Es apócrifa, pero creíble, la leyenda que dice que Durruti justo antes de morir expiró una última frase: "Demasiados comités".
Creo que la leyenda es obra del inquietante Iliá Eremburg, quien también arrimó el ascua a su sardina al interpretar la frase "Renunciamos a todo menos a la victoria", como una forma de hacer ver que Durruti estaba por apoyar las tesis comunistas de "primero ganar la guerra y después hacer la revolución", y no hacer al tiempo ni una cosa ni la otra. Por cierto, a Durruti se lo follaron al día siguiente y aún no se sabe quién, casualidades de la vida...
Al final llegó Franco con mando único bien organizado y les dio una manta de hostias a comunistas, socialistas, anarquistas, y a un señor que pasaba por allí que no le gustó su cara. Unos y otros, mientras Franco avanzaba, aún seguían matándose entre ellos en Madrid en el 39 tras el golpe de Casado. Puede que Franco no acabara antes con los republicanos porque como estos se estaban matando entre ellos, no se estaban quietos y así no había forma. Idílica República de las teleseries de la zeja, qué paraíso en la Tierra.
Y aún hay gente que se pregunta cómo se pudo perder esa guerra. ¿Cuál de todas? ¿La de fachas contra rojos o la de los rojos entre ellos?
Los problemas y fallos del comunismo real no hace falta que volvamos a enumerarlos, unos cuantos millones de muertos y preciosos gulag balneario nos lo recuerdan. El anarquismo, siempre derrotado, las más de las veces masacrado por comunistas, ha quedado para la Historia con esa aureola romántica del vencido pero no conquistado. Y el caso es que el anarquismo es, de puro ingenuo, un planteamiento infantil. No por aquella "enfermedad infantil del izquierdismo" que dijo Lenin; por su propia dinámica de funcionamiento. El asamblearismo, y créanme que sé de lo que hablo, lo he sufrido en mis carnes, tiene una facilidad pasmosa para caer en su propia caricatura:
Y en no pocas ocasiones termina esa caricatura convirtiendo el asamblearismo en un fin en sí mismo, no en un medio de toma de decisiones. Se podría resumir como : "No hacemos nada, pero lo que no hacemos lo hacemos de forma asamblearia, por lo tanto tenemos el sistema perfecto, justo". Otra enfermedad que suele aquejar al asamblearismo son los egos disparados, los quince minutos de gloria que muchas personas, que no tienen nada que decir, reclaman para oírse a sí mismos y fantasear con que son directores de masas. Y del catálogo de virus asamblearistas destacaría la nefasta herencia del buen salvaje rousseauniano que tanto mal sigue haciendo: todos somos buenos en esencia, nobles y desinteresados. Es la sociedad la que nos hace malos y tal. Ya. Dejen a unos niños solos en una isla desierta, sin barreras morales, y lo de "El señor de las moscas" va a resultar una comedia de enredo. La asamblea presupone que todos estamos informados, tenemos criterio, buena intención, y no hablamos si no tenemos nada que aportar. La realidad que yo he vivido es otra: desde capillitas que controlan las asambleas hasta caudillos naturales que las dirigen por dónde les sale de la entrepierna. Caudillos y caudillas y caudill@s transexuales, eso que no falte. Esto no es Islandia, no somos un país culto, frío y de pocas personas.
Y, ojo: una democracia real no es más que una forma regulada de asamblearismo. Que haya sacado los peligros en los que fácilmente se disuelve el asamblearismo para caer en parodia, no quiere decir que mi crítica sea a la totalidad.
El movimiento 15-M es un bebé que empieza a andar y se dará unos cuantos coscorrones. Lo normal. Pretender hacer de España una asamblea gigante barrio a barrio, pretender una Islandia meridional, es, a mi juicio, uno de los coscorrones que se va a dar el 15-M aprendiendo a andar. A la maruja belenestebanizada, a la choni poligonera que sueña con ponerse tetas como balones de playa, al futbolero que "siente los colores" de su equipo de mercenarios, al Yónatan poligonero que sueña con tunearse el Seat León para que parezca un Ferrari hecho en Nigeria... a toda esta gente se la suda la asamblea, no tiene nada que decir en ellas y si hablasen sería para peor.
A toda esta gente, quizá la España mayoritaria, hay que darles directrices claras, no temas para el debate. En ese aspecto las asambleas debieran ser informativas, animando a la participación, pero teniendo ya claras las directrices a exponer y su porqué. Y estas directrices deben ser pocas, sencillas y generalistas. Las que hay no me disgustan, matizaría cosas, pero no voy a ponerme pejiguero. Mucho ojo con "generalistas", esto es fundamental. Si empezamos con feminismos, antitaurinismos, tercermundismos, aldeanismos y demás movimientos de naturaleza excluyente, se nos va al carajo todo el quiosco. Y el Sistema lo sabe e intentará introducir elementos de división. Si yo fuese el Sistema lo haría.
Y para que haya directrices claras, debe haber una dirección clara. ¿Por qué no empezamos ya dando ejemplo de democracia real y se crea una plataforma que agrupe a todos los movimientos que están por el asunto? Con delegados revocables en cualquier momento que no cumplan, que expongan las directrices de las asambleas. Sin dirección clara esto tenderá a convertirse en una casa de putas sin madame. Será fácil pasto de la intoxicación: mañana hago un mail proponiendo medidas absurdas, lo corro y miles de personas caerán en la celada. Las directrices tienen que venir de la dirección, hay que tener un referente de confianza. Y así también se evitarán espontáneos, bandoleros de la guerra por su cuenta e iluminados mesiánicos a los que nadie ha elegido. Seguir con "demasiados comités" degenerará en banderías cada cual por su cuenta.
Acampadas en las plazas: el conseller ese catalán no parece muy listo. Menudo balón de oxígeno insufló a un movimiento que creo abocado a pudrirse si persiste en un numantinismo de plaza ya bastante estéril. En ese terreno, el de vivir en la mierda parasitando a la sociedad, el perroflautismo se acabará apalancando y contaminando las acampadas, en ese aspecto no tienen rival (los gitanos rumanos están fuera de concurso). Y donde se instala el perroflautismo huye la gente normal, la masa que se necesita para llevar un proyecto adelante. Sí: he dicho parasitismo: estoy ya un tanto asqueado de leer en los tuíter de algunas acampadas: "necesitamos agua, fruta, clavos, médicos..." Hostia, huevazos, os cogéis cuatro garrafas y os vais a la fuente, me cagüen dios. Alguien puede empezar a pensar que debemos mantenerle porque él es un héroe acampado.
La trinchera degrada higiénicamente. En breve vamos a tener lo que a la vista será una panda de guarros acampados en las plazas mayores. Algo que va a generar más rechazo en el cuerpo social que simpatía. La primera batalla que se ha de ganar en una guerra es la de la imagen. Hubiese sido acertado mantener las acampadas si cada vez hubiese ido a más, más gente, una masa enorme de parados, sin otra cosa que hacer, que no dejase de crecer acampando. Esto hubiese creado un serio, al tiempo que pacífico, problema al Sistema. Una vergüenza mundial. Y si se hubiese usado la violencia, ganas no faltan por parte del Sistema, hubiese sido peor para ellos, para el Sistema.
Pero no ha sido así y hablar de lo que pudo ser y no fue es sentimentalismo estéril.
Creo que hay que disolver las acampadas y tomar las plazas puntualmente, cuando la directriz clara de la clara dirección indique. Mantener eso es abocarlo a pudrirse con la desmoralización consiguiente.
Leo que el Movimiento 15-M opta por mantenerlas. Por mí no ha sido: hago público mi punto de vista y no porque no se siga el mío voy a dejar de apoyar las medidas que vea razonables y adecuadas.
Hemos aprendido que somos muchos, que podemos tomar masivamente calles y plazas. El bebé, en una sociedad narcotizada, despertó y empezó a andar. Eso ya no se nos debe olvidar para utilizarlo siempre que sea necesario. La calle es de las masas y sin ellas no hay ni políticos ni banqueros ni la puta que los parió a todos. Hemos empezado a tomar conciencia. El bebé, se dé los porrazos que haga falta, debe seguir caminando hacia el futuro.
Echemos unas risas, que no sea todo serio, que no falte el humor. Los hay que tienen un dormir acojonante. In vino dormiditas:
Creo que la leyenda es obra del inquietante Iliá Eremburg, quien también arrimó el ascua a su sardina al interpretar la frase "Renunciamos a todo menos a la victoria", como una forma de hacer ver que Durruti estaba por apoyar las tesis comunistas de "primero ganar la guerra y después hacer la revolución", y no hacer al tiempo ni una cosa ni la otra. Por cierto, a Durruti se lo follaron al día siguiente y aún no se sabe quién, casualidades de la vida...
Al final llegó Franco con mando único bien organizado y les dio una manta de hostias a comunistas, socialistas, anarquistas, y a un señor que pasaba por allí que no le gustó su cara. Unos y otros, mientras Franco avanzaba, aún seguían matándose entre ellos en Madrid en el 39 tras el golpe de Casado. Puede que Franco no acabara antes con los republicanos porque como estos se estaban matando entre ellos, no se estaban quietos y así no había forma. Idílica República de las teleseries de la zeja, qué paraíso en la Tierra.
Y aún hay gente que se pregunta cómo se pudo perder esa guerra. ¿Cuál de todas? ¿La de fachas contra rojos o la de los rojos entre ellos?
Los problemas y fallos del comunismo real no hace falta que volvamos a enumerarlos, unos cuantos millones de muertos y preciosos gulag balneario nos lo recuerdan. El anarquismo, siempre derrotado, las más de las veces masacrado por comunistas, ha quedado para la Historia con esa aureola romántica del vencido pero no conquistado. Y el caso es que el anarquismo es, de puro ingenuo, un planteamiento infantil. No por aquella "enfermedad infantil del izquierdismo" que dijo Lenin; por su propia dinámica de funcionamiento. El asamblearismo, y créanme que sé de lo que hablo, lo he sufrido en mis carnes, tiene una facilidad pasmosa para caer en su propia caricatura:
Y en no pocas ocasiones termina esa caricatura convirtiendo el asamblearismo en un fin en sí mismo, no en un medio de toma de decisiones. Se podría resumir como : "No hacemos nada, pero lo que no hacemos lo hacemos de forma asamblearia, por lo tanto tenemos el sistema perfecto, justo". Otra enfermedad que suele aquejar al asamblearismo son los egos disparados, los quince minutos de gloria que muchas personas, que no tienen nada que decir, reclaman para oírse a sí mismos y fantasear con que son directores de masas. Y del catálogo de virus asamblearistas destacaría la nefasta herencia del buen salvaje rousseauniano que tanto mal sigue haciendo: todos somos buenos en esencia, nobles y desinteresados. Es la sociedad la que nos hace malos y tal. Ya. Dejen a unos niños solos en una isla desierta, sin barreras morales, y lo de "El señor de las moscas" va a resultar una comedia de enredo. La asamblea presupone que todos estamos informados, tenemos criterio, buena intención, y no hablamos si no tenemos nada que aportar. La realidad que yo he vivido es otra: desde capillitas que controlan las asambleas hasta caudillos naturales que las dirigen por dónde les sale de la entrepierna. Caudillos y caudillas y caudill@s transexuales, eso que no falte. Esto no es Islandia, no somos un país culto, frío y de pocas personas.
Y, ojo: una democracia real no es más que una forma regulada de asamblearismo. Que haya sacado los peligros en los que fácilmente se disuelve el asamblearismo para caer en parodia, no quiere decir que mi crítica sea a la totalidad.
El movimiento 15-M es un bebé que empieza a andar y se dará unos cuantos coscorrones. Lo normal. Pretender hacer de España una asamblea gigante barrio a barrio, pretender una Islandia meridional, es, a mi juicio, uno de los coscorrones que se va a dar el 15-M aprendiendo a andar. A la maruja belenestebanizada, a la choni poligonera que sueña con ponerse tetas como balones de playa, al futbolero que "siente los colores" de su equipo de mercenarios, al Yónatan poligonero que sueña con tunearse el Seat León para que parezca un Ferrari hecho en Nigeria... a toda esta gente se la suda la asamblea, no tiene nada que decir en ellas y si hablasen sería para peor.
A toda esta gente, quizá la España mayoritaria, hay que darles directrices claras, no temas para el debate. En ese aspecto las asambleas debieran ser informativas, animando a la participación, pero teniendo ya claras las directrices a exponer y su porqué. Y estas directrices deben ser pocas, sencillas y generalistas. Las que hay no me disgustan, matizaría cosas, pero no voy a ponerme pejiguero. Mucho ojo con "generalistas", esto es fundamental. Si empezamos con feminismos, antitaurinismos, tercermundismos, aldeanismos y demás movimientos de naturaleza excluyente, se nos va al carajo todo el quiosco. Y el Sistema lo sabe e intentará introducir elementos de división. Si yo fuese el Sistema lo haría.
Y para que haya directrices claras, debe haber una dirección clara. ¿Por qué no empezamos ya dando ejemplo de democracia real y se crea una plataforma que agrupe a todos los movimientos que están por el asunto? Con delegados revocables en cualquier momento que no cumplan, que expongan las directrices de las asambleas. Sin dirección clara esto tenderá a convertirse en una casa de putas sin madame. Será fácil pasto de la intoxicación: mañana hago un mail proponiendo medidas absurdas, lo corro y miles de personas caerán en la celada. Las directrices tienen que venir de la dirección, hay que tener un referente de confianza. Y así también se evitarán espontáneos, bandoleros de la guerra por su cuenta e iluminados mesiánicos a los que nadie ha elegido. Seguir con "demasiados comités" degenerará en banderías cada cual por su cuenta.
Acampadas en las plazas: el conseller ese catalán no parece muy listo. Menudo balón de oxígeno insufló a un movimiento que creo abocado a pudrirse si persiste en un numantinismo de plaza ya bastante estéril. En ese terreno, el de vivir en la mierda parasitando a la sociedad, el perroflautismo se acabará apalancando y contaminando las acampadas, en ese aspecto no tienen rival (los gitanos rumanos están fuera de concurso). Y donde se instala el perroflautismo huye la gente normal, la masa que se necesita para llevar un proyecto adelante. Sí: he dicho parasitismo: estoy ya un tanto asqueado de leer en los tuíter de algunas acampadas: "necesitamos agua, fruta, clavos, médicos..." Hostia, huevazos, os cogéis cuatro garrafas y os vais a la fuente, me cagüen dios. Alguien puede empezar a pensar que debemos mantenerle porque él es un héroe acampado.
La trinchera degrada higiénicamente. En breve vamos a tener lo que a la vista será una panda de guarros acampados en las plazas mayores. Algo que va a generar más rechazo en el cuerpo social que simpatía. La primera batalla que se ha de ganar en una guerra es la de la imagen. Hubiese sido acertado mantener las acampadas si cada vez hubiese ido a más, más gente, una masa enorme de parados, sin otra cosa que hacer, que no dejase de crecer acampando. Esto hubiese creado un serio, al tiempo que pacífico, problema al Sistema. Una vergüenza mundial. Y si se hubiese usado la violencia, ganas no faltan por parte del Sistema, hubiese sido peor para ellos, para el Sistema.
Pero no ha sido así y hablar de lo que pudo ser y no fue es sentimentalismo estéril.
Creo que hay que disolver las acampadas y tomar las plazas puntualmente, cuando la directriz clara de la clara dirección indique. Mantener eso es abocarlo a pudrirse con la desmoralización consiguiente.
Leo que el Movimiento 15-M opta por mantenerlas. Por mí no ha sido: hago público mi punto de vista y no porque no se siga el mío voy a dejar de apoyar las medidas que vea razonables y adecuadas.
Hemos aprendido que somos muchos, que podemos tomar masivamente calles y plazas. El bebé, en una sociedad narcotizada, despertó y empezó a andar. Eso ya no se nos debe olvidar para utilizarlo siempre que sea necesario. La calle es de las masas y sin ellas no hay ni políticos ni banqueros ni la puta que los parió a todos. Hemos empezado a tomar conciencia. El bebé, se dé los porrazos que haga falta, debe seguir caminando hacia el futuro.
Echemos unas risas, que no sea todo serio, que no falte el humor. Los hay que tienen un dormir acojonante. In vino dormiditas:
¿Cómo que no se sabe quién? ¿Tú no te leíste las entradas que sacó un tal Desclasado (ja,ja)? Bueno, sigo con el post y luego comento, que si no...
ResponderEliminarY ya!. Esto me ha hecho mucha gracia: "estoy ya un tanto asqueado de leer en los tuíter de algunas acampadas: "necesitamos agua, fruta, clavos, médicos..." Hostia, huevazos, os cogéis cuatro garrafas y os vais a la fuente, me cagüen dios. Alguien puede empezar a pensar que debemos mantenerle porque él es un héroe acampado."
ResponderEliminarPor lo demás... no he ido a todos los enlaces, aunque en el de El señor de las moscas podías haber puesto mi entrevista con Goldman (es coña).
A mí también me parecen bien las directrices que plantean, aunque sólo las he ojeado por encima.
Y sobre lo que planteas...pues bueno, es tu muy particular punto de vista...¿cómo decías?
"matizaría cosas, pero no voy a ponerme pejiguero." Lo mismo.
Saludito.
Lapsus. He escrito Goldman y es Golding, claro. Goldman es el guionista. Perdón. Como los dos se llaman William, pues...
ResponderEliminarHolas a todos. Digame donde se metió Ud. estos días,es vital para entender el post anterior y este,posiblidades: se le apareciò a su amada otro guapo en un camping, estuvo trabajando extras sin recibir pago alguno, lo agarró la lluvia y se enfrió, se lo cortó la digestión?. No sea tan escéptico, y respecto al proyecto ese de ley donde según parece no se libran ni los blogs, creo que ya tienen para legislar sin proyectos nuevos, pero no vivo ahí, quizás sea como dice Ud.Un beso y una cucharadita de miel no hace mal,eh?.:))
ResponderEliminarDavid, no recuerdo tu entrevista, enlázala, anda, haz el favor.
ResponderEliminarY sí, sí: es "mi muy particular" punto de vista. Subjetivo total, me puedo equivocar de todas todas.
Un abrazo.
Fio: ¿cómo se legisla, sin un proyecto nuevo, que cualquier persona pierda la presunción de inocencia ante algo tan subjetivo como que haya discriminado a otra? Pues creando una ley ad hoc, mujer...
No, jajaja, mi amada no se ha ido con un jipi campero, jajaja. Coincide conmigo en mi apreciación de que lo de las plazas empieza a parecer un campamento sioux de pedigüeños.
Estuve toda la semana muy alejado de cualquier plaza de estas, ni las olí.
Me confieso seguidor en la sombra. Suelo coincidir en bastantes análisis que realizas en el blog pero hoy reconozco estar (equivocado o no) totalmente de acuerdo con el análisis.
ResponderEliminarY la frase de las garrafas, más allá de la ironía, es totalmente ejemplificante de lo que son y como piensan muchos de los que en esas plazas públicas habitan.
Un saludo.
Todos nos equivocamos y de las equivocaciones se aprende y bla, bla... Te la enlazo, pero es un rolo que no tiene nada que ver con esto (y te lo había puesto en plan coña): aquí
ResponderEliminarPues bienvenido en tu salida del armario, Bogart. Juraría que te conozco de verte en David Safari.
ResponderEliminarYo qué sé, me guío un tanto por intuiciones que enlazan con experiencias vividas en temas "asamblearios", quizá nos equivoquemos, el tiempo nos lo dirá.
David: ahora veo tu entrevista. Ya sé que era coña, pero me picó la curiosidad y mejor pedírtela que ponerme a buscar en tu blog.
Ejerciendo de abuela feliz con los monitos en la selva. Cambio y corto. Beso.
ResponderEliminarBogart: ¿o es por casa J, por "Labios como espadas", por donde te veo? Ya me he liado.
ResponderEliminarEmejota: feliz estás en la selva con los moninietos, jajaja.
Leída la entrevista, David. El tema da para un debate densísimo, que se dio en tu blog. Me ha hecho mucha gracia la comparativa con "El corazón de las tinieblas" de Conrad, porque llevo en mente una entrada que trata colateralmente sobre este libro.
ResponderEliminarAl final es un poco la lucha eterna de la humanidad con la ética: ¿libertad hasta dónde?
Pues ayer me pasé un buen rato escuchando en directo la asamblea de la acampada de Sol. Me recordaba a eso que llaman "lluvia de ideas", cada uno cogía el micro y soltaba su idea. Solo se discutía si las acampadas deben seguir o no, así que no me quiero imaginar cuando de discuta más de un punto.
ResponderEliminarAmiguiño, como dices que conoces bien las asambleas, te pregunto, ¿Es cierto que hay estrategias para dirigir una asamblea, para reventarla, etc?.
Bicos al sol.
Blue, mi hermana estuvo también ayer por allí. ¡qué casualidad!
ResponderEliminar"debate densísimo" (ja,ja). Somos de un exagerado en esto de los blogs!
ResponderEliminarBlue, lo que preguntas daría también para una entrada. Las asambleas son perfectamente dirigibles: yo he dirigido muchas. Lo de reventarlas depende del encaje que tenga el orador para fajar o golpear a su vez, pero son muy fáciles de reventar con un orador no experto. Yo he reventado algunas. Mi estilo de reventar es poner en callejón sin salida al orador, pero hay otro estilo, no menos efectivo: el plasta que pilla el micro e inicia un discurso vacío, lleno de autoreferencias a lo guay que es uno mismo, y cuando a la media hora alguien le increpa que ya está bien, alude a la libertad de expresión y a que no ha acabado de construir su discurso. La gente se aburre.
ResponderEliminarLa modalidad que se suele dar más a menudo es llegar a asambleas de resultado prepactado. Arden los teléfonos antes de la asamblea, se llega a acuerdos previos, y la asamblea es mero paripé para que el pueblo crea que hay debate. De estas he visto muchas.
Para que una asamblea no fuese dirigible se debería contar con una masa uniformemente informada y con criterio individual. Aparte de que, en España, esto es difícil darse, otra peculiaridad del hispano es que delega en caudillos. "Yo lo que tú me digas, que tú sabes de esto". Nos pasa desde la antigüedad, nos gusta delegar en quien sabe. Esto no sería malo si los caudillos fuesen siempre el mejor, no fuesen corruptos y no les moviese el interés propio en no pocas ocasiones.
Así que entre conspiraciones previas, profesionales del reviente o del pastoreo, tipos que quieren sus 15 minutos (mejor un par de horas) de gloria para autoensalzarse y caudillismos delegados... No son lo que desde fuera y desde un punto de vista inocente pueden parecer.
Ojo: no acuso a DRY de estas maniobras, hablo de lo que he visto en sindicatos.
¿Sí? ¿Estuvo?, yo escuché un buen rato pero iba muy lento...
ResponderEliminarJajaja, David, el tema lo daría, eso sí, y en tu blog se dio debate, sin el densísimo, jajaja.
ResponderEliminarPues me encanta haber escuchado esto de primera mano. El método B para reventar me encanta, es que me vienen a la mente unas cuantas asambleas, ja, ja...zzzz.....
ResponderEliminarTambién escuché que cuando las quiere dirigir un grupo, se suelen colocar en la sala separados, como en las cuatro esquinas, para dar idea de que su opinión es un sentir común ¿Puede ser?.
Te leo atentamente, ja, ja.
Esa táctica no la he oído, Blue. Es ya bastante depurada. Lo que suele hacerse hasta donde yo llego es, previamente a la asamblea, tomar a grupitos e influirles o intoxicarles en la dirección que quieres, para que ellos trabajen por ti haciendo de masa en contra.
ResponderEliminarVaya, pues pensé que era antigua. Y tiene su lógica, porque si cuatro compinches se ponen juntos ya se descubren, pero si se esparcen por la sala... ya es otra cosa muy distinta.
ResponderEliminar;-)
De nuevo hasta donde yo llego: suele ser al revés: los compinches se agrupan y hacen fuerza juntos, lo que también da sensación de masa porque ellos llevan las ideas claras y la dirección concreta y el resto a está a ver qué se dice.
ResponderEliminarNo digo para nada que no pase lo que tú dices, seguro que sí. Lo que digo es que yo ahí no he llegado.
También está el rebelde que se niega a todo por sistema; el que se levanta y ordena a los demás en tono populachero la dirección a seguir; el que habla y la caga balbuceando y con constantes inseguridades: "digo yo, eh, que no sé si será así, eh, a lo mejor no es así, eh", etc.
ResponderEliminarBueno, una cosa si es cierta. No es posible,me refiero a dar pasos reales y certeros,hacer asambleas multitudinarias y resolver sin que pasen horas de discursos,propuestas,mociones de orden,etc...termina desgastando y queda todo en la nada. El concepto de democracia, ese ideal de todos juntos resolviendo es posible si se organizan pequeñas asambleas donde se traten temas en común o que cada grupo eleve, ya sea a un plenario de delegados u otra forma, sus propuestas a ser bajadas al resto y discutidas.
ResponderEliminarEl proyecto ese de ley, no debería tener andamiento alguno ya que sobre eso se ha legislado,es perder el tiempo.Así debieran pensar los que tienen que votarlo.
Exacto, Fio, organización, estructura, delegación revocable... Debates sobre temas muy concretos y , a ser posible, a "sí" o "no", sin más derivaciones...
ResponderEliminarEl proyecto de Ley lleva una mala leche clara: asumir que eres culpable mientras no demuestres lo contrario. Como de costumbre, para enmascarar esta aberración que nos hace retroceder 3 siglos, se apela a una buena causa: la pobre gente discriminada.
En esa Ley siempre habrá algo que te haga ser culpable. Es como aquello del pecado: por obra, pensamiento u omisión. Vale, pues me doy por jodido porque si no lo hice lo pensé. U omití el pensarlo en contra. Soy culpable.
Ah, Fio, si ganas de hacer ya un tema de pura risa ya tengo. Pero mire cómo está el patio en España...
ResponderEliminarBesos.
Estoy de acuerdo con lo que cuentas, Descla. A mí me parece desde el principio que se pasan de demócratas, porque una cosa es hacer una asamblea para cambiar algo en tu universidad, por ejemplo, y otra muy distinta pretender cambiar un país. Yo también estoy básicamente de acuerdo con muchas de las cosas que piden, pero lo de las plazas se ha convertido en una guarrería y acaban dando una imagen de vagos y cochinos que les está perjudicando. Si es que esto no tiene arreglo...
ResponderEliminarHagame caso,una cucharadita de miel,jajajaja,verá mejor las cosas. Por eso le decía,como entendí perfectamente el proyecto ese, es absurdo. Ya de por sí los medios de in-comunicación se dedican a presuimir de culpables a todos y por todo,con una ley así,que desastre.
ResponderEliminarSu, hola què tal?Lo que pasa es que la falta de ejercicio democràtico real lleva a estas cosas y cierto rigor político,me refiero al hacer político que todos mal o bien hacemos a diario.
Para mi, lo interesante no es lo que hacen los del 15M, eso ya es pasado, lo interesante es que hacen los de afuera, el Gobierno, las organizaciones intelectuales, las universidades, los estudiantes.
ResponderEliminarLo que hicieron en Barcelona, no es de recibo, por otro lado el 15M en si, está abocado en quedar en agua de borrajas, Gandhi solo ha habido uno e irrepetible, y además era la India lidiando con ingleses en decadencia, y si no hay fuego y mucho humo, en estos días no hay nada que rascar...
Salud
"A la maruja belenestebanizada, a la choni poligonera que sueña con ponerse tetas como balones de playa, al futbolero que "siente los colores" de su equipo de mercenarios, al Yónatan poligonero que sueña con tunearse el Seat León para que parezca un Ferrari hecho en Nigeria... a toda esta gente se la suda la asamblea, no tiene nada que decir en ellas y si hablasen sería para peor."
ResponderEliminarJoder DESCLA, que la ironía no se pilla en un blogg. Porque... ¿esto es irónico, verdad?
Como siempre la solución ya está inventada hace muuuuucho tiempo: CABALLO DE TROYA. Meterse en el sistema y desde dentro, poco a poco, ir erosionándolo.
ResponderEliminarUn saludo.
Su: esperemos que si no tiene arreglo del todo, tenga mejorías.
ResponderEliminarBesos. Supongo que todo bien.
Genín: si es eso: lo del 15- M ya estuvo bien, ya cumplió su función de despertar. Seguir enquistado en la acamapada... No lo veo.
Michel: no te entendía y después caí en la cuenta: lo dices por los futboleros.
Sí, debí poner futboleros fanáticos, juligans, etc, algo así que salve a tanta gente que le gusta el fútbol y lo disfruta y no por ello tiene inquietudes. Luego lo concreto que tienes razón.
"Y no por ello deja de tener inquietudes" quise decir.
ResponderEliminarVoy a tomar otro café...
No, no DESCLA, lo decía por TOOOOODO el párrafo.
ResponderEliminar¿Seguimos con ironía, o qué?
Un saludo.
Ahhhh, jajaja, estoy espeso: sí, es ironía. O más bien cinismo.
ResponderEliminar