Las argentinas contraatacan.

Era muy posible que mi salida de tono de la entrada anterior provocase un conflicto diplomático. Me mantuve ayer vigilante todo el día, esperando en cualquier momento que una cuadrilla de tipos vestidos con pieles de oso y garrotes (vaskos, como ya habrán adivinado) apareciesen por mi casa y me diesen una paliza.

Si bien temía a los eskaldunes, no menor era mi temor a que otros tipos, subidos 23 en una fragoneta, viniesen y me exigiesen una subvención por haber ofendido al pueblo gitano.

Pero no, el ataque llegó por donde menos lo esperaba y una argentina, ejerciendo su justo derecho a réplica, se dirigió a esta humilde morada en los siguientes términos:

Sr. Desclasado: estoy muuuy enojada por lo que vos dijiste aserca de las argentinas. Que si éramos bobas, que si nos creemos feas a pesar de ser lindas y no sé cuántas boludeses más, que lo que te pasa a vos es que sos un repelotudo.

Ahí le dejo mi foto para que apresie que a mis 47 años y a pesar de no ser linda, no tengo ningún complejo:

Prosigue luego la carta unos 32 folios más (recuerden lo del esparadrapo en la boca). Pero yo ya me había quedado sin habla, sin aliento, y casi sin vida al subirme de forma desbocada la tensión y sentir que el pulso me iba a estallar.

Queda aquí la réplica de la fea argentina sin complejo, que yo tengo que ir al servicio; me entraron sudores, soy un repelotudo.
Como pidan voluntarios para lo de las Malvinas, me veo yéndome allá...