Esto no puede quedar así...

La política hoy en España, y en más países, se resume en un "llego, robo, arruino, cuando ya no me votan me voy a la oposición a seguir cobrando un pastizal o pillo un carguete institucional vitalicio". O en su defecto la Banca o alguna multinacional a la que he favorecido con mi política me da un cargo.

En mis peores momentos el demonio me mete cosas feas en la cabeza. Cosas como "garrote vil", "ejecuciones públicas como ejemplo", "guillotina", "trabajos forzados"... Cosas así muy radicales (¿radicales?), muy justicieras, muy apetecibles. Entonces viene la progre de mi amada y me suelta el discursito Gandhi: "Oh, no, la pena de muerte jamás, no podemos llegar a eso, o sea".  Estoy hasta los cojones del gandhismo. Parece que se nos olvida que Gandhi, magnífico estratega, sacrificó a millones de hindús frente a las ametralladoras inglesas para conseguir sus propósitos. A falta de armamento Gandhi usó lo que tenía: personas, masa sacrificable. Curiosamente no iba él delante a ponerse frente a las ametralladoras. Normal que el Capital nos venda a Gandhi como ejemplo a seguir: "Sacrificaos, pero no uséis la violencia, oh, no, eso jamás". Prefiero a Jesucristo, que dijo de poner sólo dos veces la mejilla y a la tercera ya dio barra libre. En fin, se me ha ido la pinza... Saco al demonio de mi mente y me sereno, este tema ni quiero que sea ni puede ser (me la jugaría legalmente) una apología de matar políticos corruptos. Pero con las ganas me quedo...

Está bien: dejémoslo en penas de cárcel. Penas de cárcel, expropiación de los bienes personales para pagar los desfalcos, expropiación de familiares y amigos enriquecidos a la teta del político, etc. Y si en la cárcel tienen un accidente, pues... (¡Sal de mí, Satanás!)

Pero esto no puede seguir así, ni ya, ahora mismo, puede quedar así si queremos que realmente las cosas cambien. Han de pagar lo que han hecho, será la única forma de que los que lleguen aprendan que ni tienen inmunidad ni van a practicar la impunidad.

Los "indignados" ®, la protesta como fin, no como medio, imaginen si están indignados los que ni curran y se pueden permitir estar montando el circo sin saber muy bien para qué, como estará de indignada la que está limpiando escaleras por 600 € al mes y papá no le paga el aifon, ahora están organizando la contravisita del Papa. Del Papa que paga el aifon no; del que va vestido como la sota de copas. Muy bien, tíos, haciendo amigos. Ganándose para la causa a los católicos, de entre los que hay con un nivel de compromiso y combatividad que ni llegan a soñar los porreretes. En su linea de "no me meto en política, pero hay cosas que decido que son buenas y cosas que son malas". Ayer parece que por fin, en una de las múltiples asambleas que nada deciden pero mola mucho hacerlas, decidieron que no iban a insultar más a la policía, quizá algún lumbrera ya ha descubierto buceando un poco en la Historia que una revolución que no tenga de su parte a los cuerpos armados, no es una revolución; es una inmolación, muy bonita, pero estéril. Pues los indignados ® empiezan la casa por el tejado yendo contra la Banca sin pretender apartar a su guardia pretoriana: la casta política. Error: jamás llegarás al núcleo sin apartar la corteza. Si la Banca manda es porque tiene a sueldo a los políticos que le hacen las leyes a su medida. Aparta a esos legisladores y cambiarás las leyes que benefician a la Banca y están esquilmando al pueblo. Blanco y en botella es leche. Pero no: quieren que los políticos "les escuchen". Jua jua jua jua. A qué nivel de estulticia nos han llevado que términos como "tomar el poder" o "tener un Estado fuerte al servicio de la ciudadanía", tal que al perro de Paulov, nos suena esto a fascismo, nos da la descarga. Pues nada: a base de lloriqueos los políticos nos escucharán. Pillen silla que igual va para largo. A ver si lo que quieren los indignados ® es que se les mantenga sin pegar palo al agua, que la Banca se estire y les mantenga... El 15 M me empieza a parecer más un síntoma de un situación catastrófica, que un fin que pueda poner remedios.

Es fundamental que estos políticos que nos han llevado a la situación actual paguen lo que han hecho. Si de verdad queremos construir un democracia más real, ha de quedar claro que quien traiciona al pueblo en beneficio propio, la va a pagar. Y han de ser penas muy duras (no, no insisto en lo del garrote, que ya sé que son ustedes muy humanistas). Han de pagar todos, de un partido y del otro. Se les ha de procesar. 

No lo veré. Y como no lo veré, no haremos nada, no iremos a ningún sitio. Quizá siguientes generaciones, ya esclavizadas, se dejen de remilgos y lo vean claro. Quizás no.

Por cierto: temo que estamos a un cuarto de hora del corralito, del hundimiento. Por si les sirve de aviso, aunque me puedo equivocar, tampoco me tomen al pie de la letra, no me vengan luego diciéndome: "Me has hecho sacar el dinero del banco y no ha pasado nada". A fin de cuentas si todos sacamos el dinero del banco nos autoprovocamos el corralito, estamos atrapados. Ustedes mismos.

¿Ven como era mejor que no hablase de actualidad?