¡Estoy enfenmo!

El primer paso para curar una enfermedad es reconocerla. Estoy enfenmo bloguero. Ni siquiera me estoy quitando. En realidad no es tan grave el asunto, hablo en serio, y como decía aquel: para que esté por ahí endrongándome mejor que esté culturizándome y alternando con gente mutuamente elegida. Tampoco creo haber confundido realidad con ciberespacio, pese a que muchos de ustedes para mí son ya tan reales como mi primo, aunque les tenga más cariño que a mi primo. Es lo mejor que tiene esto: la selección natural que se hace de personas que, afines o no tanto, encajan, sienten simpatía mutua, aunque discrepen en asuntos. El "problema" es que esto ya me "chupa" demasiado tiempo. No es el problema compartir tiempo con ustedes, si tanto estoy es porque me es grato, nadie me obliga; es que me quita tiempo para hacer otras cosas que debiera hacer.

Esto empezó como un experimento. De siempre he escrito mucho, así que fue fácil que cayera en el mundo bloguero, fue camino natural. El experimento se planteó de la siguiente manera: 

Monto un blog, no se lo digo a nadie del mundo real, salvo a mi amada que igual se va a enterar, a ver si puedo conseguir lectores surgiendo de la nada. Al mismo tiempo mantener el anonimato me permite liberar la carga de asco que me provoca la política y la sociedad actual. Nadie sabe quién soy en realidad = puedo decir lo que me salga de los cojones, sea políticamente incorrecto o sea el coño de la Bernarda en bicicleta. Lo que vomite no afectará mi vida real.

Como soy un hombre de acción, más que de pensamiento, montado que está el blog. Escritor compulsivo siempre he sido, y neurótico un rato (el primer paso para curar una enfermedad es reconocerla), cuando me da por algo me da muy fuerte; cuando de crío me enamoraba, me enamoraba taaaaanto que me lo tuve que mirar. De entre mis muchos defectos aflora la discutible virtud de tener un disco duro cerebral lleno de datos; cosas para contar nunca me faltarán. Todo blog tiene un componente narcisista por mínimo que sea, pero huyendo de caer en el "querido diario, el mundo tiene que saber de la importancia de cómo me rasco mi lindo ombligo", también es un arma de pensamiento bastante efectiva. Al fin y al cabo son letras, palabras, y las palabras son,  a veces, más peligrosas que las espadas.

Fueron llegando amigos, que a su vez trajeron amigos, fui yo participando en blogs de amigos de amigos que acabaron siendo amigos. El resto es historia. 

Y me veo hoy que entre que blogochateo en mi blog, participo en otros, leo nuevos de nuevos amigos de amigos, y escribo entradas en el mío, toda mi compulsión escritora la utilizó blogueando.

Y lo que tengo que hacer es escribir un libro, una novela, un ensayo, algo, centrar la compulsión en un proyecto.

Esta todo dicho. No es una despedida, es un "bajo el ritmo". No me jodan y no me hagan "lastimitas" en los comentarios, ayuden a su amigo enfermo, cacho cabrones.

Les dejo un vídeo para niños que me ha resultado muy gracioso.
(Mejor verlo más grande en el youtube original). 

Que no me voy, que sólo es que vendré menos.

El Desclasado ha hablado frío e imperturbable. Hasta luego.