Próximos cambios en el Ministerio de Sanidad.

Pues sí, no era un sueño, se va imponiendo lentamente la realidad: tenemos un ministro de trabajo que se manifestó contra la reforma laboral y ahora va a aplicarla. Coherencia se le llama a eso. Coherencia, dignidad, entereza y, si me apuran, payasería. Un payaso, eso es lo que es este tipo, un payaso bien pagado. No me llamen machista que es un hombre, ahora tendrán tiempo de decírmelo que voy con la Trini y la Pajín, aunque hoy le tocaba a Pérez Reverte pasar por la taquilla del machismo por decirle dos cosillas al llorica de Moratinos (¡nenaza!).

Se impone la realidad: tenemos ministra de exteriores que no sabe inglés (en español tampoco es que demuestre maestría quevedesca y no me refiero al acento). Una exministra de sanidad a la que estafaron millones de euros con el pufo de la vacuna de la gripe A, una ministra que nos dijo que se podían devolver mientras las estaban quemando: una ministra embustera, inútil, necia y totalmente sumisa a lo que su macho amo Zapatero le mande, sea presentarse por Madrid y perder; contra su partido y contra la oposición, doblete que lleva mi nena, sea ¿comprar innecesarias vacunas? Ahora sí, ahora ya me pueden llamar machista. Si es que me lo he buscado...

Pero si algo me tiene fascinado, obnubilado y deslumbrado, es la llegada de la inefable Pajín al ministerio de sanidad. El de trabajo poco más mal puede hacer (un aumento del paro real traería estallidos sociales que no interesan, creo, al capital que manda). La Trini no creo que nos meta en ninguna guerra porque siendo multiculturalista antirracista, de genero y antixenófoba, se irá bajando las bragas por donde pase y regalándolo todo mientras silba temas de "Sonrisas y lágrimas" ¡Menudo chollo para el resto de países tener una contendiente así! Pero la Pajín, ahhhh, la Pajín juega con mi salud, señoras y señores. Y está jugando con mi salud una tipa que lleva pulseras médicas engañabobos. Ahora que estoy griposo y mareado, tiemblo de pensar qué puede hacer una ignorante codiciosa así con la sanidad española.

Aun enfermo, el Desclasado no descansa, ya me conocen. He mandado a mis servicios secretos sanitarios a investigar en los hospitales a ver qué se cuece. En realidad son 4 yonquis que van a por metadona, pero roban documentos que da gusto, están acostumbrados (Dios mío, me van a acusar de yonquifobia, me van a arruinar socialmente, además son yonquis y yoncas y no lo he dicho).

Lo que van a ver no les va a gustar:

Próximo responsable de medicina general Sr. Ongongo N'ondongo:

Pediatría. Los abalorios son para tener distraidos a los niños: 

Ginecología:

  Rayos X:

Cirugía: 

Psicología: 

Háganme caso, de verdad, no caigan enfermos, les va su vida en ello.
Todo parecido con la realidad es pura mala leche, pero si me van a buscar las cosquillas legales reconozco que es todo una broma. Además una broma de mal gusto y machista, lo reconozco todo.

El Desclasado ha hablado