sábado, 10 de marzo de 2012

¡Compañeros, abandonad toda esperanza: llega el MPP!

Veamos un escenario clásico, algo millones de veces repetido. 
Usted, un macho como Dios manda, junto a su pareja mujer, se van a un evento. Llámese boda, cena de no sé qué, o presentación de mi última novela: "La emboscada de los templarios y las templarias y su puta madre en el Valle del ahorcado y la ahorcada".
Si usted no ha pasado por lo siguiente, usted no vive en este planeta: está tan tranquilo esperando los "5 minutitos y me arreglo" de su mujer, repasando el Ulises de Joyce, tan bien ahí en el sillón, cuando aparece su mujer vestida de manera un tanto indescriptible. Lo sabe, sabe la pregunta, ha sido mil veces formulada, sabe lo que ella va a decir:
- ¿Estoy bien así?
Seguida de sus múltiples complementos: "o me hace muy gorda, o se me ve muy blanca que aún no fui a la playa, o voy muy descarada, o no me pega con los zapatos".

Antaño, cuando las relaciones heterosexuales no estaban trufadas de condicionantes legales, usted era lícito que respondiese entre un abanico de opciones:
- Cariño, pareces una barra de choped. Sí, eso. Precisamente de la marca "Espetec". Justo el otro día  que compré una me ha venido a la memoria..
- ¿Gorda? No por Dios, tú es que eres de huesos anchos... Jijiji.
- ¿Qué si estás bien? Ven aquí que ese vestido no llega al evento sin mancillar. - Esto léase con voz muy lujuriosa.
- Gruuunf-. (O sea: me importa una mierda).
- Bueno, si alguien te hace una buena oferta por sexo -que no me extrañaría...- y siempre que el cobro esté asegurado...
- ¡ME PARTOOOO! ¿Pero te has creído que eres Sissi emperatriz?
- Vaya... Es un vestido casi igual que el que llevaba Juanita en la boda de... Pero a ella le hacía... No sé... Como más tetas.
- ¿Cuánto coño de dinero gastaste en esa puta mierda? ¡Pero si es que los indios de "Bailando con lobos" llevaban mejores ropas, joder!
- Etc, etc, etc.
Pero no. Usted es perro viejo y sabe que la sinceridad hoy es directamente maltrato. Si usted responde lo que piensa, usted está maltratando psicológicamente a su mujer. Y eso no es ninguna broma, camarada. Hay miles de  taradas esperando que usted dé un paso en falso para convencer a su mujer de que ella es una mujer maltratada y debe denunciarle. Como se lo cuento.
Así que adaptándonos a los tiempos, sabemos por Darwin que no sobrevive el más inteligente sino el que mejor se adapta al cambio, variamos la respuesta:
- ¿Estoy bien así?- ("O me hace gorda, flaca, putón, blanca, etc").
Y aprendimos a responder:
- Sublime.
Primero cometimos el error de responder sin levantar la vista del Ulises de Joyce, recibiendo la lógica contrarréplica:
- ¡Pero si ni me has mirado!
Después miramos, pusimos expresión critica, dudamos un segundo y respondimos:
- Sublime, inmejorable.
Inútil, caballeros. Ante esa respuesta vimos la inmediatez de la tortuosa alma femenina:
- Vaaa, dime la verdad, preocúpate un poco.- Y un mohín como de enfado, pese al tono que quería aparentar ser suplicante.
Y el puto Ulises de Joyce que ya ni sé por dónde lo llevaba... Y anda que es facilito de leer...
No importa. Si los hombres hemos sobrevivido millones de años compartiendo vida, morada y lecho con estos seres infernales, no es porque carezcamos de recursos. 
Nuevamente mejoramos la técnica, todo sea para no ser acusado de maltrato:
- ¿Estoy bien así?- ("O parezco Moby Dick entre lo gorda, lo blanca, lo mala puta y la mala leche que me gasto, etc").
- Sublime, inmejorable. Pero... Hay algo que no me cuadra...
Vimos la ansiedad en su rostro, la inseguridad, como el estar pillada en alguna falta que había escapado a su ojo escrutador que le iba a hacer quedar en desventaja compitiendo con el resto de féminas que iban al evento, que a estas horas estaban torturando igualmente a sus parejas.
- ¿El qué, el qué, qué no te cuadra?
- Pues... Me preguntaba...
- ¿Qué, qué, qué te preguntabas?
Ahora hacíamos una pausa, volvíamos a mirarla, poníamos la vista como nublada, como buscando algo allá en el fondo de nuestro cerebro, saboreábamos el momento, dejábamos que ella insistiese:
- Vaaa, dime, ¿qué, qué te preguntabas?
Y hacíamos jaque mate:
- Pues me preguntaba que si Homero vivió hace unos 3.000 años, ¿cómo demonios pudo inspirarse en ti para describir a las diosas? ¿No te resulta un tanto extraño?
Tras el pasmo en el rostro, sonrisa satisfecha.
- ¡Qué tooonto! Jajajajaja. Ay, qué tonto eres.
Hale, tema cerrado. Si en el fondo son facilonas por mucho que desesperen con sus volantazos caracteriales. Son cuatro teclas básicas: sentirse deseadas, hacer como que comprendes su neurosis obsesiva, alguna bronca de vez en cuando en la que les dejes ganar, y la tecla de la entrepierna.
Y te ibas sin responder, porque realmente a ti eso de las modas, los vestidos y todo ese universo femenino competitivo entre ellas, pues como que ni te va ni te viene. Si con tal de que esté buena, ¿qué más te da que vaya de Dior que de la sección de chandals del Carrefour?
Pero el tema estaba lejos de ser superado...
En todos los manuales contra el maltrato, siempre exclusivamente unidireccional de hombre hacia mujer, empezaron a poner como pregunta de encuesta:
"¿Él te dice cómo debes vestir? ¿Protesta por cómo vas vestida?"
Lo cual no deja de tener su guasa cuando se pide que levante la mano el hombre al que su pareja femenina no le hace orientaciones sobre el vestir, o directamente le compra ropa, cuando no es un: "Ay, no, que con eso no estás guapo".
Pero así están de absurdos los tiempos en este final de la civilización que estamos viviendo.
Se abrió un nuevo escenario con nueva respuesta para no ser denunciado por maltratador, estigmatizado, expoliado y socialmente acabado:

- ¿Estoy bien así?

En ese momento usted ya no estaba repasando el Ulises de Joyce con su copita puesta, aquello ya quedó como una leyenda; usted estaba planchando, fregando, cosiendo, arreglando unos enchufes, o cocinando para dejar hecho. Todo eso a la espera de además conducir el coche, cual chófer  de carroza, para llevar a la dama al evento, no sea que de conducir le dé una taquicardia o algo y le acuse de maltrato de nuevo por obligarla a hacer cosas contra su voluntad. Eran ya los tiempos duros, pero aún hallamos salida:

- Mi querida, mi ama, mi dueña, con todo el respeto: usted conoce que el patriarcado ha sometido a las mujeres desde los albores de la humanidad, estableciendo un modelo de relaciones asfixiante, opresivo, fundamentado en una falsa superioridad del sexo, perdón: del género masculino sobre el femenino, el bisexual, el gay, el lésbico, el transexual, el hermafrodita, el transhumante y el marxista-leninista de la IV escisión, 5º Congreso. Ese afán de dominación por parte del heteropatriarcado machista ha tenido sus códigos. Como muy bien y doctamente dicen en sus manuales de esas excelsas liberadoras de la mujer que son las feministas, orientar, dirigir, obligar e incluso sugerir, cuando no pensar, cómo debe vestir una mujer, es maltrato. Comprenderá que ningunas ganas tengo de oprimir sus libertades tan duramente conquistadas al patriarcado, y menos ganas aún tengo de acabar en el calabozo si se le ocurre descolgar el teléfono y llamar a una asociación de esas de malas puerc... perdón de liberadoras de la mujer, diciendo que la he maltratado. Es por esto que, de nuevo con todo mi respeto, me permitirá no opinar sobre cómo debe vestir para que yo la lleve al evento. Y ahora, si me lo permite, debo seguir batiendo la mahonesa no sea que se me corte y me gane otra bien merecida reprimenda de vuesa merced.

Bueno, esto no era agradable, pero se le quedaba tal cara de tonta que ya ni volvía a preguntar. Prueba superada: no se te podía acusar de maltrato físico ni de maltrato psicológico.
Añoraremos esos tiempos, camaradas, ya llegó la bomba atómica feminazi, ya llegó el MPP:  el maltrato psicológico pasivo.
De esta ya no te escapas, amigo. Hueles ya a presidio, eres carne de juzgado, no volveras a ver a tus hijos.
¿En qué consiste esta nueva prueba diabólica?
Es sencillo: te escapaste por pecado de acción: no maltratas ni física ni psicológicamente. Pero esta vez no escaparás porque, abandonad toda esperanza, con la nueva regla del tablero es imposible escapar. Esto es el MPP:
"Tratar mal a la pareja también es no escucharle, no dar explicaciones, no pedir disculpas... ¿No crees que en una pareja que se respeta lo normal es poner interés y escuchar, explicarnos y dar explicaciones, y pedir perdón cuando se mete la pata?
Es importante que mejores tu capacidad de distinguir el maltrato psicológico pasivo (MPP) que es todavía menos evidente que el maltrato psicológico activo (MPA). La diferencia clave está que en el MPA la otra persona te daña por y con lo que hace; y en el MPP la otra persona te daña con y por lo que NO hace."
Y esta basura, esta aberración ideológica con la que lavan el cerebro a las jovencitas, la financian organismos institucionales:
http://geubiok.net/phocadownload/dokumentuak/chicastest.pdf
No hay escapatoria:

- ¿Estoy bien así?

Te echas encima y te la comes a besos de lo buenorra que se puso--------> maltrato físico.

"Estás francamente como una foca"----------->maltrato psicológico con agravante de  maltrato animal.

"Estás muy guapa"-----------> maltrato verbal con connotaciones sexuales.

"Sólo responderé en presencia mi abogado"----------->MPP por no responder.

¿De qué me sonará lo de "por obra, omisión, o pensamiento"? Lo tengo en la punta de la lengua... ¿Seguro que la Iglesia hizo tanto daño al feminismo? Quién lo diría... Tal parece que sean de la misma camada. De aquí nada las hogueras purificadoras. Los autos de fe ya los hacen.
Quítate tú que me ponga yo. Es una vieja historia.

16 comentarios:

  1. A vosotros lo que os sienta mejor es el silencio, ja, ja. Bicos.

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    1. El otro día hablábamos con una amiga y ella me preguntaba si a mi marido no le resultaba de lo más sexy mi acento latino cuando hablo en Hebreo. Le aclaré que:
      1- mi marido es argentino
      2- lo que le resulta más sexy a mi marido es cuando no hablo.
      Hay cosas universales.
      Bicos, Blue.

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  2. MPP entonces Blue. Aunque perdona descla a mí eso de esas siglas me suena a un ¿me puteas porfavor? Y oye, hasta estoy por hacerme el test... (dice que hay que tener un boli en mano, uff) pues estoy cansado de que se me corte la mahonesa. Jejes.

    Saúdos.

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  3. jajaja mira que tienes inventiva Descla. Mira ahora en serio, ésta tarde he pasado por delante del juzgado y me acordé de tí, desde hace ya varios día hay una acampada de un padre, denunciado por su pareja, que protesta por lo que él considera un abuso y una falsedad de denuncia de su mujer, a la cual le han dado la razón y la potestad de los hijos. Y no te creas que lleva recaudadas unos cuantos folios de firmas. Yo creo que hay desmanes en los dos bando, pero si qué es cierto que lleváis la de perder.
    Un beso, Descla.

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  4. Bueno, ¿pero qué? ¿Le quedaba bien o no le quedaba bien el vestido? En cuanto a teclas, seamos sinceras, creo que eres bondadoso, el tema es que no tenemos 4 teclas sino un piano entero (de cola, claro), lo que hace que las cosas se compliquen porque: "según el día la tecla". O al menos eso dice mi marido de mí y yo sé que él siempre tiene razón.
    En caso de llegar al SIT (Síndrome de Indiferencia Total) intento aplicar el PP (Positivum Psicologia). A veces me resulta.
    Besos (para tu mujer que tiene una paciencia de oro jajajaja)

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  5. Jajajaja, me reí un montón...no sé por que me parece que el motivo de inspiración para este post es muy de entrecasa,o me equivoco??Me acordé mucho de su amada, que la viene nombrando poco ultimamente, o me equivoco?. Tiene razón, pero hasta por ahí nomás...eh?. No le importa la moda, no sabe de esas cosas y todo eso, peroooo....bien que cuando se le cruza, en la misma fiesta, una que va vestida, como no aconsejaría a su amada, se le van los ojos,no?,verdad?,jajajajajaja. La sigla MPP...es la sigla de mi opción política http://mpp.org.uy/mpp2012/ y el presidente es de esa agrupación política, cosas que pasan. Siga con el Ulyses de Joyce y despúes me lo cuenta,si?prometo quedarme calladita.Un beso

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  6. Blue, ya te contestó Rider: un MPP de libro.

    Carmela: esto es un negocio. "La industria del maltrato"se ha dado en llamar. Yo no sé si ese señor es culpable o inocente, claro, lo que sé es que las denuncias falsas van que vuelan. El negocio es sencillo: por cada denuncia de género se recibe un dinero de Europa. He dicho por denuncia, no por sentencia (primera aberración). De ese dinero un escaso porcentaje va a parar a las maltratadas, reales o supuestas. El resto queda en manos de las asociaciones de mujeres, etc. A estas asociaciones les interesa que haya muchas denuncias, por supuesto, es su negocio. Así que incitan a denunciarlo todo, sea cierto o falso, tenga lógica o no. Esto último de ser culpable por lo que NO hago, ya es el último delirio de una situación de por sí delirada. Si para los hombres nos valiesen los mismos test en las mismas coordenadas, mismas preguntas, para saber si "somos maltratados", todas resultaríais ser maltratadoras.
    Por otro lado el humano y la humana somos egoístas, tenemos intereses, y al grupo social que le asegures que si denuncia, con la verdad o sin ella, va a ganar el juicio... pues muchooos denunciarán por interés. Eso está pasando.
    Espero que el asunto se equilibre antes de que acabemos todos en la cárcel por "pensamiento, palabra, obra u omisión".
    Besos.

    Maia: quizás sean cuatro teclas básicas, pero a su vez se subdividen en cientos más, jajaja. Muy acertado loo de tu marido con lo de "según el día la tecla", lo utilizaré, jajaja, dale las gracias, jajaja.
    Besos.

    Fiorella: no hablaré sin mi abogado delante, pero vamos, que uno se inspira en lo que ve cerca...
    Besos.

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  7. Ah, Fiorella: el Ulises lo empecé 3 veces. Creo que lo más lejos que llegué fue a la página 30. Me provoca un sopor tremendo. Yo creo que le tomé manía.

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  8. Yo no lo empecé siquiera aún, sabe por qué? por estoy esperando que Ud.,si señor,UD.!! escriba la suya,tamos?.Nos tiene a cuentos,,,debería seguir el ejemplo de Maia, que se pavonea menos y termina su novela. No habrá abogado que lo salve de mi sumarísimo juicio,jajajajajajaja.

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    1. Eso, Descla, hacé como yo jajajajaja. Eso sí, no te quejes después si no tenés lo qué comer ;)
      Yo tampoco fui capaz de terminar el Ulises.

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  9. Si, como dice Blue, el silencio es lo mejor...jajaja
    Salud

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  10. Lo de la agresión pasiva ya lo manejaban los psicólogos de hace varias décadas. Antes de la neurología, cuando del cerebro aún no sabían ni papa, ya habían tipificado a los agresores pasivos dichosos. Lo hacían en base a las quejas que los pacientes soltaban en el diván acerca de otras personas.

    Lo más gracioso es que si el paciente era poco comunicativo con el freudiano de turno también era etiquetado así. Si contestaba lo evidente (que el no hacía nada de nada) se le decía que "introyectaba la agresión" (tócate las manolas) y la proyectaba en el otro "en forma de ausencia".

    De toda esta basurilla de loqueros precientíficos es de donde sacan, segúramente, la base para estos delirios intelectuales. Ora pro nobis...

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  11. Caballero, con ánimo de dar a conocer su lisérgico espacio le ha sido concedido un Premio bloggero en modalidad de camufleje. Suyo es: http://superehore.blogspot.com/2012/03/liebster.html.
    Un placer.

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  12. sergio, disculpa, estoy fuera toda la semana, en cuanto pille un ordenador loveo, con el movil es un engorro.

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  13. Anda la pera... no sabía yo que mi pareja me tenía que dar las gracias por no escuchar nunca preguntas de tamaño calibre...

    Esta misma noche le exijo el agradecimiento debido!!!

    (jajajajaja... ahora me da por pensar en cuando me han preguntado a mi: "he estado bien??"... pero va a ser que no era por un vestido, aunque la contestación en algún momento me ha parecido tan difícil o más... jajaja... ains... cómo somos todos)

    Muxu bat

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  14. Bienvenida, Kaoki. Te supongo neska.
    ¿Preguntar si "ha estado bien"? Dios mío, tú no tienes de pareja a un vasko. O me has tumbado un mito, jajaja.

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Caminante que por aquí recalas: si me comentas en una entrada antigua es probable que no te conteste por no ver tu comentario. Pero no por ello te prives.