"Inside Job", gringos y españoles.

Solemos burlarnos los europeos, los "ex" del estado del bienestar, del sistema socioeconómico gringo. Le atribuimos flagrante incultura al gringo de a pie; que si no saben dónde está España, que si creen que es una provincia de México... Algo bastante lógico habida cuenta de que el 93, 87% (más o menos, oiga) de los españoles, con los ojos cerrados, saben situar Buaioming en un mapa. Y si me apuran un porcentaje aún más alto sitúa Bolivia sin dudar ni un segundo. ¿Y qué decir de su Sanidad?, que si eres pobre te mueres, etc. Venga, va, voy a ser muy español profundo y voy a creer todo esto, voy a creer en la innata superioridad sociocultural europea frente al descarnado capitalismo gringo. Al fin y al cabo algo de eso hay.

Pero hay algo con lo que no voy, no puedo tragar. Los gringos los tienen bastante más bien puestos que nosotros a la hora de denunciar y luchar contra las incongruencias del sistema. De aquí a Lima. 

El capitalismo descarnado gringo alguna ventaja debía tener en alguna parcela... Parece que la secular tradición española de la subvención, del arrímate a buen árbol y buena sombra te cobijará, acalla muchas voces que debieran ser críticas y las convierte en palanganeros de la blenorragia estatal de turno. La subvención mata la crítica y convierte en palmero al espíritu más rebelde. No lo digo por nuestros sindicatos UGT y CCOO, eh, que esos mantienen la llama revolucionaria. La madre que los parió, atajo de gordos gandules, siempre baboseando los billetes al poderoso de turno...

En España el concepto ideológico de "independiente", salvo las honrosas excepciones, se suele convertir de manera automática en dependiente de quién ponga los duros para que opines a su favor. Nada nuevo bajo el sol, lo de siempre, la España indomable y tal, la de que el trabajo deshonra y mejor pillar una concejalía, o mejor aún que me coloque mi cuñado el concejal. La España hidalga de charanga y pandereta, la que va siempre tras los curas: hoy quemándoles las faldas y mañana de nuevo postrado besándoles el anillo si vuelven a tomar poder.

"Inside Job" es un documental valiente y bien realizado. Sí: hace corto. Desconfié al ver que le dieron un Óscar (los Óscar no se ganan, se otorgan), pero a veces hay excepciones que confirman la regla. Hace corto, pero va mucho más allá de lo imaginable en España. A años luz de lo que cualquiera puede soñar hacer aquí sin acabar en la cárcel acusado de alguna falsa violación o vaya usted a saber qué comodín del sistema. Nombres, apellidos y caras de los artífices de la estafa financiera en Estados Unidos. Pruebas, documentos y demostraciones de la más que clara complicidad de TODOS los gobiernos estadounidenses desde el vaquero Reagan hasta el negro desteñido Obama I el progre, con la estafa financiera que ha dejado en la calle a cientos de miles de personas. Asombro ante la impunidad e inmunidad, ante como se ríen abiertamente de nosotros mirando a la cámara, de los arquitectos de tan monumental estafa. Fácil comprensión de la trama, sólo en algunos pasajes personas sin conocimientos económicos pueden sentir algo de confusión, pero está explicado muy claro.

Hace corto al librar al FMI y a Europa de esta estafa, al dejar caer que "no va con ellos", que ha sido algo interno gringo, quizás por ese chauvinismo del que hablábamos al principio.

Véanla y opinen. Yo la vi sin abrir la boca en toda su duración, salvo para decir: "la madre que los parió" y "dadme una pistola".

Y mientras, en España estrenamos "Escuchando al juez Garzón" de la oficialista Coixet. Según ella para "luchar contra esa capa de mentiras tejida por la derecha". Esto es nuestra muestra de cine rebelde de denuncia. Esto es una mierda desvergonzada.

"Inside Job" nos muestra una perogrullada: quien cobra de los banqueros trabaja para ellos. Igualmente nos muestra que su pepé y su pesoe, demócratas y republicanos, están ambos, gobierno tras gobierno, metidos en la misma mierda. Aquí en España parece que con recurrir al comodín de la izquierda-derecha ya salten energúmenos de uno y otro lado con la fe del carbonero a defender imposibles. Nuestro juez superhéroe de izquierdas chachi piruli gran cazador con ministros, es una pobre víctima de la derecha. Una pobre víctima de la derecha que se infló a pedir dinero a bancos y multinacionales para hacer sus cosillas. Mientras tanto iba de cacería con el ministro de Justicia.

Se puede y se debe ser antitaurino y apoyar a Garzón.

Parece claro que hay diferencias entre el modelo de denuncia gringo y el español: aquí seguimos tras los curas.