa es la gran apuesta de Mas y Aguirre.
No, la broma no admite la reminiscencia a Mr. Marshall; aquello fue algo ingenuo, una carta a los reyes comparado con la total degradación ética de estos dos pájaros.
El asunto es sencillo, tienen amplia información por la prensa, copio de "El País":
Las exigencias de limbo legal y fiscal que el promotor plantea para poner en marcha su proyecto suponen aplicar a nuestro país la consideración de la más abyecta república bananera. Pero los responsables políticos de Madrid y Barcelona las escucharon con impavidez sin proceder a rechazarlas indignados como hubiera correspondido. Antes por el contrario, se presentaron ante la prensa para señalar la necesidad de que se implicaran los tres niveles de la Administración —local, autonómica y central— en aras de hacerlas posibles. El asombro crece al comprobar que tanto en el registro del Congreso de los Diputados como en el de la Asamblea de Madrid ha sido imposible encontrar pregunta alguna al respecto. Mientras, en el Parlament de Cataluña pudo escucharse el 21 de febrero al president de la Generalitat, Artur Mas, lamentando la desventaja momentánea de su Comunidad respecto a la de Madrid para acoger el macroproyecto de Eurovegas y asegurando que su Govern haría cuanto fuera posible para equilibrar esa situación. Artur Mas supo que en una ocasión de esta gravedad no le faltaría el apoyo de la sin par Alicia Sánchez Camacho, presidenta del Partido Popular de Cataluña.

Aquí pueden leer más respecto a la bajada de pantalones del catalán del seny y la condesa de rancio abolengo:
http://politica.elpais.com/politica/2012/02/27/actualidad/1330372212_290537.html
Aún cuando todo esto no fuese más que una cortina de humo, otra maniobra más de distracción, es inevitable la nausea. Camareros, camellos, limpiadoras y putas, quizá con algo de suerte crupier si no los traen de fuera, ese es el futuro por el cual pelean sus gobernantes, nuestros gobernantes; condiciones laborales bananeras, trabajar por la comida, humillarse ante el hortera paleto que viene a jugarse los sobrantes. 
Y ayer ya follé, primum vivere deinde philosophari, esto no es mala leche de mal follado, me pongo así porque creo que me tengo que poner. 
Que nos están convirtiendo en la peor mierda, joder, y aquí como quien oye llover.
Menos mal que el PP nos salvará: EL PP COLOCA A LA FAMILIA.

Diferentes percepciones según la carga seminal de los huevos.

Toda la semana fuera de casa y sin follar. Y la primavera estallando por esos campos de España. El aire cargado de un yo qué sé qué sé yo, que como que me dan ganas de vivir. Tengo unas ganas de pegar un polvo que te cagas. Pero ganas ganas, eh, nada de tonterías. Que me estallan los huevos, joder, que tengo mucho amor para dar. Encima, como acabo mis jornadas laborales durmiendo por ahí, estresado, no me pajeo. No alivio la tensión amorosa que me oprime el alma y el corazón (léase la polla y los huevos). Joder, llevo un calentón de la hostia, viene viento de Levante y viene lleno de ímpetus levantiscos. Que quiero follar, mecagoenlaputa.
Una compañera de trabajo, a la que llamaremos "Susana", es una tía muy maja. Varias veces la he visto en reuniones a nivel intercentros. Sincera, buena gente, amable. Nada más que eso he visto en ella. Hasta ahora.
Voy viajando por los campos de España. Y paso justo por su ciudad, la de Susana. Pues que la llamo, que si le apetece que almorcemos, que estoy por aquí. Sin compromiso, si le viene bien, que no lo haga por cumplir. Que claro que le viene bien, que qué alegría, que dónde. Que me diga ella, que yo no conozco esto, que donde a ella le venga bien. Pues que en tal sitio, pero que si no me aclaro, pues que en tal otro sitio referente me espera. Que yo que no; que sé buscar sitios. Pues que en tal cafetería.
Juro, rejuro y requeterejuro que no la llamé con ninguna intención oculta consciente. Sencillamente pensé que ya que estaba por allí, y como hacía tiempo que no nos veíamos... Desconozco las intenciones ocultas subconscientes, no me conozco tanto.
Una cafetería de una ciudad de provincias. Una cafetería en el casco viejo enfrente de un convento medieval amurallado. Qué tal estás, qué tal estás tú, pues vaya conspiraciones se llevan en el trabajo, pues sí, vaya mierda; más se preocupan de conspirar por el poder, que de tirar p'alante esto. 
Habla. Ella habla. Y yo me pregunto cómo no me di cuenta estos años atrás de las pecas en su nariz, de sus mechones rubios, cayendo como descuidados sobre su frente, de sus ojos grandes de idealista, de su desparpajo que esconde, fijo, inseguridad. Habla, y yo la miro poniendo cara afable-neutra. Habla y, haciendo como que atiendo, miro que lleva una especie de blusa malla negra, ceñida, bajo una chaqueta vaquera, y esa blusa ceñida delata unas tetas medianas y, supongo que a su pesar, una barriguita encantadora para juntarla con la mía (eso pienso).
Joder, que me ha puesto cachondísimo, que jamás la vi desde esta dimensión.
Susana es una tía elegante; acabado el almuerzo, que pagó ella: "Cuando vaya a tu ciudad, pagas tú", me ha despedido dándome dos besazos, con abrazo, en una ciudad de provincias donde las fuerzas vivas la saludaban (y yo percibía que los que no saludaban la miraban de reojo).
¿Cómo nunca me fijé antes en esas pecas? Cosas de no llevar los huevos tan cargados de amor.
Conduzco de nuevo por la estepa castellana. Me río de mí mismo. Me van a explotar los huevos, pienso. Miro a las tías como objetos sexuales, pienso.
Y pensando que me van a explotar los huevos de tanto amor, va y me viene a la mente esta canción y ya no me la quito de encima, no paro de canturrearla, en todo lo que resta de la vuelta a casa:
A veces, muchas, me doy asco a mí mismo. ¿Ha notado ella algo, sentía como yo? Enigmas históricos que, probablemente, jamás se resolverán.

sábado, 10 de marzo de 2012

¡Compañeros, abandonad toda esperanza: llega el MPP!

Veamos un escenario clásico, algo millones de veces repetido. 
Usted, un macho como Dios manda, junto a su pareja mujer, se van a un evento. Llámese boda, cena de no sé qué, o presentación de mi última novela: "La emboscada de los templarios y las templarias y su puta madre en el Valle del ahorcado y la ahorcada".
Si usted no ha pasado por lo siguiente, usted no vive en este planeta: está tan tranquilo esperando los "5 minutitos y me arreglo" de su mujer, repasando el Ulises de Joyce, tan bien ahí en el sillón, cuando aparece su mujer vestida de manera un tanto indescriptible. Lo sabe, sabe la pregunta, ha sido mil veces formulada, sabe lo que ella va a decir:
- ¿Estoy bien así?
Seguida de sus múltiples complementos: "o me hace muy gorda, o se me ve muy blanca que aún no fui a la playa, o voy muy descarada, o no me pega con los zapatos".

Antaño, cuando las relaciones heterosexuales no estaban trufadas de condicionantes legales, usted era lícito que respondiese entre un abanico de opciones:
- Cariño, pareces una barra de choped. Sí, eso. Precisamente de la marca "Espetec". Justo el otro día  que compré una me ha venido a la memoria..
- ¿Gorda? No por Dios, tú es que eres de huesos anchos... Jijiji.
- ¿Qué si estás bien? Ven aquí que ese vestido no llega al evento sin mancillar. - Esto léase con voz muy lujuriosa.
- Gruuunf-. (O sea: me importa una mierda).
- Bueno, si alguien te hace una buena oferta por sexo -que no me extrañaría...- y siempre que el cobro esté asegurado...
- ¡ME PARTOOOO! ¿Pero te has creído que eres Sissi emperatriz?
- Vaya... Es un vestido casi igual que el que llevaba Juanita en la boda de... Pero a ella le hacía... No sé... Como más tetas.
- ¿Cuánto coño de dinero gastaste en esa puta mierda? ¡Pero si es que los indios de "Bailando con lobos" llevaban mejores ropas, joder!
- Etc, etc, etc.
Pero no. Usted es perro viejo y sabe que la sinceridad hoy es directamente maltrato. Si usted responde lo que piensa, usted está maltratando psicológicamente a su mujer. Y eso no es ninguna broma, camarada. Hay miles de  taradas esperando que usted dé un paso en falso para convencer a su mujer de que ella es una mujer maltratada y debe denunciarle. Como se lo cuento.
Así que adaptándonos a los tiempos, sabemos por Darwin que no sobrevive el más inteligente sino el que mejor se adapta al cambio, variamos la respuesta:
- ¿Estoy bien así?- ("O me hace gorda, flaca, putón, blanca, etc").
Y aprendimos a responder:
- Sublime.
Primero cometimos el error de responder sin levantar la vista del Ulises de Joyce, recibiendo la lógica contrarréplica:
- ¡Pero si ni me has mirado!
Después miramos, pusimos expresión critica, dudamos un segundo y respondimos:
- Sublime, inmejorable.
Inútil, caballeros. Ante esa respuesta vimos la inmediatez de la tortuosa alma femenina:
- Vaaa, dime la verdad, preocúpate un poco.- Y un mohín como de enfado, pese al tono que quería aparentar ser suplicante.
Y el puto Ulises de Joyce que ya ni sé por dónde lo llevaba... Y anda que es facilito de leer...
No importa. Si los hombres hemos sobrevivido millones de años compartiendo vida, morada y lecho con estos seres infernales, no es porque carezcamos de recursos. 
Nuevamente mejoramos la técnica, todo sea para no ser acusado de maltrato:
- ¿Estoy bien así?- ("O parezco Moby Dick entre lo gorda, lo blanca, lo mala puta y la mala leche que me gasto, etc").
- Sublime, inmejorable. Pero... Hay algo que no me cuadra...
Vimos la ansiedad en su rostro, la inseguridad, como el estar pillada en alguna falta que había escapado a su ojo escrutador que le iba a hacer quedar en desventaja compitiendo con el resto de féminas que iban al evento, que a estas horas estaban torturando igualmente a sus parejas.
- ¿El qué, el qué, qué no te cuadra?
- Pues... Me preguntaba...
- ¿Qué, qué, qué te preguntabas?
Ahora hacíamos una pausa, volvíamos a mirarla, poníamos la vista como nublada, como buscando algo allá en el fondo de nuestro cerebro, saboreábamos el momento, dejábamos que ella insistiese:
- Vaaa, dime, ¿qué, qué te preguntabas?
Y hacíamos jaque mate:
- Pues me preguntaba que si Homero vivió hace unos 3.000 años, ¿cómo demonios pudo inspirarse en ti para describir a las diosas? ¿No te resulta un tanto extraño?
Tras el pasmo en el rostro, sonrisa satisfecha.
- ¡Qué tooonto! Jajajajaja. Ay, qué tonto eres.
Hale, tema cerrado. Si en el fondo son facilonas por mucho que desesperen con sus volantazos caracteriales. Son cuatro teclas básicas: sentirse deseadas, hacer como que comprendes su neurosis obsesiva, alguna bronca de vez en cuando en la que les dejes ganar, y la tecla de la entrepierna.
Y te ibas sin responder, porque realmente a ti eso de las modas, los vestidos y todo ese universo femenino competitivo entre ellas, pues como que ni te va ni te viene. Si con tal de que esté buena, ¿qué más te da que vaya de Dior que de la sección de chandals del Carrefour?
Pero el tema estaba lejos de ser superado...
En todos los manuales contra el maltrato, siempre exclusivamente unidireccional de hombre hacia mujer, empezaron a poner como pregunta de encuesta:
"¿Él te dice cómo debes vestir? ¿Protesta por cómo vas vestida?"
Lo cual no deja de tener su guasa cuando se pide que levante la mano el hombre al que su pareja femenina no le hace orientaciones sobre el vestir, o directamente le compra ropa, cuando no es un: "Ay, no, que con eso no estás guapo".
Pero así están de absurdos los tiempos en este final de la civilización que estamos viviendo.
Se abrió un nuevo escenario con nueva respuesta para no ser denunciado por maltratador, estigmatizado, expoliado y socialmente acabado:

- ¿Estoy bien así?

En ese momento usted ya no estaba repasando el Ulises de Joyce con su copita puesta, aquello ya quedó como una leyenda; usted estaba planchando, fregando, cosiendo, arreglando unos enchufes, o cocinando para dejar hecho. Todo eso a la espera de además conducir el coche, cual chófer  de carroza, para llevar a la dama al evento, no sea que de conducir le dé una taquicardia o algo y le acuse de maltrato de nuevo por obligarla a hacer cosas contra su voluntad. Eran ya los tiempos duros, pero aún hallamos salida:

- Mi querida, mi ama, mi dueña, con todo el respeto: usted conoce que el patriarcado ha sometido a las mujeres desde los albores de la humanidad, estableciendo un modelo de relaciones asfixiante, opresivo, fundamentado en una falsa superioridad del sexo, perdón: del género masculino sobre el femenino, el bisexual, el gay, el lésbico, el transexual, el hermafrodita, el transhumante y el marxista-leninista de la IV escisión, 5º Congreso. Ese afán de dominación por parte del heteropatriarcado machista ha tenido sus códigos. Como muy bien y doctamente dicen en sus manuales de esas excelsas liberadoras de la mujer que son las feministas, orientar, dirigir, obligar e incluso sugerir, cuando no pensar, cómo debe vestir una mujer, es maltrato. Comprenderá que ningunas ganas tengo de oprimir sus libertades tan duramente conquistadas al patriarcado, y menos ganas aún tengo de acabar en el calabozo si se le ocurre descolgar el teléfono y llamar a una asociación de esas de malas puerc... perdón de liberadoras de la mujer, diciendo que la he maltratado. Es por esto que, de nuevo con todo mi respeto, me permitirá no opinar sobre cómo debe vestir para que yo la lleve al evento. Y ahora, si me lo permite, debo seguir batiendo la mahonesa no sea que se me corte y me gane otra bien merecida reprimenda de vuesa merced.

Bueno, esto no era agradable, pero se le quedaba tal cara de tonta que ya ni volvía a preguntar. Prueba superada: no se te podía acusar de maltrato físico ni de maltrato psicológico.
Añoraremos esos tiempos, camaradas, ya llegó la bomba atómica feminazi, ya llegó el MPP:  el maltrato psicológico pasivo.
De esta ya no te escapas, amigo. Hueles ya a presidio, eres carne de juzgado, no volveras a ver a tus hijos.
¿En qué consiste esta nueva prueba diabólica?
Es sencillo: te escapaste por pecado de acción: no maltratas ni física ni psicológicamente. Pero esta vez no escaparás porque, abandonad toda esperanza, con la nueva regla del tablero es imposible escapar. Esto es el MPP:
"Tratar mal a la pareja también es no escucharle, no dar explicaciones, no pedir disculpas... ¿No crees que en una pareja que se respeta lo normal es poner interés y escuchar, explicarnos y dar explicaciones, y pedir perdón cuando se mete la pata?
Es importante que mejores tu capacidad de distinguir el maltrato psicológico pasivo (MPP) que es todavía menos evidente que el maltrato psicológico activo (MPA). La diferencia clave está que en el MPA la otra persona te daña por y con lo que hace; y en el MPP la otra persona te daña con y por lo que NO hace."
Y esta basura, esta aberración ideológica con la que lavan el cerebro a las jovencitas, la financian organismos institucionales:
http://geubiok.net/phocadownload/dokumentuak/chicastest.pdf
No hay escapatoria:

- ¿Estoy bien así?

Te echas encima y te la comes a besos de lo buenorra que se puso--------> maltrato físico.

"Estás francamente como una foca"----------->maltrato psicológico con agravante de  maltrato animal.

"Estás muy guapa"-----------> maltrato verbal con connotaciones sexuales.

"Sólo responderé en presencia mi abogado"----------->MPP por no responder.

¿De qué me sonará lo de "por obra, omisión, o pensamiento"? Lo tengo en la punta de la lengua... ¿Seguro que la Iglesia hizo tanto daño al feminismo? Quién lo diría... Tal parece que sean de la misma camada. De aquí nada las hogueras purificadoras. Los autos de fe ya los hacen.
Quítate tú que me ponga yo. Es una vieja historia.

jueves, 8 de marzo de 2012

La primera alcaldesa de España.

Para que vean que no soy tan ogro les traigo, hoy 8 de marzo, una historia curiosa. De mujeres, por supuesto.
Copiopego con mi peculiar estilo, ese sello personal imposible de imitar.
Fuente: BLOG LA PUERTA DESECHA.


LA PRIMERA ALCALDESA DE ESPAÑA.
Investigando para la novela que estoy corrigiendo (obsérvese que digo corrigiendo, porque terminé de escribirla) me encontré con un dato curioso, la primera vez que en España se concedió el voto a la mujer  fue durante la dictadura  de Primo de Rivera, en el Estatuto Municipal de 1924, aprobado el 8 de marzo (fecha significativa). Fue entonces cuando se concedió esa posibilidad a las mujeres. No a todas por supuesto, solo podían votar las mayores de 23 años, no sujetas a patria potestad, vecinas con casa abierta en algún término municipal.  Podían ser elegidas las mayores de 25 años, que fueran cabeza de familia (lo que implicaba no estar casada, ni sujeta a la patria potestad e nadie) y que supieran leer y escribir. Las mujeres casadas no podían votar, para evitar que surgiese cualquier conflicto con sus esposos. Ya se sabe que la paz familiar es lo primero y a ver si la mujer iba a salir por los cerros de Úbeda, llevándole la contraria a su amantísimo esposo, ¡Dónde se ha visto semejante barbaridad!

 Lamentablemente no se celebraron elecciones durante la época primoriverista, pero sí se produjeron diversos nombramientos de mujeres para cargos municipales ya que la sociedad entendía que dichos cargos  (alcalde, concejal...) no suponían más que una expansión de las responsabilidades domésticas que tan bien ocupaban las féminas. Dentro de estos parámetros se produjo el primer nombramiento (que no elección ) de una mujer para el cargo de alcaldesa. Fue el 27 de octubre de 1924, ese día fue designada, por el Gobernador  Civil, Alcalesa del pueblo de Quatretondeta , en Alicante Doña Matilde Pérez Mollá. Durante su mandato construyó la carretera a la vecina localidad de Gorga, que dista unos cinco kilómetros, y llevó la luz eléctrica al pueblo. Asimismo aprovechó para crear un grupo de teatro, dar clases de piano y escribir artículos en diarios regionales. Su mandato duró hasta el año 1930, cuando terminó la dictadura primoriverista. 
Después, las mujeres volvieron a perder y recuperar el derecho a votar y a ser elegidas, pero eso es cosa de la República. Fue entonces cuando en un pueblo de Zaragoza, sus paisanos decidieron elegir a  Doña  María Domínguez como la primera alcaldesa democrática de España.  Pero esa es otra historia, de final triste como todo lo que rozó la guerra civil española.
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Pd: estoy pendiente de que den permiso para la copiada. Si comentan y me toca borrar sus comentarios se perderán como lágrimas en la lluvia y así.

lunes, 5 de marzo de 2012

Psicópatas diciendo representar a las mujeres.

El fin del feminazismo está cerca, las cosas tienden a equilibrarse y estas taradas sin apoyo financiero y mediático quedan en lo que son: 4 desequilibradas llenas de odio.
Van a castrar a su puta madre, por ejemplo. Y no, no tengo por qué aguantar cartelitos castradores contra mi sexo, ni tengo por qué callarme lo que pienso de estas chimpances frustradas por no tener una polla, que es lo que la mayoría de ellas quisiera. Tanto odio no es normal.
Ahí lo tienen. Me pregunto por qué no serán delito algunas de estas proclamas y los cartelitos.
Pedazos de mierda con coño, vosotras no representais más que a vosotras mismas, dejad de ensuciar a las mujeres hablando en su nombre sin que nadie os haya elegido para ello.
Ahí lo tienen:

jueves, 1 de marzo de 2012

El fascinante mundo antiguo de los gigantes.

Escribía Bernal Díaz del Castillo en su "Crónica verdadera de la conquista de la Nueva España" lo siguiente:

Y como nuestro capitán y todos nosotros estábamos ya informados de todo lo que decían aquellos caciques, estorbó la plática y metiólos en otra más honda, y fue que cómo ellos habían venido a poblar aquella tierra, e de qué partes vinieron, que tan diferentes y enemigos eran de los mexicanos, siendo tan cerca unas tierras de otras; y dijeron que les habían dicho sus antecesores que en los tiempos pasados que había allí entre ellos poblados hombres y mujeres muy altos de cuerpo y de grandes huesos, que porque eran muy malos y de malas maneras, que los mataron peleando con ellos, y otros que quedaban se murieron; e para que viésemos qué tamaños e altos cuerpos tenían, trajeron un hueso o zancarrón de uno dellos, y era muy grueso, el altor del tamaño como un hombre de razonable estatura; y aquel zancarrón era desde la rodilla hasta la cadera; yo me medí con él, y tenía tan gran altor como yo, puesto que soy de razonable cuerpo; y trajeron otros pedazos de huesos como el primero, más estaban ya comidos y deshechos de la tierra; y todos nos espantamos de ver aquellos zancarrones, y tuvimos por cierto haber habido gigantes en esta tierra; y nuestro capitán Cortés nos dijo que sería bien enviar aquel gran hueso a Castilla para que lo viese su majestad, y así lo enviamos con los primeros procuradores que fueron; también dijeron aquellos mismos caciques que sabían de aquellos sus antecesores que les había dicho su ídolo en quien ellos tenían mucha devoción, que vendrían hombres de las partes de hacia donde sale el sol y de lejanas tierras a les sojuzgar y señorear: que si somos nosotros, holgarán dello, que pues tan esforzados y buenos somos; y cuando trataron las paces se les acordó desto que les había dicho su ídolo, que por aquella causa nos dan sus hijas, para tener parientes que les defendían de los mexicanos; y cuando acabaron su razonamiento, todos quedamos espantados, y decíamos si por ventura dicen verdad; y luego nuestro capitán Cortés les replicó, y dijo que ciertamente veníamos de hacia donde sale el sol, y que por esta causa nos envió el rey nuestro señor a tenerlos por hermanos, porque tiene noticias dellos, y que plegue a Dios nos dé gracia para que por nuestras manos e intercesión se salven; y dijimos todos: "Amén".
Hoy, un equipo de paleontólogos ha hecho el siguiente descubrimiento en los territorios de los antiguos txacaltecas a los que se refiere el texto:


Fascinante, ¿verdad? Pues les he tomado el pelo; esto es, sin duda, un montaje. Es como la leyenda de las Amazonas, eso mismo: mera leyenda. La crónica de Bernal Díaz es real, que hasta para tomar el pelo hay que hacerlo de forma documentada para que cuele mejor.
No dudo de que se mandase el gran hueso a Castilla, seguramente de dinosaurio, y del que nunca más se supo.
Conocen los problemas que tienen los gigantes reales, personas que miden 2,40 metros o más y a duras penas consiguen mantenerse en pie, la estructura humana no está diseñada para esas dimensiones, jamás pudieron existir humanoides gigantes.
Pero apetece creerlo... Y entre tanta mierda viene bien soñar un poco.