miércoles, 6 de enero de 2010

Travesía pirenaica. Septiembre 2009.

Día 1.

Me levanto en Torla. Llegué ayer noche y ya he dormido aquí. Lo he vuelto a hacer: la mochila estimo que pesará unos 35 kilos; si una caja de naranjas pesa 25, a ojo calculo que la mochila debe pesar 10 más. Y el caso es que todo lo que llevo me parece necesario: comida para 3 días, saco de dormir gordo, cacharros para cocinar, hornillo, ropa de abrigo, un libro pequeño, planos, capote y pantalón chubasquero... Nunca aprenderé...

Técnicamente lo que voy a hacer se llama ¨Vuelta al Mondarruego¨. Lo preparo de tranquilo y el primer día haré Pradera de Ordesa-Góriz, algo muy asequible.

Toda la noche ha estado tronando y lloviendo y el día me sale así:

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Así que paso de hacer el itinerario Torla-Pradera andando, y me subo al autobús (en verano está prohibido circular con coche privado hasta la pradera, las únicas opciones son autobús o a pata.) Como se prevé lluvia segura, no quiero arrancar mojándome y prefiero retrasar la chopada un poco. El autobús 3 pavos sólo ida. El conductor (que no tiene culpa) no llevaba trabuco aparentemente. El autobús lleno de guiris, marujas y marujos con chancletas, niños berreones, y en general ambiente folclórico hispánico de calidad elevada.

Nos sueltan en la Pradera de Ordesa. Me siento en los bancos de madera del bar pido una lata de Coca cola y le pido un cigarro a una medio pelirroja-rubia de aspecto extraño. Es extranjera y me da un Pall Mall mentolado. ¡Dios qué malo está eso! Lo tiro a mitad y me cargo la mochila. Me voy sin tabaco. Entre que he comprado comida en el pueblo y he paseado un poco, se me han hecho las 11:00.

Empiezo la ruta y a intervalos llueve. Es un coñazo porque el capote chubasquero me hace sudar mucho y más cargado como un burro. Me lo voy quitando y poniendo. A los 2/3 kilómetros me empiezo a acordar mucho de mi progenitora: la mochila cada vez parece pesar más. Atravieso el bosque de hayas (por lo menos ahí bajo de las hayas no llega la lluvia). Apenas hay gente por la lluvia. Se empieza a abrir el valle hacía la configuración glaciar. Unos bajan de arriba, les pregunto como está el tiempo por allá. ¨Chungo¨, me dicen.

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Paso las cascadas del estrecho y de la cueva. No me apetece buscar la foto bonita porque tengo que bajar bastante altura de la que ya he ganado y el mochilón desanima. Llego a las ¨Gradas de Soaso¨ y se acaba el camino con ligera pendiente y empiezas a ascender por senda escalonada.

Las gradas. En la imagen no se aprecia la grandeza, parece un arroyuelo. Es un señor río:

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Pasado el sendero escalonado llego a Soaso y el valle se abre. Mira qué mono, oye, que está empedrado el camino para que la gente no pise por todos los sitios y se carguen la pradera:

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Y desilusión: el pequeño refugio donde una vez dormí, se ha venido abajo. Rayo, la cubierta era metálica, o acumulación de nieve a lo bruto, no sé. Esto es lo que queda de él. ¨Siempre nos quedará París...¨
Obsérvese con que arte pongo medio dedo sobre el margen derecho del objetivo. Muchas tablas es lo que tengo...

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Llego a la Cola de caballo, me salen las cuentas y he invertido 3 horas. Partí de 1310 mts y ya he llegado a los 1850. En el plano arriba se ve Góriz.

El señor ése con pantalón corto, calcetines blancos estirados, y mochila Pocahontas, ni lo conozco ni tengo ninguna relación con él:

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Ojo a la cola de caballo que en el deshielo se pone fuerte (foto prestada)

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Me hago un par de sanwiches en la base de la cascada. Se aguanta sin llover de momento.

Me acabo los sanwiches y un señor catalán, sin duda alguna independentista y malvado, se saca en mis narices un paquete de Fortuna y se encasqueta un cigarro en la boca. Si es que van provocando... Le gorroneo un cigarro que me sabe a gloria. El tío me ve tan a gusto que me dice si me da un par más (quizás no fuera independentista, empezaba a parecer español de bien). Tengo fuerza de voluntad y le digo que voy arriba y que no me quiero llevar, que muchas gracias.
Desde aquí hacia Góriz puedes subir por sendero (más largo) o por las clavijas y cadenas puestas en la roca en una trepada sin dificultad técnica. Opto por las clavijas. Me da un poco de mieditis por lo resbaladizo por mojado, pero el paso aún cargado no tiene dificultad técnica. Me vuelvo a colocar la mochila, ya no recordaba lo que pesaba, y empiezo a subir.

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Llego a las clavijas y p´arriba como un bravo. En el medio de la foto veis la cadena:

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Llego arriba, salvada la muralla del circo de Soaso. Me temblequean las piernas un poco, sin duda de frío, porque los machos no temblamos de miedo. ¿Qué es el miedo?
Desde arriba se aprecia la perfección glaciar del Circo de Soaso en su esplendor.

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Por la grieta cae la cola de caballo. Esta vez, en un alarde de creatividad vanguardista, pongo el dátil debajo del objetivo. Hay que innovar:

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Tras un sendero estrecho y trepador, con revueltas para salvar un murallón, se abre otra pradera. Al fondo el circo de Góriz y en rojo donde está el refugio.

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Llegada triunfal a Góriz. 2.200 mts. Primer objetivo cumplido y son las 16:45. Qué largo se me ha hecho para ser el primer día y aún sin costumbre de andar horas cargado. La gafotas del moño de la puerta, andaluza ella, me daba morbo. Estoy enfermo. Luego por la noche me dio un cigarro ¨L&M¨. Luego vi unas francesas que me hicieron olvidar a la gafotas. Todas con novio, qué descompensado está el mundo. Mis ocultas e inconfesables fantasías de tirarme a alguna en la litera de un refugio, creo que van a tener que esperar.
Curiosamente tal y como llegue, pegó un trueno fuertísimo y se puso a llover torrencial. Acojonan mucho las tormentas en alta montaña, se ven...como muy cerca...

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Góriz está ¨petado¨. Me temo lo peor. Pregunto si hay sitio (no he reservado, siempre en plan jipi) y tengo suerte y quedan 3 camas. Me dan la 68, por uno no me dan la buena y duermo del revés.
Todo el mundo menos yo, parece ser, ha reservado cena. Así que van acomodando mesas con platos y cubiertos y me van tirando a mí con mi hornillo y mi bote de lentejas ¨Hacendado King Size¨. Al final le pregunto a la guarda que donde me van a dejar cenar y se ríe y me adjudica una mesa. La de los pobres debe ser.
Durante la cena, este rubio se me pone muy meloso. Son todos unos putos, les das de comer y ya no te los quitas de encima (la chancla es del chico sentado frente a mí)

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Lo bueno (malo) de estos sitios es que como no dejan fumar, todos los fumadores van a la puerta, con lo que es fácil ¨cazar¨cigarros. La andaluza del moño me da el L&M antes mentado. Cae la noche sobre el refugio y no para de llover. Hago pandilla con 3 catalanes jovencitos y 4 navarros cuarentones que me orientan para ir mañana hacia la brecha de Roldan y Sarradets. A las 10:00 estoy en la cama y caigo como un tronco.

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Día 2.

A las 7:00 tocan diana. Estos montañeros están locos. La cuestión es que a las 8:30 cierran el comedor ¨para limpiar¨, así que te obligan a levantarte antes de las 8:00. En el refugio había mantas disponibles, así que empiezo a pensar que el saco es un peso muerto de momento. En realidad siempre me lo llevo ¨por si pasa algo¨ y nunca pasa nada y siempre lo paseo. Descubro además que también dan gratis chancletas, ya ni te las cobran, por lo que las chancletas otro peso tonto. Me juro a mí mismo que no me llevaré más chancletas aunque en otros refugios tenga que ir descalzo.
Encima me olvidé la linterna frontal y para salir a mear a mitad de noche he ido a oscuras. Eso sí, llevo 6 hermosas pilas de repuesto para el frontal que no llevo. Cojonudo.
Me voy a mi mesa de los pobres y me hago mi taza de polvos del Lidl de la que supuestamente sale un café con leche azucarado. Bueno, se puede beber el brebaje y no pesa. Me arreo 6 o 7 sobaos Hacendado.

Empiezo la ascensión. No he ido nunca desde aquí hacia la Brecha y voy a la aventura. Nadie sale en mi dirección, voy solo. ¿Ya os he dicho que también me he olvidado la brújula? Imposible orientarse con el Sol, está muy nublado. Como en mi dirección, la única ruta que sale es hacia la Brecha, me iré guiando por los hitos (montoncitos de piedras en pirámide a modo de señal que hace la gente y tú cuando pasas aportas otra piedrecilla más). Tras un sendero trepador y a ratos de escalada de bajo nivel, llego a la ¨Faja Luenga¨ y se me abre un prado a gran altura, a 2350 mts, alargado, de unos 2 kms más o menos. Me voy orientado porque reconozco con facilidad con el plano los accidentes del terreno sobre los que voy pasando. El circo del final de la Faja Luenga se salva por un collado de la parte izquierda de la foto:

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Salvado el collado de la Faja Luenga y a unos 2450 mts. la niebla, muy espesa, lo cubre todo. Se pone el asunto negro, porque no veo a 10 mts. Ando buscando hitos, y cuando encuentro alguno, vuelvo a andar y desandar en varias direcciones hasta que encuentro otro. El sendero se pone muy trepador, y el caso es que tengo que estar ya muy cerca de la Brecha, pero no veo un pijo. Se levanta un viento helado (para la fecha; puede ser infinitamente peor en invierno). Ya ni hago fotos ¿para qué, para ver blanco? En lo alto de una trepada me encuentro a dos señores que pasan de los 50. Flacos como alambres. Uno es palentino y el otro francés. Al francés le hace mucha gracia que vaya en camiseta e insiste en que me ponga ropa. Con la sudada de la subida no he sentido frío pero en parado se nota. Me pongo un forro. Les pregunto por la Brecha, me dicen que ¨debe estar ahí mismo, sin niebla se vería...¨ Pero no se ve nada. El francés dice que se vuelve, que quería subir al pico Taillón pero que así no vale la pena. El palentino dice que también recula. Les pido si llevan brújula, que me la dejen un momento para sobre el plano, saber por lo menos hacia que dirección tengo que avanzar rompiendo la niebla. Me la deja el palentino y sobre el plano veo hacia donde tengo en teoría que avanzar si me dejan los cortados y las cascadas. Me despido de ellos y sigo. Tras un canchal de piedra suelta con abismo barranquero al lado (en un momento que levantó la niebla pude ver que no era tan profundo, ¨sólo¨de unos 200 mts.) llego a una pared y veo una cadena, por lo que he llegado al Paso de los Sarrios y tengo la brecha al lado. Salvo sin dificultad el paso de los Sarrios, acojona un poco pero no tiene dificultad técnica. En un momento que levanta un poco la niebla, hago foto:

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Avanzo hacia la ya cercana y segura Brecha, y oigo entre la niebla una voz femenina:

¨¿Fgansé, Fgansé?¨

Me desconcierto un poco. El tono es de auxilio pero estoy un par de segundos desconcertado, cuando la voz insiste:

¨¿Espagñol?¨

¡¡¡Ahora si que se caga la perra!!! (o la pegga) Hincho el pecho y digo alto, viril y claro:

¨¡EJPAÑOOÓ!¨

Y no añado ¨Y CON UN PAR DE COJONES COMO LA SAGRADA FAMILIA DE GAUDÍ DE GRANDES¨ porque con franqueza, no me parece apropiado.

Voy hacia la voz, de entre la niebla aparecen sentados 2 chicos y 2 chicas. Un grupo curioso: un melenitas veinteañero, un negro de rastas, una francesa morena y pecosa (la que había llamado al oír pasos), y una española mohina y mal encarada vestida de supermegamontañeraquetecagas del Corte Inglés. Y yo con mi pantalón chandal taleguero y mi forro del Decathlon ¨llevese 2 por 20 €¨

- ¿Qué ocurre, hay heridos?
-No, que nos hemos perdido (la española, con mal gesto)
-¿Pero hacia dónde queréis ir?
-A Góriz, pero no encontramos las señales.

La francesa está acurrucada en el suelo con castañeteo de dientes. Les digo que vengo de allí y que pasada la Faja Luenga la niebla escampa. Les explico como me he orientado yo a base de andar y desandar hasta encontrar hitos, igualmente les digo que si van hacia la izquierda pasado el paso de los Sarrios, el único camino con hitos es el que va a Góriz, si no cogen uno más a la izquierda que sube, según el plano hacia la Torre de Marboré. El melenas traduce al inglés al negro y al francés a la morena. En un momento dado, y con la excusa de ver mi plano, el melenas me aparta y me dice en voz queda:

-Mira, es que soy el guía, pero sólo llevo trabajando un mes. Entonces durante el verano he hecho esto siempre sin niebla, pero hoy, al caer la niebla me he acojonado y como llevo a esta gente...

Queda resuelto el misterio de tan extraño grupo: guía sin experiencia, jovencillos de todo a 100 que quieren las empresas, y clientes: un gringo negro, una francesa y una española.
Les vuelvo a indicar y se animan a seguir. La francesa y el negro parecen encantados de vivir tal aventura. La española malencarada, me da la sensación de que piensa que ¨quien paga manda¨y no está dispuesta a ser muy comprensiva con el pobre melenas.

Trepando ya por un absoluto caos de rocas enormes, saltando de piedra en piedra siguiendo los hitos, de repente me doy con una pared que corta el muro. ¡Me cago en la mar, he llegado a la Brecha y ni la veo! Para que os hagáis cargo de la magnitud la Brecha mide 40 mts de anchura por ¡150! de alta cada pared.

Foto prestada:

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La curiosidad es que a un lado de la brecha es España y al otro Francia, por lo que la brecha es una puerta natural.
Me resguardo un poco del viento helado que en la brecha se acentua, y me hago un par de sanwiches sentado contra la pared de la Brecha, sin ver a dos palmos, snif... Estoy en la máxima cota a 2800 mts

Empiezo a bajar hacia Serradets, y atravieso el glaciar de la Brecha, de unos 200 mts de anchura. No llevo crampones ni piolets y me voy resbalando un poco pero se puede llevar. Para mi grata sorpresa, bajando escampa la niebla y se puede ver la grandiosidad del circo de Gavarnie con su cascada, la más alta de Europa. Imagen tomada luego desde el refugio de Serradets, el cemento es ¨la terraza¨del refugio:

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Estoy en La France. El desnivel entre la Brecha y Serradets es brutal, en apenas un km bajas 300 metros por piedra suelta y atravesando 2 glaciares. A mitad altura hay un escalón-prado desde donde tomo esta foto del refugio. Atención al glaciar de Serradets que se ve en la foto que va a ser el protagonista de la ruptura de la cámara teléfono:

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Llego al refugio. Son las 14:00 más o menos por lo que he invertido 5 1/2 horas con comida incluida. Para las circunstancias no me parece mal. Parece que me he acostumbrado al peso de la mochila y las piernas se me han hecho a andar. Me atiende un chaval gabacho. Habla español. Hay sitio de sobra. No hay ducha; hay lavabo para asearse un poco y remojar la sobaquera. Me pido una Coca cola (2,80 €) y me salgo a la terraza. Llegan unos madrileños de piercings que se hablan a sí mismos de ¨tronko¨ y a mí también. Hacemos amistad. Hablamos de diferentes refugios que conocemos. Me invitan a un Camel Ligth. Se suman 3 vascos sesentones. Les hace gracia que están hablando en euskera con ese bisbiseo suyo y uno dice cuando sale un rayito de Sol: ¨Ahhh. Lorenzooo...¨ y yo le digo: ¨Vaya, Lorenzo se dice igual en euskera que en castellano¨. Se ríen y se pasan a hablar en castellano y se incorporan al grupo terracero. Llegan una pareja cuarentona de castellonenses con 2 chiquillos. La mujer se pone a jugar dentro al parchís con los hijos y el marido se incorpora a la tertulia. El último en sumarse es un granaino de Guadix, que nos cuenta que vive en una cueva pero que están perfectamente acondicionadas, allá en su pueblo. Llegan franceses y alemanes, pero toman un refresco y siguen ruta hacia Gavarnie. A mí de aquí no me deporta ni Stalin que resucitase. En un inicio pensaba llegar a Gavarnie, pero lo he pasado un poco canutas subiendo y estoy a gusto. Los madrileños se empiezan a liar porros y ofrecen, nadie coge.

A la tarde, el matrimonio castellonense y los hijos se van de excursión a la brecha. Hay una hora segura (o más) de subida, pese a que la vemos desde el refugio. Yo hago la grandiosa cagada y se me ocurre la genial idea de grabarme un vídeo a mí mismo andando por el glaciar de la foto anterior, para vacilar con los colegas. Perfecto, me voy al glaciar y me pongo en medio, resbalándome. Enchufo el vídeo, resbalo, y me deslizo 10 mts sobre la cámara. Adiós a la cámara y al teléfono. Fue bonito mientras duró. La pantalla está negra, no puedo saber quien me llama ni llamar yo a nadie ya que no sé ningún teléfono de memoria. Eso sí, tengo un vídeo de un segundo de duración donde se aprecia el morrón.

A problemas sin remedio, litro y medio. Calculo el presupuesto y creo que me da para 4 cervezas. No llega a litro y medio, se queda en 0,33 x 4= 1,32, pero se acerca. Los demás se animan, se ríen bienintencionadamente de mi desgracia (uno de los vascos me pregunta si no tendré ancestros guipuzcoanos) y echamos una tarde cervecera y terracera. Hace frío, estamos a 2550 mts. Se está bien con el forro en la terraza dándole a la birra y charlando. Baja de la brecha el matrimonio castellonense y le pirateo un cigarro marca ¨Habanos¨. Llega un grupo de belgas, de edades diversas. Todos llevan un parche en la chaqueta de un distintivo de un club de montaña. Nos hace gracia lo ¨pelo panojas¨que son y lo destartalados físicamente. Tienen tipos raros. Por ejemplo una chica pelo panoja tiene las piernas muy flacas y delgadas, el culo gordo y los hombros nuevamente estrechos. Coño, pues igual me da morbo. El español no se echa atrás ante nada. Un armiño corretea por las cercanías del refugio y las chovas piquigualdas buscan restos de comida.

A las 18:00, los gabachos cenan, ya ves tú que costumbres. Nuevamente todo el mundo ha reservado la cena menos yo y el granaino, que es un purista de la montaña. Cenamos juntos, él una pasta deshidratada del Decathlon y yo mis lentejas ¨King Size¨donde previamente he hervido rodajas de fuet. Están buenísimas.

Cae la noche. Un belga me da un cigarro raro y largo, no recuerdo la marca. Dormir 15 €. Me meten en una habitación con los belgas. Joer, y encima flamencos, que ni francés hablaban y no entendía nada. Por lo menos no tengo a nadie en la cama de al lado en la litera, estaré ancho. Me acuesto y... se me pone una chica pelo panoja en la cama más cercana, con una cama de separación. Me cago en la leche qué desgracia. Lo que me costó dormirme fantaseando con cosas que no iban a pasar. Encima por la mañana con luz, era más fea que Pipi Langstrum. ¿Y por ese sapo tardé 2 horas en dormirme? (Observe el lector la clara reacción de despecho porque si por la noche el sapo me dice ¨ven¨pierdo vida y hacienda por ir: el español no se arredra etc)

Día 3 y último.

Me despierta el movimiento en la habitación. Los belgas están tocando a carga y se empiezan a levantar. Serán las 7 de la mañana, que gente más fanática. La habitación se empieza a iluminar por la ventana y le veo el careto a la Pipi Langstrum y casi me da algo. Da igual, en la guerra todo agujero es trinchera. Bajo a desayunar mis polvos del Lidl y mis sobaos Hacendado (para los que no sepáis, ¨Hacendado¨ es la marca blanca de los supermercados ¨Mercadona¨) El granaino me acompaña en la cocina, él se hace una infusión que supongo té y se toma unas barritas energéticas. Se va a subir al Marboré. Desayuno y me empiezo a despedir de los tronkos, los vascos, los castellonenses... Palmoteo de hombros y preguntarse mutuamente pa dónde tira cada uno. ¨Bueno, pues hasta la siguiente¨¨Venga, que vaya bien, chaval¨ ¨Vascones, abrigaos, no os confiéis por ser de cerca de Bilbao que hace frío¨ ¨Granaino, si encuentras una cueva no te la acondiciones que te mandarán los gabachos la contribución¨ El guarda del refugio me pregunta a dónde voy y lo apunta. Lo hace con todos. Los belgas saludan en francés, el flamenco les debe parecer muy complicado para nosotros y dicen ¨Bonsua¨así como cantando ¨Bonsuaaaá¨

Para hoy de despedida, me he preparado la ruta más larga: Serradets, Puerto Bujaruelo-Bujaruelo-Torla. En el plano se ve buena tirada. Es todo bajada; voy a descender de 2.600 mts. a 1000.

Inicio el descenso por senda escabrosa y me encuentro con que el glaciar del Taillón monta una cascada anchísima a eso de 1 km del refugio. Voy saltando de piedra en piedra atravesándola. Varias veces tengo que recular e intentar por otro sitio. Cuando esto se hiele en breve, los crampones serán imprescindibles. Superado el cauce, me encuentro con que pegada a la roca hay una cadena pasamanos, para otra vez será...
Sigo por la senda, a ratos buena a ratos de piedra suelta pero en general bien definida y noble, y llego al puerto de Bujaruelo. De nuevo estoy en el límite entre Francia y España y me voy a dejar caer por la vertiente española. El día es magnífico, cielo claro y atmósfera limpia. Pienso que al mediodía el calor y la insolación de altura serán un problema. De momento voy la mar de fresco. Desde el puerto se aprecia la monumental bajada que voy a iniciar y asusta un poco ver tan tan abajo a donde debo llegar. Tomo el sendero GR-11 que es la única ruta que baja. El descenso es brutal, las piernas empiezan a doler mucho porque debo ir frenándome con el mochilón. A mitad de bajada estoy medio agotado de las piernas. Joder, prefiero subir aunque el corazón se me ponga a mil, pero este dolor es muy fastidioso. Me cruzo con algunos que suben, los españoles dicen ¨Hola¨y los gabachos ¨Bonsuaaa¨. Llego a la cabaña de eléctricas, tras brutal descenso, y en esa especie de terraza prado natural se ve la otra bajada que tengo que iniciar ya hasta San Nicolás de Bujaruelo. Dios, de nuevo me asusto de ver el río Ara allí tan abajo. Las vistas preciosas, eso sí, pero pa vistas estoy yo.

En la foto prestada, la terraza prado y al final de él, la vista bestial que os digo:

http://www.komandokroketa.org/Tendenera ... aruelo.JPG

El calibre del descenso, podéis comprender como duele más ir frenándose para bajar que subir:

http://www.komandokroketa.org/Gabietos/ ... aruelo.jpg

Se me ha olvidado comentar que en el refugio de Serradets, igualmente había mantas y chancletas gratuitas.

Después de la terraza prado, el descenso no mejora. Andas y andas y no ves acercarse el río Ara, final del descenso. A ratos vas por una torrentera seca. 2 señores bastante mayores catalanes que me cruzo, bien equipados, me piden información para Serradets, como bajo de allí, les explico. Cuanto más bajo, más me cruzo con excursionistas con pinta de baratillo, sin equipamiento, de los que suben un ratito y bajan sin llegar muy lejos. Por fin tras una eternidad llego al río Ara y al camping y refugio de Bujaruelo, se me ha hecho eterno. Me siento en una terraza y pido un bocata ¨Ordesa¨ (lomo, queso, y pimiento del piquillo) de 5 pavos y 2 latas de Coca cola a 2 pavos cada lata. El bocata es bastante grande, eso sí. Se me acerca otro perro, la triunfo con los perros. A estas alturas mi camiseta debe oler a rayos, he llevado la misma los 3 días, cambiándome al llegar a los refugios después de lavarme y volviéndome a poner la de combate para las rutas. Yo creo que los perros huelen la camiseta y les da así como cariño acercárseme...

Tiro a levantarme para pagar, y Dios, me fallan las piernas... Casi me caigo. Me calmo un poco y voy andando lento y así como cagado, hacia la barra. Me da hasta vergüenza que me vean. Decido descansar un rato porque los remos no me funcionan y vuelvo a salir a la terraza. Dos mamás con hijos que están en la terraza me dan un cigarro ¨Nobel¨y charlan conmigo un rato sobre lo difícil de dejar de fumar. Hecho un descanso de media hora, reanudo con lentitud la ruta. Tengo las piernas hechas trizas y me duelen los abdominales de tanto frenarme bajando, pero poco a poco y lentamente me voy calentando y consigo un paso firme.

El camping de San Nicolás de Bujaruelo está en un sitio precioso, os lo recomiendo. El río Ara hace una playa natural de grava y de aguas cristalinas. Varias cascadas caen sobre el río enfrente del camping. El río se cruza por un puente que parece románico pero está obviamente muy restaurado.

Sigo ruta y empieza a hacer calor. Bastante. El camino hasta Torla es ahora una pista de tierra siguiendo el río. Puedo hacer autostop, pero decido echarle cojones, ya que piernas me quedan pocas, y acabar lo que he empezado. Voy buscando andar por la sombra de los abetos, pinos y hayas del borde de la pista. Rápidamente me acabo el agua, y voy bebiendo haciendo cuenco con las manos de las cascadillas que caen a la pista. El camino, con ser muy bonito, ya no lo es tanto como las alturas de donde bajo. Ya es ¨más normal¨ y se me hace monótono. Del camping a Torla hay unos 12 kms y se me hacen largos. La pista de tierra acaba y entra en la carretera que va de Torla a la pradera. Se me cruza corriendo un perro grande y blanco con pinta de perdido y así como nervioso. Lo que yo digo, tengo imán... El perro está bien cuidado. Llego al puente de los Navarros, empieza el asfalto y el perro se me vuelve a cruzar con el mismo nerviosismo. Sigo avanzando y oigo abajo, lejos en el río, gritar ¨Broooncoooo, Broncooo¨ y pienso: ¨Vale, este busca al perro¨. Llamo al perro y viene dócil. Lo cojo del collar y se deja sumiso, no se muestra nada agresivo y está conforme. Me asomo al pretil del río y chillo: ¨Ehhhh ¿buscas un perro blanco? Lo tengo cogido¨ Sube un chico corriendo y tras darme mucho las gracias se lleva al perro dándole cachetadas y cagándose en su señora perra madre.

A 1 km de Torla me encuentro el hotel ¨Ordesa¨ **** y me meto pa dentro y compro una botella de agua de 1,5 litros. Me siento en el césped, hecho un gitano, y me casco la botella allí, en el suelo. Debía hacer una imagen curiosa, con mi pantalón chandal taleguero, mi camiseta sudada, mi barba de 4 días, medio acampado en un hotel de 4 estrellas bebiendo como un loco.

Llego a Torla sin más novedad. Me ha costado 8 horas llegar, son las 15:00. C´est fini. Hasta la próxima. Bonssuaaaá.
Escribo con un dolor de piernas cuando ando y hasta que caliento, pa cagarse, pero lo repetiría. Lo repetiré con otro escenario. Y haber si alguna vez Dios quiere concederme que una pelo panoja caiga por combustión espontanea, que lo que es yo, no les digo nada directo y las miro de soslayo. Todo un seductor.

El Desclasado ha hablado.

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