Haré un resumen ligero para llegar al episodio que quiero traer.
Recordaremos que el emperador de Bizancio, Andrónico, pidió ayuda a Aragón para luchar contra el asedio turco que amenazaba tomar Constantinopla, y Aragón le envió a los Almogávares comandados por Roger de Flor. Hubo un triplete de circunstancias que hicieron recabar a los Almogávares en Bizancio: los Almogávares estaban en Sicilia, y habiéndose firmado la paz, Federico II de Sicilia estaba hasta los huevos de estas malas bestias que estando desfaenados, eran más peligrosos que en guerra.
Por otra parte Roger de Flor tenía ciertos ¨problemillas¨ con el Papa, y estando Sicilia ahora a buenas con la Iglesia, más le valía poner tierra de por medio. Sumadas estas circunstancias al llamamiento de Bizancio para luchar contra el turco, ya tenemos a los Almogávares proa a Constantinopla.
Teniendo en cuenta que estas tropas españolas viajaban con su familia, y siendo el número total de unas 7 u 8 mil personas, podemos deducir que los soldados en sí, casados por solteros, que fueron hacia Oriente serían unos 2.500/3.000.
Llegados a Constantinopla, se instalan en unos cuarteles. Había en la ciudad un barrio genovés, y los genoveses de la época, banqueros, altivos y relamidos, cometieron el grave, gravísimo error de burlarse del aspecto de los Almogávares, que vestían abarcas y pieles de ciervo y oso. El desliz genovés les costó a los relamidos entre 3.000 y 4.000 muertos, en palabras de Pérez Reverte: ¨en una especie de botellón que acabó como el rosario de la aurora¨. Por la parte almogávar el parte fue de 2 heridos leves.
Este era el aspecto de un almogávar:
Estas gentes que se llaman Almogávares no viven más que para el oficio de las armas. No viven ni las ciudades ni las villas, sino en las montañas y los bosques, y guerrean todos los días contra los Sarracenos: y penetran en tierra de Sarracenos una jornada o dos, saqueando y tomando Sarracenos cautivos; y de eso viven. Y soportan condiciones de existencia muy duras, que otros no podrían soportar. Que bien pasarán dos días sin comer si es necesario, comerán hierbas de los campos sin problema. Y los adalides que los guían conocen el país y los caminos. Y no llevan más que una gonela o una camisa, sea verano o invierno, y en las piernas llevan unas calzas de cuero y en los pies unas abarcas de cuero. Y traen buen cuchillo y buen correa y un eslabón[4] en el cinto. Y trae cada uno una buena lanza y dos dardos, así como una panetera de cuero a la espalda, donde portan sus viandas. Y son muy fuertes y muy rápidos, para huir y para perseguir; y son catalanes y aragoneses y sarracenos.
Bernat Desclot Crònica, cap. LXXIX
Y así los pintaron desfilando por Constantinopla (Se supone que la pintura estará bastante ¨dulcificada¨)
Tras el episodio de los genoveses, el emperador Andrónico y su hijo el principe Miguel, probablemente empezarían a preguntarse que clase de fulanos habían metido en su ciudad. Pero de momento estando la amenaza del turco, aún les servían y había ¨buen rollo¨, tanto que casaron a Roger de Flor con la sobrina de Andrónico, María.
Parten por fin los Almogávares a luchar contra los turcos. El guerrero turco de la época resultaba bastante amariconado para la mentalidad española: siempre de punta en blanco, con plata y oro de adorno en escudos y caballos, tenían además fama de sodomitas, aunque hay que decir que si acaso le pegaban a pelo y pluma, porque en los campamentos turcos los españoles encontraban niñas de hasta 12 años que les servían de concubinas. Todo esto no quita para que fueran excelentes y temidos guerreros, salvo que se enfrentaran contra españoles, claro.
Tenían los españoles que esperar a sus aliados bizantinos y alanos, pero ya se sabe que estos muchachos se aburrían si estaban mucho tiempo parados, y en solitario y en número de más o menos 3.000, cargan contra un ejército turco enormemente superior, y sin sufrir apenas bajas envían a ver a Alá a 13.000 turcos de la primera tacada. No se hacen prisioneros: ni se les puede ni se les quiere mantener. Así que todo varón mayor de 10 años es pasado a cuchillo, y los menores se adoptan para entrenarlos como almogávares.
A su llegada, los capitanes aliados se agarran un monumental cabreo, al verse privados de la gloria de tan descomunal triunfo. En el caso de los bizantinos el cabreo se agrava al haber triunfado los almogávares en total inferioridad numérica, donde ellos habían fracasado con ejércitos mucho mayores. Empiezan las envidias....y el miedo.
La anécdota: nos cuenta el cronista que saqueando las lujosas tiendas turcas, un almogávar se encuentra un recipiente con un liquido dentro, lo abre, da un trago y no le desagrada, por lo que sigue bebiendo. En estas entra otro almogávar y empieza a increpar al primero: -¿Pero qué haces, pedazo de animal, que eso es un perfume carísimo que le podemos sacar buen dinero?
Y así lo narra el cronista riendo, entre los ¨eructos exquisitamente perfumados¨ del uno, y el cabreo del otro que ve perder parte del botín.
Siguen los españoles ahora con sus aliados masacrando turcos por miles. En el último encontronazo que los turcos se atrevieron a protagonizar, se enfrentaron contra 40.000 guerreros. Hay que destacar la valentía de los turcos, puesto que no huyeron hasta que 18.000 se habían acostado para no levantarse más.
Conjurado y para mucho tiempo el peligro turco, los españoles se preparan para pasar la invernada en Gallipoli.
A estas alturas el emperador Andrónico, su hijo Miguel, y toda la nobleza bizantina están acojonados. Casi que preferían la amenaza turca que tener a esas bestias viviendo en su territorio. Muy posiblemente el cálculo del emperador fuera que tras los choques con los turcos la tropa española se vería muy reducida numéricamente, siendo entonces fácil de controlar. Pero no: las bajas españolas han sido ínfimas. Para acabarlo de arreglar, 1.000 alanos y un numero indeterminado de bizantinos, se ponen al servicio de los almogávares ¨para luchar a la manera almogávar¨y ser almogávares de pleno derecho. Este hecho causó la profunda y razonable indignación de los jefes alanos y bizantinos. El jefe almogávar, Roger de Flor, es llamado a palacio, a Constantinopla. Deja a las tropas acuarteladas en Gallipoli y parte junto a algunos de sus capitanes. En la corte es asesinado y sus capitanes hechos prisioneros y posteriormente muertos cuando se rebelan. Los genoveses, rencorosos, los echaban vivos a hogueras, encadenados por los pies. La traición se ha consumado, la noticia no tarda en llegar a Gallipoli...
Llega la noticia a Gallipoli y ni invernada ni ostias: los españoles se aprestan para la venganza e inician camino hacia Constantinopla para que el emperador ¨les explique¨ qué es eso de andar traicionando y no pagar la soldada.
Dejan en Gallipoli a sus mujeres e hijos y a los almogávares heridos e inválidos al mando a Muntaner.
Era Muntaner el intelectual de los almogávares. Caía bien y era apreciado por la soldadesca, porque siendo poeta e intelectual nunca rehuía la primera linea del combate y los almogávares apreciaban esta actitud en un tipo que tenía todos los boletos para ser un finolis. Fue Muntaner el que escribió la crónica en la que todo el mundo se basa para recrear esta gesta. Se van los almogávares por Tracia y siguiendo su costumbre, devastan, saquean y matan por miles a los nuevos enemigos alanos y bizantinos. (De los turcos y para bastante tiempo, ni rastro.) . Por el camino les da tiempo a acuchillarse entre ellos por problemas de liderazgo hasta que se aclaran.
Así que allí queda Muntaner al mando, con las mujeres e hijos pequeños de los Almogávares y sobre 150 soldados heridos o inválidos. Enterado el ¨valiente¨Andrónico de esta circunstancia, organiza un ataque con tropas fundamentalmente genovesas -deseosas de vengar su humillación de Constantinopla- contra Gallipoli.
Muntaner se las ve mal, muy mal, sólo cuenta con una enorme masa de mujeres y niños pequeños y con unos 150 soldados inválidos. No obstante, se organiza la defensa. Se pone a un soldado hombre a mandar sobre grupos de unas 10 mujeres. Digamos que la función del soldado inválido es hacer de ¨cabo¨y dirigir la defensa, mientras que la función de las mujeres es hacer de soldados y guerrear.
Llegan los genoveses al mando de Spinola en gran número y seguros de su victoria. Comienza el ataque de noche, pero las mujeres resisten los primeros envites, lo que desconcierta y desmoraliza a los genoveses, que no se explican cómo coño (nunca mejor dicho) no consiguen pasar. El intento de derruir las murallas dura hasta el alba.
Al despuntar el día, Spinola con un cabreo de 3 pares, ordena a sus hombres atacar frontalmente el fortín. Las ¨almogávaras¨ empiezan a sufrir bajas apreciables. Muntaner sabe que su única esperanza es resistir hasta que el correo que ha enviado de urgencia llegue y haga venir a los Almogávares. Sabe que esa es su única oportunidad. ¿Seguro? No. Observa y ve que con la llegada del día, los genoveses fuertemente equipados, resoplan y empiezan a andar sacando la lengua de calor...El poeta decide jugársela y ordena a sus hombres, los que pueden caminar, equiparse lo más ligero posible, y se encomienda ¨a Dios y a Santa María¨ y con 6 caballos y un reducidísimo número de hombres abre la puerta de la fortaleza y se va directo a por Spinola. De la primera lanzada ensartan a 3 genoveses. Asfixiados de calor y muy poco ligeros al ir muy pertrechados, los genoveses se ven incapaces de parar a los almogávares. El capitán Spinola, pierde literalmente la cabeza, en el mismo sitio donde los había desafiado, según palabras de Muntaner. Muerto su jefe, y humillados por un ejército de mujeres, los genoveses huyen como ratas. Más de 600 muertos les habían hecho las señoras ¨almogavarás¨ y la acometida suicida y por fortuna venturosa de Muntaner y su grupo de semi-inválidos.
Muntaner, cachondo, dice en su crónica que quedó ¨Mal acompañado de hombres y bien de mujeres, pues más de 2.000 fueron las que quedaron conmigo entre unas y otras¨. Este dicho le provocó innumerables bromas pícaras de sus compañeros de armas. Y tras este hecho la leyenda de invencibilidad de las tropas españolas fue total en Bizancio.
No mucho más tarde los almogávares, siguiendo con su costumbre pasarían a cuchillo a 26.000 bizantinos, pero ésa ya es otra historia.
Para saber más: Crónica de Muntaner en catalán antiguo y castellano:
http://books.google.es/books?id=CRneSuwMqCoC&pg=PA421&dq=Muntaner+Bien+acompa%C3%B1ado+de+mujeres+y+mal+de+hombres
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Hace 1 semana
me reí mucho con lo de «Llega la noticia a Gallipoli y ni invernada ni ostias»
ResponderEliminarLa guerra es de bárbaros se vistan como se vistan.
¿A qué suena el aragonés?
Saludos.
El aragonés actual es un castellano con algunos giros propios, que se distingue por acabar los diminutivos en "ico" en vez de en "ito" : pequeñico por pequeñito, por ejemplo.
ResponderEliminarEl aragonés antiguo, que sectores nacionalistas aragoneses quieren recuperar, es otra derivación del latín muy similar al castellano, que apenas se habla en la actualidad salvo personas viejas de los valles pirenaicos.
En la época que está narrado el asunto, Cataluña pertenecía a la corona de Aragón, por lo que los almogávares iban mezclados catalanes y aragoneses (además de otros lugares) y también se hablaba catalán, otra derivación del latín igualmente muy similar al castellano.
De las lenguas regionales habladas en España, la única que no deriva del latín y se hace por ello bastante ininteligible para un castellano-parlante, es el vasco, que aún no se han puesto de acuerdo si es íbero o de dónde viene.
integrales y derivados, un verdadero dolor de cabeza.
ResponderEliminar¿Como es posible que viva aqui y nadie me haya contado nunca esta historia?. Es que tenias que hacerlo tu descla, con ese vocabulario y de forma tan perfecta y comprensible. ¡Que historia mas tremenda!.
ResponderEliminarSigo riéndome con aquello de "envían a ver a Alá a 13.000 turcos de la primera tacada" jajajajajaja...
Pero, Mar, ¿tú qué haces por estos rincones recónditos de mi blog? Jajajajaja.
ResponderEliminar¡Aragón, Aragón! ¡Desperta ferro!