miércoles, 17 de marzo de 2010

Me pido ser...

Vía el blog de Susana Plandugal y la prensa, me entero de que le han concedido a un ser la condición legal sexual de neutro. O sea, ni hombre ni mujer. Ni carne ni pescado. Ni chicha ni limoná. Ni soy de aquí ni soy de allá.
El ser en cuestión, no se sentía ni hombre ni mujer, y tras haber probado ambas experiencias decide que se quiere quedar en la no nada y legalmente se lo conceden. Mola, puerta abierta a pedir al gusto, al capricho de temporada y a la autorealización personal. Todo legal, eh, no se vayan a creer.
No me voy a meter con el ser, bastante desgracia tiene consigo mismo. Y no les sepa mal que le llame ¨ser¨; es que no sé cómo llamarle (ni es humano ni humana, es...otra cosa).

Grandiosos absurdos legalistas relativistas. Recuerdo el caso de cuando se legalizó a todos los efectos la prostitución en Alemania, que llamaron del paro para trabajar de puta a una chica que no quería ejercer de eso. Todo legal: chica parada, puesto con seguridad social, contrato, etcétera. Al negarse, perdió la prestación. Salió en prensa protestando y no sé cómo quedaría el caso al final. Grandiosos absurdos legalistas relativistas.

El hermafroditismo humano existe, pero es la anomalía, no la norma. No obstante sepan que no hay ningún caso humano con la capacidad de producir óvulos y espermatozoides al mismo tiempo. No son ¨auténticos¨ hermafroditas, son personas que tienen los dos órganos sexuales pero uno o los dos no puede ejercer función reproductiva. Y en cualquier caso hablaríamos de un ser que es hombre y mujer, no un no-nada neutro.

En España, por supuesto, ya se ha pedido la misma legislación para que quien lo desee pueda elegir a la carta que quiere ser. Posiblemente yo me pida ciervo adulto bisexual para la temporada primavera-verano 2010, luego ya me pediré otra cosa.

Nunca entenderé a quien se practica la ablación a sí mismo para quitarse un pene y ponerse una vagina y un clítoris de cartón piedra, inútiles para el placer y la procreación. Ni el caso contrario, por supuesto. Si la homosexualidad, la bisexualidad y la trisexualidad ya están social y legalmente aceptadas, no entiendo esa manía de jugar a dios y automutilarte, qué más da si eres chico y te gustan los chicos, pues vivan los novios, y tu madre contenta de que salgas por la tele contándolo.
Pero no voy a criticar a las personas que hacen eso, que se automutilan, porque no consigo empatizar con ellas y, al fin y al cabo, con su cuerpo se lo hacen.

Me parece mucho más peligroso lo del sexo neutro, o ¨género¨ como le llama la progresía, empeñada en que el sexo es una construcción social. Me rasco un poco la construcción social y sigo. Ya.
En esta sociedad desquiciada, sin rumbo ético, infantilizada y caprichosa, abrir legalmente la puerta a que cada uno elija en cada momento lo que le apetece ser, traerá consecuencias legales desastrosas. Teniendo ya leyes nazis que diferencian entre hombre y mujer, ya veremos el pifostio que se monta cuando el señor Manolo, de profesión camionero, decida esta temporada ser princesa y denunciar a algún hombre por maltrato. Ya veremos...

Les propongo diversos modelos para elegir. Recuerden que da igual su sexo real, ustedes pueden ser lo que quieran:

Guapo acanallado de puerto.
Princesa pija remilgada.
Ama de casa con secreto furor uterino.
Director de cine manchego pero macho macho.
Cura gigoló.
Gris oficinista con afición a chaperos senegaleses.
Pastor alemán gay activo o su pareja pasivo.
Corderita de Norit lesbiana dominanta o su pareja sumisa.

Y... qué coño, ¿por qué perros con perros y corderos con corderos?

Pastor alemán gay activo con corderita lesbiana sumisa mientras el gris oficinista mira y el cura bendice.

Por Dios, que se hunda de una vez esta civilización y que llegue lo que tenga que venir, que no soportaré tanta gilipollez mucho tiempo.

El Desclasado ha hablado.

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