viernes, 5 de febrero de 2010

Más de lo humano que de lo divino.

Resacón...

Decían los celtas que las decisiones se debían ponderar entre la borrachera y la resaca: la borrachera para que primase la audacia al decidir, la resaca para que primase la prudencia. Yo estoy hoy en la prudencia dolor-de-cabeza-que-te-cagas.
Observo, no sin orgullo que quiere estar exento de soberbia, que fui hasta capaz y todo de escribir ayer sin excesivas faltas. Dios sabrá las veces que me tocaría repetirlo, yo no me acuerdo.

España. Inevitable ayer que saliera el tema en plena fiesta, cuando el barco se nos va a la mierda y vamos subidos en él. Sólo nos queda que historia y en la historia nos vamos a diluir, nos estamos diluyendo. Quizás la esperanza resida en América, el rebrote de una Hispanidad con sus mejores valores. Quizás. De momento no lo parece, desde este lado del charco soy un observador escéptico: atrapados en infantilismos de corte marxista autoritario con evos y Chavez, entre la corrupción asumida y consolidada del mexicano de a pie, con la trapacería de la que estaba destinada a ser gran potencia Argentina, como si hubiesen heredado lo peor de italianos y españoles. Parece que la América ibérica, como Iberia, no encuentra su camino y es pasto fácil de autoritarismos facciosos o marxistas y de falsas democracias anglosajonas consumistas.
Desde luego, poco ejemplo damos desde la antaño llamada ¨madre patria¨: parecemos un padre borracho y una madre puta que ni cobra.

Me ceñiré a la España borracha y puta, porque me viene grande Sudamérica y ellos deberán tirar del carro a su modo: ya digo que no somos quien para dar lecciones.
Un último apunte en esta dirección: a no mucho tardar quedarán cuatro idiomas en el mundo: español, inglés, chino y árabe. Vamos a tener el dudoso privilegio de ser una lengua sin entidad patria, entre una Sudamérica sucursal proveedora de mano de obra barata para el capitalismo anglosajón y una España geográficamente europea, atrapada entre ese mismo sucursalismo y el empuje de un Islam, al que nuestros ineptos, borrachos y putos políticos le abren la puerta por aquello de que : ¨todo el mundo es bueno menos el de casa¨.

La Galia, la orgullosa Francia de ¨la grandeur¨, fue conquistada en 8 años por Roma. Hispania les llevó un par de siglos a los muchachos legionarios, para nunca ser conquistada del todo y acabar en un mestizaje hispanorromano. ¨Los primeros en ser invadidos, los últimos en ser conquistados¨. En nuestro pecado llevamos nuestra virtud: dejó dicho el romano que ¨Los hispanos, cuando no tienen enemigo, pelean entre ellos¨. Ese pecado convirtió a Hispania en el infierno para el romano en edad militar: bastaba que un caudillo, una aldea, fuera sometida, para que la aldea, el caudillo de al lado, exclamara: ¨¿Pero habéis visto a esas nenazas como se las han follao? Que vengan aquí los romanos, que vengan...¨ La misma descentralización y el ir cada aldea a su bola, impedía una rendición colectiva. Siglos más tarde a un tal Napoleón le debió sonar esto un poco...

Esta virtud que nos hizo inconquistables, el individualismo, se ha convertido en uno de los pecados que nos está devorando. Hoy, todos contra todos en las taifas autonómicas, el catalán ya no es mi hermano sensato; es el cabrón que se cree superior y quiere expoliar la riqueza del resto. El andaluz ya no es ese tipo ingenioso que se ríe de la muerte en sus propias barbas; es el gandul al que debo mantener. El vasco ya no es el alma noble de piedra tallada; es un hijoputa terrorista. El madrileño ya no es esa persona por lo general abierta, afable y culta; es un facha arrogante centralista. El asturiano ya no está hecho de lluvia y dinamita; es un borracho prejubilado al que mantengo con los impuestos. El aragonés ya no es ese socarrón franco y generoso; es el egoísta que no da el agua que le sobra y nos quiere matar de sed...

Sé cuando y como empezó esto. Sé del falseamiento histórico que ha creado naciones vascas y catalanas que nunca han existido. Sé que el resto, se ha sumado al carro de la división y a no mucho tardar tendremos naciones históricas andaluzas, cántabras, etcétera, que igualmente nunca habrán existido. Sé como acabará esto si no cercenamos la cangrena: nos vamos a la mierda. Eso sí, cada uno en su aldea y odiando y jodiendo al de la aldea de al lado en cuanto haya hueco para hacerlo. Sé que alguien dijo ¨Divide et impera¨. Sé que el moro mira con ojos golosos a Canarias y a la misma Andalucía. Sé que una nación débil y dividida es pan comido rematarla para  repartirse sus despojos.
Mi amigo, ¨A,¨ lo dijo ayer en la fiesta: ¨El sistema está hecho para que pete¨. El modelo autonómico donde cada sultán es caudillo en su taifa, obliga a pedir más y más, en perjuicio del resto, para consolidar votos. La espiral es diabólicamente imparable. La división, absurdamente lógica, ¨científica¨, dentro del sistema: Más pa mí aunque se joda el de al lado. Y así avanzamos con paso firme hacia la mierda porque no hay peor enemigo de un español que otro español.

Planteó mi amigo, ¨L¨: ¨O volvemos a la Una, grande y libre -sin que esto tenga nada que ver con Franco- o estado federal con un poder común superior centralizado, porque esto es insostenible¨.
Pues va buena esa opinión: o una cosa o la otra, o esto se va al garete. Personalmente creo que infectados del virus autonómico independentista, el estado federal sería una repetición de lo que hay, quizás más grave. Me puedo equivocar, pero apuesto por la Una, grande y libre -sin que esto tenga nada que ver con Franco-.

La crisis... Desmantelado nuestro tejido industrial por un inepto gobernante tras otro, empezando que yo recuerde por Felipe González y siguiendo por el resto, hoy nuestra industria casi se limita a ser un concesionario del capital extranjero de la General Motors, la Volkswagen y la Renault.
Desmantelada nuestra agricultura, con productos que se pagan a 1 al agricultor, cuando labrarlos le cuesta 2 y se venden por 50 en el supermercado, las tierras se abandonan.
Herido de muerte nuestro turismo, por el ladrillazo impenitente en el paisaje, incapaces de competir con playas vírgenes y bajos precios de otros países, nos hemos convertido en carne de tour operador para ingleses borrachos: ¨Fin de semana en España por 250 €. Incluye hotel, comidas, entrada en discoteca y bebida. Las putas van aparte¨.
Y aún insisten nuestros políticos en que debemos fomentar el turismo y él nos salvará... O son ciegos o son unos hijos de puta: ni siquiera un país como Cuba consigue un buen nivel de vida general a base de turismo. ¿Dónde vamos nosotros, rotas nuestras playas, con nuestra árida meseta? Se salvarán y darán para unos pocos vivir, enclaves contados; Pirineos, Picos de Europa, turismo cultural en la Castilla eterna, tapeo en la sevillanía... y poco más.
Un gobierno tras otro han basado el tren productivo en el ladrillo y el ladrillo se fue al garete. Nos hemos cepillado la industria, el campo y el turismo. Nuestro nivel educativo cultural es de lo más bajo del mundo ¨civilizado¨. Abramos los ojos: no nos vamos a la mierda porque ya estamos en ella, ahora hay que salir.
Hay que volver a producir, hay que volver a la industrialización ingeniosamente hispana, hay que acabar con la especulación que mata al campo, hay que parar la degradación de nuestro paisaje. ¿Cómo?: haciendo camino al andar. No hay otra manera. ¿Cómo si no, saldremos de la crisis si somos la crisis en estado puro? Si ya apenas nada producimos y el sueño europedo de ser un país de camareros para jubilados nórdicos, nosotros mismos nos lo hemos cargado.

Sé cuando empezó: sé que hubo una izquierda patriota, unos regeneracionistas españoles que eran al tiempo progresistas. Sé que tras la guerra civil, se apropió la derecha de la marca ¨España¨ y la izquierda por hacer la contra se hizo antiespañola. Sé que hoy tenemos una izquierda de mierda que tira piedras contra su propio tejado y todo lo que venga de fuera es mejor que lo de casa, todo lo antiespañol recibe aplausos del progresismo subnormal. Sé que tenemos una derecha mierdosa que llamándose españolista ejerce de vendepatrias a poco que suba la puja, curiosos españolistas que venden a su madre si eso les hace ganar unos euros.
Sé que el españolito de a pie, usted y yo, los de infantería, debemos acabar con esta falsa división impuesta que sólo beneficia a los políticos parásitos que la estimulan. Sé que nos podemos pegar igual por ser de izquierdas o derechas siendo ambos españoles: no debe ser tan raro cuando en otros países lo hacen...
Sé, o creo saber, que no queda mucho tiempo y o espabilamos ya o nos hundimos en la bruma de la historia y quedamos de recuerdo en los libros de texto: Hubo una vez un país llamado España, que creó junto con Portugal el primer imperio global del mundo, donde nació una lengua que aún hoy hablan cientos de millones de personas...

Y lo peor que creo saber es que mi llamada no va a servir de nada y algún gilipollas aún me llamará ¨facha españolista¨.

El Desclasado ha hablado.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Caminante que por aquí recalas: si me comentas en una entrada antigua es probable que no te conteste por no ver tu comentario. Pero no por ello te prives.