sábado, 20 de febrero de 2010

Ayer conocí un tipo interesante.

Abro los ojos. Estoy en casa de María, en la habitación de María y en la cama de María, a mi lado está María. Me han tocado todos los números, qué suerte. La abrazo y responde positivamente. Hoy estoy en racha, está visto. Acabamos haciendo cosas, que según la moral del espectador, pueden parecer "sucias". Bendita educación católica; yo prefiero pensar que son cosas sucias porque el morbo me incrementa el placer. Qué bien que se me adoctrinara en el concepto del pecado porque me da triple placer pecar que, supongo, la asepsia fría del contacto carnal sin más dimensión. Gracias, curas, cabroncetes, que sepáis que lo que me metisteis en la cabeza, lo estoy aprovechando pero de aquella manera.
Orgasmo. Cigarro -maldito vicio- post coito. Le digo a María:

- No nos pueden quitar esto... Nos podrán quitar muchas cosas pero esto no.
- ¿El qué?
- Esto. Esta dimensión espiritual. No me refiero al orgasmo físico. Me refiero a la conjunción de lo físico y lo espiritual, al momento mágico que te elevas. (En realidad no digo "orgasmo", digo "corrida" pero no es plan de ser más maleducado aquí en el blog de lo que ya de por sí soy).
- Joder, te está afectando lo de los recortes en tu curro, si tanto te ha gustado luego repetimos.
- Vete a la mierda, bruja insensible.
- Jajajajaja. Pero mira que eres...desagradable.

Apoya su cabeza en mi pecho, me abraza y queda de nuevo dormida casi de inmediato. Ésa es mi María: práctica. Si hay que follar se folla como Dios o el Diablo mandan y nos dejamos de tonterías de "hacer el amor" y polladas de niñas de colegio de monjas.
Joder: tanto rollo feminazi de que la mujer es mucho más sensible y no sé qué y no sé cuántos, y resulta que le doy yo mil veces más vueltas a las cosas que María. Nos están engañando.
Sigo fumando, mirando al techo, mientras María duerme y recuerdo el día de ayer...

Ayer fue un día movidito. Por la mañana tengo cita en Inspección de Trabajo para denunciar cosas de mi trabajo que no detallaré en un blog que cualquiera puede leer. Llego pronto y voy a una cafetería cercana a tomar una Coca Cola y ojear el periódico para hacer tiempo. Junto a mi mesa, tres chicas. Clara extracción obrera, feuchas y vestidas del Carrefour, llevan escrito en la frente:  "Soy un producto de una ciudad dormitorio".
Están escribiendo una denuncia para la Inspección. Inevitablemente las oigo y se me ponen los pelos de punta: la que parece más lista, le dicta a otra: "Y el encargado señor tal es un borracho que conduce borracho habitualmente".
Yo, mucho presumir de "desclasado", pero dime de qué presumes y te diré de qué careces. Supongo que siento algo de solidaridad de clase, se las ve a las feuchas tan ignorantes y tan pobrecitas, que hago el gilipollas: voy a su mesa y les digo:

- Perdonad, os estoy oyendo. Sé algo de estas cosas: no pongáis por escrito acusaciones que no podáis demostrar porque se pueden volver en vuestra contra. Lo digo por lo de borracho y lo de conducir borracho; estáis acusando por escrito de un delito.

(Responde la hembra alfa).

- Es que lo sabe todo el mundo que eso es así...
- Es que no se trata de que "sea así", se trata de poder demostrarlo...
- Es que no hay que demostrar lo que todo el mundo sabe.
- Bien, yo lo he intentado. Insisto en que algo de esto sé, haced lo que estiméis conveniente.

Me vuelvo a mi mesa aún con la conciencia limpia y sintiendo compasión por ellas. Siguen hablando:

"Y pon también que es un machista porque nos discrimina a las mujeres, HACIÉNDONOS CARGAR CAJAS PESADAS".

Dios... Ni conciencia limpia ni hostias. Me siento un puto pagafantas. Y total por tres fetos malayos que no me las follaba ni aunque me pagasen: dudo mucho que el colega de abajo se motivara ante esas "bellezas" ni viendo billetes. Sí, ya sé que en peores plazas he toreado. Pero, coño, las feas que me he follado o se me han follado no me caían mal, joder, eran simpáticas y bonachonas.
A que nivel de intoxicación está llegando el feminazismo que hacer currar a las obreras a las que les pagas un sueldo es "descreminación". Que no le pase na al encargao... Con la iglesia del género hemos topado...

Me atiende una inspectora. Entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos, más guapa que un sol, mira de frente y me da la mano enérgica. Deduzco por el acento que es castellana vieja. Coño, me da morbo la señora. No me disgustaría nada tener un combate con ella de esos de "ni se pedirá clemencia ni se concederá". Y nada de combate a los puntos; al KO y sin misericordia.
Vamos a dejarnos de gilipolleces que no estoy ahora para seguir la dictadura de mis hormonas.
Una tipa honesta o muy bien finge. Me orienta sobre cómo enfocar ciertos asuntos. Salgo contento.

He quedado  a comer con un amigo. Es un tío ya sesentón, comunista desde la adolescencia. Es honrado, por lo que para mantener la amistad nos hacemos ambos concesiones y yo no hablo del gulag y él trata de adoctrinarme lo preciso. Lo de su comunismo no tiene remedio; se va a morir comunista. Nos conocimos en la etapa de mi vida que estuve en un sindicato radical. Fuimos expulsados, junto a otros cientos, "por comunistas". Tócate los cojones, comunista yo, que apreciando determinadas aportaciones marxistas, soy acérrimo enemigo de la aplicación del marxismo que degeneró en el comunismo "real". Fue una lucha de poder: mi amigo es buen estratega y, bienintencionadamente, quería guiar al sindicato en la dirección que él creía correcta. Se lo cepillaron a él y a todo su entorno entre los que estábamos María y yo.
Como ya he dicho, mi amigo es buen estratega y tiene vastos conocimientos de derecho práctico aplicados al sindicalismo. He quedado con él con descaro, sin ocultarme, para que me asesore. En adelante,  llamaremos a mi amigo "Pepe". Lo que me encontrado al llegar a la cafetería de la cita me ha desbordado...

Pepe está sentado con otro hombre, un tipo de aspecto inequívocamente mestizo sudamericano, sangre india y española mezcladas. Pepe nos presenta:

-Éste es Desclasado, que aunque no sea comunista porque es gilipollas, jeje, es un buen tío. Y éste es Ambrosio, que es un exiliado colombiano por colaborador de la guerrilla.

- ¡Ot-tia! ¿La guerrila? ¿La guerrilla de las FARC?

- Sí, las FARC, pero yo no soy guerrillero yo soy de la parte social.

(Acento dulce colombiano: parte "sosial" y habla de usted).

- Coño, perdona, es que no conozco en profundidad la situación colombiana: ¿qué es eso de "la parte social"?

- Los hay que toman las armas, los hay que somos de divulgación cultural para limpiar el nombre de la guerrilla de tantas mentiras imperialistas.

La hostia, la situación me desborda. Vamos a ver, busca en el disco duro:  ¿qué sabes de la guerrilla fuera de los tópicos? ¿Qué sabes que no sea la versión de los medios de comunicación del sistema? Es evidente que estás con dos marxistas de casi "armas tomar". Tranquilidad, mente abierta, estado mental receptivo. Ponte incluso las gafas de ver el mundo desde un prisma marxista para tratar de comprender lo que este tío -se le ve con ganas de hablar- va a contar. En cualquier caso, cortesía obliga, si no me gusta lo que cuenta me excuso y me abro. Tranquilidad.
Suena el móvil, es María:

-¿Qué haceeés?

(Cuando está cariñosa arrastra las palabras como si le hablara a un niño)

- Pues mira, voy a comer con Pepe y otro chico, amigo de Pepe, en tal cafetería ¿te apuntas?

- Oh, sí, esperadme y así veo a Pepe que hace la tira que no lo he visto.

- Te esperamos.

El colombiano -es evidente- arde en deseos de contar su versión de la guerrilla. Le pido que espere, que viene una amiga a la que también le interesará saber esta versión. Está encantado de tener más público.
(Por motivos obvios no voy a describir ni a dar datos del colombiano. Un saludo a la CIA, ya que estamos).

Me salgo y aviso a María por teléfono para que el asunto no le coja de sopetón como a mí:

- Verás... que no te pille de sorpresa: estoy con un activista de las FARC, de la guerrilla colombiana.

- ¡Ahí va! ¿Con un guerrillero?

- No exactamente, es más... como la parte intelectual de la guerrilla, no la militar.

- ¡Qué guay! ¡Voy corriendo!

Lo que le faltaba a María, progre pura sangre, martillo del fascismo, es conocer a la guerrilla colombiana...

Llega María y el colombiano nos da su charla. Voy a contarles su versión, sin entrar en valoraciones morales: este tema me viene grande y yo no soy un payaso tertuliano de televisión que sabe de todo. El colombiano, me precio de conocer algo a las personas, se cree lo que dice. Le brillan los ojos al hablar y pone pasión educada. Es culto y la retahíla de datos que da es impresionante. Está es su versión:

Primero expone que una guerrilla que dura 45 años no puede ser un capricho de 4 locos ni sobreviviría sin apoyo del pueblo. Pasa a decir que el "axioma": guerrilla = tráfico de droga, es falso. Que el 90% de la droga que se mueve en el mundo la controla la CIA y que de hecho, en Afganistán, han puesto de presidente del Gobierno al hermano de un capo de la droga. Habla de 600 mil asesinados por el gobierno colombiano y nadie conoce ni hace públicos estos datos. Habla de "falsos positivos", esto es: se coge a 10 campesinos cualquiera, se les traslada 3.000 quilómetros, se les viste de guerrilleros y se les pega un tiro. Después anuncias en los medios de comunicación que has asestado un duro golpe a la guerrilla. Nos cuenta que Cruz Roja y demás oenegés están, podridas, al servicio del sistema. Dice que para evitar la picadura de las "rayas de río", que es muy dolorosa, debes cruzar siempre los ríos arrastrando los pies sobre el suelo para que la raya huya. Dice que una especie de serpiente para la que no hay contraveneno de la que no recuerdo el nombre, si te la encuentras debes tirarte al agua antes de que te pique, porque curiosamente vive a orillas del agua pero nunca entra en ella. Según este hombre, la señora Ingrid Betancourt, se entregó ella misma a la guerrilla por algo que no entendí muy bien, y durante su secuestro se pasó por la quilla a cualquier guerrillero que se pusiera a tiro, en plan furor uterino. Asegura que hubo consejos de guerra por dejarse atraer por la señora Betancourt.
El resumen final es que la oligarquía colombiana está vendida al capital gringo y venden el país a trozos y la guerrilla trata de "liberar" Colombia.
Nos enseña algo que no había visto nunca: en su pasaporte pone: "Válido para todos los países del mundo menos el de origen". Un pasaporte de exiliado...

Me gustó algo: en la charla surgió el tema de la hermandad hispanoaméricana y yo dije que una Hispanidad unida que plantara cara al capitalismo anglosajón me parecería correcto, pero que decir eso en España, supone que te traten de "facha" enseguida. El colombiano se mostró sorprendido de esto: <<¿"Facha", por qué, pero si es de sentido común?>>. Me alegro, hombre, que por ahí fuera no estén tan subnormales como estamos aquí, que ser de tu país, ser español, supone ser facha.

Y más o menos esto es lo que hubo. Insisto: desconozco la veracidad de estos datos y no entro ni salgo a valorar moralmente.
María, martillo del fascismo, estaba encantada de la situación. Estuvimos el resto de la tarde bebiendo cervezas y después fuimos a su casa a seguir bebiendo, creo.

El Desclasado ha hablado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Caminante que por aquí recalas: si me comentas en una entrada antigua es probable que no te conteste por no ver tu comentario. Pero no por ello te prives.