martes, 19 de octubre de 2010

¡PLAAF! Bolsazo. (Previo culebrón familia desclasada).

Mi madre era una persona neurótica. Le daban neuras que seguía a rajatabla durante una temporada hasta que se aburría de ellas y acogía otras nuevas. Cada nueva neura, que sólo ella sentía, se convertía en el centro del Universo de nuestra vida familiar durante la temporada vigente. Después, como vino se fue y ya no recordaba aquel leiv motiv que impregnaba cualquier detalle diario durante un tiempo, sustituido por la novedad neurótica del momento. Mi padre mantenía sus parcelas como buenamente podía. El tema era que mi madre era de bastante buena familia y mi padre de extracción muy humilde por no decir desconocida. Mi padre tenía un valor visible: era un hombre guapo. Así que mi madre decidió quedarse al chico guapo de pueblo recién aterrizado en la ciudad, otra neura que le daría. El pueblerino no era tonto (tenía más valores además de guapo) y captó a la primera que si París bien valió una misa, emparentar con una chica de buena familia bien valía ponerse traje, corbata y peinarse hacia atrás, sobre todo si, como sospecho, el atrezo corrió a cargo de mi madre. Esa es la imagen que tengo de las fotos del noviazgo de mis padres: mi padre con traje oscuro, camisa blanca, corbata y, en invierno, abrigo largo, caro, y mi madre, igualmente vestida de muy señorita, amarrada a él del brazo, sonriente, como orgullosa de haber pillado buena pieza y no estar dispuesta a soltarla. Lógicamente mi padre entró a trabajar en el boyante negocio familiar de mi abuela con, creo, (sé), disgusto de mi abuela, la matriarca, que no entendía muy bien cómo había criado hijas tan tontas que se casaban con pobres. Con esta "entrada en sociedad" de mi padre, que ni él se esperaba, más adelante comprendí, o creí comprender, que mi padre daba por peaje a pagar las neuras de mi madre. Algo como: "las princesas son así". Al fin y al cabo él no podía saber cómo eran las princesas reales y las de los cuentos eran, efectivamente, caprichosas.
Se preguntarán a estas alturas si estoy escribiendo un relato para algún concurso bloguero... Pues no. Es verdad lo que estoy contando. Es verdad en la medida en que yo lo recuerdo así y no tengo otros recuerdos. Aprovechen el morbo de hurgar en almas ajenas, que eso siempre da "cosquilleo". Nunca hablo de mi familia en mi vida real, así que nadie me va a reconocer por contar estas cosas...
Las  mujeres de mi familia eran y son de armas tomar, supongo que es el motivo por el que me tomo a risa, no me lo creo, el victimismo feminista actual. Mi abuela, viuda, la matriarca familiar, había emparentado con un chico de muy buena familia que era artista, pintor y escultor con algo de nombre en la época. Resultó que mi abuela tenía instinto para los negocios y resultó que gracias a ello el artista de mi abuelo se pudo dedicar a crear su "arte" que, según mi abuela, costaba bastante dinero y daba algo de gloria a cambio. Dinero poco, siempre según mi abuela. La historia se repite y al fin y al cabo la fortuna familiar era de mi abuelo y ella fue la que dinamizó el asunto: en aquella época el "princeso" era mi abuelo. Unos ponían la pasta y los apellidos y otras las ganas de salir adelante, la historia se repite. Muerto mi abuelo bastante joven, artista hijo único, mi abuela se hace cargo del negocio familiar. En realidad ya sospecho que ella lo llevaba siempre mientras él se dedicaba a ser artista, pero muerto el abuelo ya a efectos oficiales ella es la absoluta directiva, eso sí: siempre constando en sus tarjetas como "Viuda del abuelo Desclasado". Es que estaba Franco y eso. El caso es que también tengo fotos de mi abuela con pantalones, gafas rematadas en ángulo agudo junto a la patilla, más que guapa, interesante, rodeada de empresarios todos varones, en cenas de bastante etiqueta en pleno franquismo. A esta lo del feminismo se la soplaba. A ellos también: no se volvió a casar nunca y en nuestra infancia nos hacía idolatrar al abuelo, que no conocimos, y los retratos y fotos de gran tamaño de él, estaban por toda la casa. Supongo que a su manera se amaban. Estoy seguro. 
Por si me faltaban pocas figuras femeninas dominantes en mi infancia vamos a sacar a mí tía "Lolita". Otra que se casa con un guapo pobre: mi tío "Joaquín". Este además aporta que ha estudiado carrera trabajando de camarero y es la puta Enciclopedia Británica. Otro intelectual, pero en serio, no hay tema que no sepa y si no lo sabe lo estudia. Mi tía Lolita ha heredado el instinto empresarial de mi abuela y mi tío Joaquín se puede dedicar a diversos estudios haciendo como que trabaja en el negocio familiar y realmente tiene ideas bastante brillantes. Ideas sólo, doblar el lomo no se le da bien. Completa el cuadro del matriarcado en el que me críe el tercer hijo de mi abuela: mi tío "Arturo", el menor, el mimado de mi abuela. Yo, como en las novelas, tuve un tío putero, tarambana y viva la virgen. Un tío que llevaba un coche deportivo muy caro con 18 años recién sacado el carnet, que tenía su grupo de música del cual era, faltaría más, el cantante, y un tío que al ser yo el primer nieto de mi abuela se empeñó en deslumbrarme con lo guay que era él. Me deslumbraba más el intelectual, la verdad, aunque debo reconocer que las imágenes de chicas adolescentes llorando, chillando histéricas, por mi tío el tarambana, me impresionaron. Mi tío Arturo se acabó casando con una chica pobre, guapa, que rápidamente supo tomar las riendas del negocio familiar. La historia se repite: unos/as ponen apellidos y patrimonio; otros/as belleza y ganas de salir adelante. Mi padre, que era mi padre, se mantenía pragmático, pueblerino astuto, en medio de esta vorágine de deslumbramientos de mi infancia.
Ya tienen el contexto más o menos explicado.
Mi madre era una persona neurótica. Se dedicaba a sus neurosis mientras mi padre tiraba del carro del negocio familiar.  De los desfases neuróticos de mi madre recuerdo dos especialmente jodidos. El primero fue que a un vecinito mío, un año menor que yo, con pies planos, le habían puesto botas ortopédicas. Eran muy caras, por lo visto, aún en un entorno socioeconómico sin muchos problemas. Mi madre no pudo tolerar tal afrenta: que un vecinito mío llevara botas (ortopédicas) muy caras y su hijo no. Así que me compró unas botas ortopédicas a mí también, ¡a tocarle los ovarios mi vecino a su puta madre! Yo no entendía nada. Debía tener unos 5 ó 6 años. Me cargué rápidamente las botas jugando al fútbol callejero. Mi madre me hacía sentir culpable: "Oh, ¿tú sabes lo que cuestan estas botas?" Mi padre, asintiendo ante mis botas rotas, me daba a entender que a tomar por culo las botas. Mi abuela matriarca me empezó a decir que: "no tenía que hacerle caso a mi madre en todo". Mi tío intelectual me dijo que, técnicamente, a mí no me hacían falta botas. Mi tía Lolita me dijo que esas botas eran "un despilfarro inútil". Mi tío tarambana me dijo que con esas botas "no me iba a comer un rosco".
A tomar por culo las botas que no me hacían falta. No sé si a mi madre se le pasó la neura o ganamos por goleada y le forzamos a que se le pasara.
El cine.
Íbamos al cine. Como en la mesa de comer, no me pregunten por qué, teníamos nuestro sitio en el cine. Papá, yo, mamá, mi hermana.; esa era la disposición. Azar genético; si la rebeldía en los genes de mi familia materna correspondía a las hembras, pues va y la saqué yo, mi hermana siempre ha sido y es una blanda de tres pares. 
Nueva neura de mi madre, lo debió leer en algún sitio: "los chiquillos se traumatizan si ven escenas violentas". Sicopedagogía "avant la lettre". Escenas que mi madre consideraba violentas. Decía: "taparos los ojos". Mi hermana, obediente, se los tapaba. Yo por el forro de los cojones me iba a perder el festival. Mi madre que me ponía la mano en los ojos. Yo que miraba por las rendijas de los dedos. Mi madre que se percata y le dice a mi padre: "¡marido, haz algo!" Mi padre que farfulla: "Desclasadín, hazle caso a tu madre" (arrastrando las palabras). Yo que ni de coña. Mi madre, que era señora de bolso, decide plantarme el bolso en la cara en las escenas "violentas". ¡PLAAF! Bolsazo en el careto. "Ay, ay, mamá, ay, que ya no miro..."
Siguiente escena que mi madre considera violenta. ¡PLAAF! Sin avisar. Creo que el cine me empieza a parecer una mierda. No aprecio ni el ángulo de la cámara, ni la fotografía ni a su puta madre. ¡PLAAF! Joder, si total estaban diciéndole a un indio que les dijera en qué poblado estaba la chica. ¡PLAAF! Hostia, lo de mi madre es vicio. Fijo. Que ha pillado carrerilla. Fijo. ¡PATAPLAAAAF! Ufff, a mi madre se le ha ido la bola, se ha puesto histérica cuando iban a violar a la india y me ha arreado ¡con el lado del bolso donde está el cierre! 
A casa. Pequeña cicatriz en la frente. Mi padre muy serio mirando a mi madre. Yo diciendo que no me gusta el cine. Mi madre diciendo: "¿lo ves?: a este chiquillo le traumatiza el cine". La hostia; mi madre se había aprendido el verbo "traumatizar" aplicado a los niños. Lo debió leer lo de "traumatizar" en alguna revista; más adelante intentó maniobras traumatizadoras (y se comió una mierda). Pero esa es otra historia...
En algunos mentideros femeninos (a veces verdaderos) suelen decir que muchos hombres en vez de a una pareja buscamos a una madre. No es mi caso. Si alguna mujer me recuerda a mi madre, ya me has visto, Evaristo (Evarista).

El Desclasado, cicatriz en la frente, ha hablado. 

   

39 comentarios:

  1. Descla, tal como ya hemos comentado otras veces, tenemos tanto en común que parece mentira. La madre neurótica, que me ha amargado la vida (o por lo menos lo ha intentado con todas sus fuerzas), los matrimonios desiguales (títulos nobiliarios y muchísimo dinero por una parte, y familia de clase media-alta por otra), las mujeres de la familia excéntricas, de armas tomar, como fuera de su época...

    Me gustaría tanto hablar contigo alguna vez cara a cara para contarte algunas historias... Porque hay muchísimas cosas que no he contado a nadie, porque estaba segura de que nadie se las iba a creer. Ahora pienso que tú sí las creerías.

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  2. Muy bueno, Desclasado. Ha valido la pena esperar, ja, ja.
    No coincide nada con mi historia excepto en las dichosas botas, que también las usé.

    Ovación, aplausos y llamadas al autor.

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  3. El polvo de estrellasnos crea y nosotros nos juntamos.
    Aunque pertenezcas a la generación de mis hijos no sabes cómo te entiendo, había mucha madre neurótica en mis tiempos gloriosos.
    Mis padres tambien procedian de distinto estrato, mi padre el currante, mi madre la señoreta y obsesiva. El resto lo tengo por ahí repartido en el blog.
    Por cierto bien por ti, por quererte enterar bien de todo lo más interesante de las pelis.
    Una anécdota: Imaginate quien enseño todo lo que tenia que saberse sobre el sexo, aprovechando escenas como la que has mencionado. Y quien les dio los primeros consejos para ligar sin hacer el ridi. Imaginas bien, mi ex..extraviado por la parroquia. Posteriormente los chicos me acabaron de instruir adecuadamente en el mismo aspecto, fue como un boomerang. Y las risas abundan.
    Mi caso particular, parecido al de tu abuela solo que con una educación de élite para los tiempos que corrían.
    Ahora ya nada, a vivir que son dos días. Un fuerte abrazo.

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  4. Mis hijos llevan botas ortopédicas...pero es que tienen los pis planos y valgos!que yo sólo quiero que crezcan sin problemas de huesos...
    Es demasiado bueno para acabar aquí...capítulos semanales?;D
    Me voy a la cama...mañana releeré...a la espera de más entregas...deseosa...Yo me apunto a hacer de orejas en ese encuentro vuestro,el de Koti y tú...
    Achuchones!!

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  5. Los pis no,no los pies...los pises muy bien,controlan esfínteres de maravilla jijijijiji perdón...se me descolocó el teclado...o los dedos...nusé...

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  6. Koti: venga, ya vamos hablando.

    Blue: ¿pero las usaste porque tocaban o por moda?

    Emejota: ¿Y a ti qué te voy a decir después de lo que hemos estado hablando?

    India: No me jodas, si no le hacen falta no les pongas botas. (Además, si Koty yo nos vemos, yo pobre, ella de buena familia, no hacen falta orejas).

    Me voy a la cama que estoy agotao; exprimir el alma agota. De verdad.

    Buenas noches.

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  7. Eso de sacarse las cosas familiares de adentro, sienta muy bien, se queda uno como muy descansado, yo casi que he contado mi vida en el blog, sobre todo al principio y que gustito liberándome de todo ese lastre mierdoso...
    Pero que ocurrencia ponerte botas ortopédicas para darle en las narices a la vecina...jajaja
    Salud

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  8. Ayer me pareció un relato gracioso (por la emoción de la espera) pero hoy ya lo veo más triste. Ese bolsazo tendría que estar olvidado si tu madre te hubiera abrazado alguna vez.

    Bicos dedei, Desclasado. Dile a tu amada María (que tiene nombre de droga), de parte de "una de esas del blog", que te abrace mucho. Y te de calor cuando tengas frío.

    ¡Ojo!, sin llegar a la asfixia y siempre dejando un respirito para bloguear...

    *La botas fueron por los pies planos. Aún por encima las tuve que usar en verano...¡un horror!

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  9. Ay, nuestros padres, los pobres lo hicieron lo mejor que supieron, sobre todo teniendo en cuenta que nacieron en una dictadura y a ellos no les enseñaron de otra forma, los mios fueron muy estrictos conmigo, se les fue la mano un poco, yo les sali rebelde encubierta, independiente, estudiando una carrera de hombres, jamás he dependido de nadie economicamente, eso si aprendi bien, si dependes de alguien economicamente estás jodido.

    Besitos Descla, pero ten en cuenta que esto no es tan ánonimo, seguro que hay gente que te conoce en la vida real que te lee ;) y esta descubriendo cosas de tí que no sabia..

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  10. Me encantó !!! Hacía tiempo que no leía algo que me gustara tanto. Lo podés hacer sin duda una novela. Tenés lo que se necesita. Apapuchos apapuchos !!

    P.D: al lado de mi vieja la tuya es un poroto.

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  11. Dos escenas me parecen, especialmente, terribles, la del visionado en el cine con el bolso en la cara y la de un chiquillo con botas ortopédicas muy caras aunque en este último caso estuviste muy bien arropado por el resto de los miembros de tu família.
    Lo cierto es que lo has espuexto con tanta gracia que da gusto leerlo aunque vivirlo ya es otra cosa.
    Todos de una forma u otra hemos tenído que lidiar con algún que otro trauma y los hemos resulto o no y ahí los llevamos,detrás, en la mochila.
    Me ha gustado mucho leerte.
    Esta vez te has librado por los pelos pero pensé mientras lo escribía que hubiese sido muy interesante tu visión del tema sobre todo sí hubieses hecho una metáfora con situaciones reales ;)
    Besos.

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  12. Os contesto en general: yo no me quejo de mi infancia y sería muy egocéntrico quejarse habiendo gente que lo pasaba bastante mal, no fue mi caso. Mi infancia fue una risa constante, un gamberreo tras otro. El "extraño carácter" de mi madre aprendí a esquivarlo, a torearlo, desde bien pequeño como no podía ser de otra manera.
    Por supuesto que nuestra crianza nos condiciona el carácter, pero creo que hoy día se le da excesiva importancia a los supuestos "traumas" que no son más que avatares normales de la vida, incluso convenientes para forjar caracteres más o menos acostumbrados a lo que te vas a encontrar luego por el mundo.
    Vamos, que viene muy bien vomitar, "purgar" los fantasmas familiares, pero sin perder la perspectiva de que, por ejemplo, mientras yo tenía una madre neurótica otros iban descalzos. Seguro que se hubiesen cambiado por mí.
    He tenido que buscar lo que es "poroto", jajajaja.
    Si le digo a María que me dé muchos besos creerá que le he puesto los cuernos y estoy redimiéndome. O lo que es peor: me pedirá cosas a cambio.
    Ya me dará ella los que estime oportunos, jajajaja.

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  13. Punto uan.- Cuando hemos podido,nos hemos gastao una pasta en botas que a pesar de ortopédicas cuidaban muy mucho la estética y el gusto y el confort de los pinreles de mi chiquitaju1.
    Ahora ya son los dos los que necesitan plantillas y al parecer,no es imprescindible que se calcen en botas,pero hay que marearse buscando calzado que cumpla con determinados requisitos,cómodos,que quepa el plantillón y el pie de la criatura,guays para el cole...créeme que si no les hiciera falta no me calentaba yo el coco tanto.
    Punto chú.-Mis padres nunca estuvieron bien económicamente,nada bien...pero uno de mis hermanos tuvo que usar botas ortopédicas de las antiguas...de las que llevaban hierros exteriores...su corpulencia no iba al ritmo de la edad...un tamaño de seis años en un niño con huesos del grosor de uno de dos o tres...es problemático en el crecimiento...así que,aun sin poder pudieron y ahora es un tío sin problemas de espalda ni de caderas ni de piernas...muy wenorro,por cierto y aunque esté feo que lo diga yo jijijijijijiji
    Punto zri.-¿Me estás invitando a no asistir a vuestro encuentro?...jopleines...queda aún para jalogüin y ya me llegan las calabazas...jijijijijiji
    Aaachuchones!!!

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  14. Lo vuelvo a releer y está gracioso. Y si está gracioso es porque gracioso lo vivo ahora.
    Sí debo decir que entonces aún no estilaba llevar al chiquillo al sicólogo (aunque el chiquillo esté más sano que yo qué sé), que si me pilla un sicopedagogo de los de ahora me vuelve maricón o me llena de traumas. Seguro.

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  15. India, mujer, ya suponía que no les pones botas por capricho, sería para matarte, jajajaja.

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  16. No,no,no...ahora no recules!!que tú lo que querías era llamarme neurótica,ehn'ehn? yo lo sé,lo sé...si es que es así...no son voces que oiga yo solita...que me dicen "Descla te ha llamao neurótica,tú,que eres más normal que un ornitorrinco...habráse visto..."
    jaaaaaaaaaaajajajajjajajaaja podió,entender mi tono jocoso,que me estoy descojonando,para nada va en serio...ya sabes...una comediesita jaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajajajajajja

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  17. Bueeeno, pues entonces te dejaremos venir con tu él, los chiquillos, tus suegros y tus padres (optativo también traerte a los cuñaos) cuando quedemos Koti y yo.

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  18. Pues yo lo ha consultado con mi presidenta de Neuróticos Anónimos y me ha dicho que no hay que confundir neuróticas con histéricas. Las neuróticas somos inofensivas.

    Desclasado, es que solo pensar que mis hijas me recuerden así me entra el pánico. Bueno, una ya me dijo un día con solo tres años ¡No me gustan las mamás!

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  19. No te preocupes, Blue, a tu hija lo que le gustarían serían los papás, jajajajaja.

    Caray, que no cunda el pánico: vuestros hijos os recordarán como os comportéis, ¿no?

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  20. Leñe, mira que eres prolífico...
    Yo venía a decir que había escrito una entrada en el blog a colación de la tuya de los medios de comunicación...y ya te ha dado tiempo a escribir otra...jejeje...

    En cuanto a la entrada de hoy, muy buena, muy literaria, a mi entender con su gracia, como siempre. Me da la sensación de que tenemos edades similares, por lo que vivimos la infancia alrededor de los años 80. Esos años, cuando yo los recuerdo, tienen como una especie de luz muy especial en mi memoria. Definitivamente los tiempos han cambiado, no sabría decir si para mejor o para peor. Pero mucho me temo que la mayoría de las infancias que los niños viven en la España de nuestros días son muy distintas a las que vivimos nosotros. Encender la televisión y ver a Belén Esteban todos los días...uff...eso tal vez si sea traumático de verdad para un niño. Ahora si podrían las madres con más razón arrear bolsazos a los niños mientras ven la basura televisiva patria...jajajaja

    Un saludo.

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  21. Jajajajajaja. Más "medicina" de bolso haría falta hoy día para que los chiquillos no vieran determinadas cosas. Más traumatiza la Estebán seguro, que el bolsazo.

    Ahora paso por tu blog a ver lo de los blogueros ilustres.

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  22. Blue, ¿pero hay alguien perfecto? Deja de comerte la cabeza, anda, que de verdad que mi madre era un caso aparte.

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  23. Todas las madres y todos los padres (parezco tu Bibi) son un caso aparte...alguna vez,en algo...
    Blue,mi vida,a mí también me han soltado los míos alguna lindeza similar,suele coincidir con que no les deje hacer o les de algo que ellos quieren...como yo no tengo todo lo que quisiera y,que yo note,no estoy traumatizada en absoluto,pues no creo que a ellos les vaya a pasar...y luego,cuando pasa la tempestad y hablamos,siempre se dan cuenta de que no está bien despotricar como hacen...y alguna que otra vez,que también las hay,he sido yo la que ha pedido disculpas porque quizás tuve un día malo y me puse muy ...neurótica?jijijijijiji
    Achuchones!!!

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  24. A ver si os desparanoio...

    Vosotras os estáis planteando si lo hacéis bien y si algunas veces podéis fallar, a mi madre JAMÁS le pasaría por la cabeza ni remotamente que ella no pudiera estar haciéndolo bien. O ni bien ni mal, esos conceptos estaban por debajo de ella: haciendo lo que le saliera del coño.

    ¿Entendéis la diferencia, acongojadas mamás?

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  25. Qué paciencia tienes,Descla...¿a veces no piensas que te gustaría darnos un bolsazo?jaaaaaaaaaaajajajajajajaja reminiscencias,dirías...reminiscencias jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajjaja

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  26. Más de una vez a alguna le iba a poner el culo como un tomate y no estoy hablando en absoluto de una práctica sexual.

    (Por comentarios como este las bibianas algún día me quemarán en una hoguera en plaza pública).

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  27. ¡HOSTIA! No había mirado la prensa aún: ¡se han follado el bibisterio!
    ¡Bieeeeen!
    ¡Bye, bye, Bibi, good bye!

    (La enchufarán en otro lado por "su valía", pero algo es algo).

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  28. Por lo que te leo, eres una especie de cinéfilo bolsero, ja, ja, que capacidad de agresión tenía tu señora mami, ni Jackie Chan somete a sus rivales a semejante ensalada de bolsazos. Y menos mal que no había entrado con el cesto grande lleno de calabacines del mercado. Solo le faltaba danzar por el aire como en Matrix. (Y vayan por delante mis máximos respetos hacia ella)

    Alguien le hizo ver que tu careto tenía gran capacidad de resistencia y tu lo demostraste. Eres un abanderado de la antigua pedagogía (como todos, no creas)la de la moral con hostiones entra.
    Un saludín, monstruo.

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  29. Y a Pajín le han puesto en el ministerio de sanidad..jajajaajjaajjaja, parece un chiste..

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  30. Frankie, mi madre ya volaba y sin fumar nada, pa "Matrix" los mundos que se montaba. De la antigua pedagogía creo que todos recibimos "lecciones".

    Sí, Seoane, ya he visto lo de la Pajín, esa eminencia médica, esa adalid de la medicina, pero no me empañes este momento: ¡igual ahora que ya no es ministra la Bibi es accesible!

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  31. Okis, no te lo empaño Desclasadín, ministra power balance jajaajajajajaj..

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  32. ¡Hostia qué fuerte! ¡La flamante ministra de sanidad lleva pulseras "médicas" supersticiosas!

    Así empáñame lo que quieras... Ju jua jua, ¿pero en manos de qué panda de sicópatas estamos?

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  33. Le he copiado la entrada a Seoane, no he podido resistirme, esto es fuertísimo. Este cabrón del zetaperro se va a cepillar el país para los restos, muere matando.

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  34. ¡Coñe! Descla, ¿como te has enterado de lo de las pulseras? Ays que esta nos hunde el chiringuito :S
    Besos.

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  35. Seoane, Wendy, lo ha sacado Seoane en su blog.

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  36. "las princesas son así" Ja,ja.. Y lo de las botas... Qué bueno!
    "Desclasadín, hazle caso a tu madre" Ja,ja...
    Claro, pobrecillo...por eso no estás tan al tanto del cine (ja,ja).
    No es tan largo,porque se me ha hecho cortísimo.
    Un post muy divertido, Descla.
    Y bueno, como ya veo en los comentarios que si gracioso-pero triste- que lo relees y lo ves gracioso.
    Es mejor tomárselo con humor, como has hecho...
    Hasta fans tenía tu tío Arturito... A cuadros me has dejado con eso..
    Un saludito.

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  37. Hombre, de verdad, yo todo eso lo veo gracioso ahora mismo. "Traumas con gusto no pican", jajajajaja.

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Caminante que por aquí recalas: si me comentas en una entrada antigua es probable que no te conteste por no ver tu comentario. Pero no por ello te prives.