Que no, que no quiero hablar del extraño caso noruego, de la inconcreción de un infantil 15- M que se ha quedado en estética mohicana y poca chicha, ni de lo que nos ha costado que la tarada de la Bibiana sea conocida a nivel mundial en la ONU, ni de líos entre una más que posible puta y un seguro putero cacique del FMI (pero de izquierdas, eh) que nos quieren vender como violencia de género, ni de que nos vamos a la mierda a velocidad de vértigo. Que no quiero hablar de esas cosas, que me tiene harto la cotidianidad exasperante.
Pero tampoco me quiero evadir demasiado de lo que ocurre; bordearemos el tema y hablaremos de más tácticas de ingeniería social, de control y manipulación de masas.
Si en anteriores entregas ya vimos, con el Experimento Milgram, las barbaridades que cualquiera de ustedes y yo podemos llegar a hacer ateniéndonos a la "obediencia debida", vimos con Jane Elliot el poder del prejuicio, y aprendimos con el tío Goebbels que la culpa de los problemas de Alemania era de los judíos y los ciclistas, hoy vamos a ver lo fácilmente que podemos comulgar con ruedas de molino con tal de estar integrados en la manada.
He hablado últimamente bastante con amistades de un posible advenimiento de un nuevo fascismo. Algo que a mí me parece totalmente razonable e incluso "natural". No, no es que me haya hecho forofo de los correajes, de desfilar al paso de la oca y de ser homosexual reprimido disfrazado de sana camaradería rodeándome de torsos sudados de muchachotes. No, no es eso: es que sé por la Historia que los fascismos surgen como solución, como seguridad frente a democracias podridas, corruptas hasta la médula. Más o menos lo que tenemos ahora... Surgen los fascismos como el cirujano de hierro que extirpará la podedumbre del corpus social, se dejará de mariconerías y traerá paz, trabajo y comida para el pueblo. Lo que ocurre es que una cosa es dejarse de mariconerías y otra cosa es dedicarse a perseguir maricones. Una cosa es tener claro que la inmigración descontrolada es un mecanismo de descomposición social disfrazado de progresismo, usado por el Capital, y otra cosa es la caza del inmigrante, no del sistema que genera esa inmigración. Pero en esas minucias el pueblo no suele reparar. Porque el fascismo es un movimiento de masas, aunque hoy, tan denostado por el pijiprogresismo, nos parezca increíble.
A raíz de ese parecer increíble que tantas personas, la "masa", participase tan alegremente en las barbaridades fascistas, tan formaditos y uniformaditos ellos, tan monos, surgieron diversos experimentos y estudios para tratar de comprender el fenómeno.
Y le llamamos fenómeno porque se dice que si bien los crímenes del comunismo han ganado por goleada cuantitativa -hablar de cualitativo en este aspecto sería de muy mal gusto- a los crímenes fascistas, siempre se disculpa más a los comunistas porque partían de una teórica base de mejora del mundo para todos, mientras los fascistas ya eran excluyentes en su punto de partida. Lo que fue luego la realidad es otro asunto...
Hoy en Hungría está ocurriendo que brigadas fascistas, llamados pomposamente la "Guardia Húngara" con un par de cojones y nulo sentido del ridículo, están haciendo verdaderas cacerías de gitanos vestidos de esta guisa:
Volvemos a lo de antes: entre divinizar la condición gitana, un pueblo por lo general zafio, violento e inculto por propia vocación, y dedicarse a cazarlos en vez de tratar de educarlos, media un abismo. ¿No creen? Pero el Sistema no educa a los payos, menos va a educar a los gitanos que esos ya le llegan convenientemente incultos de fábrica, así que nadie pone remedio a esto y el pueblo acaba aplaudiendo a quien pega el puñetazo en la mesa y limpia de delincuentes gitanos el patio. ¿Entienden ahora que si digo que el advenimiento del fascismo me parece lógico, natural, no quiere decir que lo desee? Pero sí digo, y bien alto, que los culpables de los advenimientos de los fascismos son las democracias corruptas, los progresismos delirados y demás estupideces chupiguays que nos vende hoy el sistema. El pueblo, sujeto pasivo, se sube a la ola amparado en el anonimato de la manada. Al fin y al cabo la carne quiere carne y todo apunta a que la sangre busca más sangre. No dejamos de ser unos animales, en cuanto nos despistamos un poco surge la bestia. Ejemplos a miles, elijan bando o ideología y díganme en nombre de cuál no se han cometido verdaderas atrocidades.
Y de estar en la manada hablaremos hoy.
Es probable que el querer saber cómo tanta gente pudo estar ahí metida, gente corriente haciendo atrocidades o no viéndolas en sus narices, fuese lo que motivase a Asch para realizar el experimento que traemos.
EXPERIMENTO DE CONFORMIDAD DE SOLOMON ASCH.
Todos ustedes conocerán la fabula del rey desnudo, aquella en la que un niño es el que dice que el rey va desnudo y entonces el pueblo se atreve a asumir lo que están viendo con sus ojos. Para mí el experimento de Asch no deja de ser un remedo de esta fábula, pero sorprendentemente la fábula se equivoca y en la realidad es la manada la que hace, en no pocos casos, que el niño acabe por admitir, e incluso creer, que el rey va vestido. Lamentable.
Vamos con el experimento en sí:
1951. Asch realiza 12 ensayos con grupos de entre 7 y 9 individuos en cada ensayo. A los grupos se les presenta el siguiente dibujo:
Se les pide que elijan qué barra de la carta derecha es de la misma longitud que la de la izquierda. No hay trampa óptica: crean lo que ven. Ustedes ya tienen clara la respuesta. Pero... ahora imaginen que ustedes son los últimos en opinar y por delante de ustedes los 8 restantes individuos, que son actores, opinan con total rotundidad que la barra de la misma longitud no es la C; es la A. A usted en el experimento, único que no está conchabado, le llamaremos "el sujeto crítico".
Pásmense: el 33% de los sujetos críticos tragó, aceptó que la opinión mayoritaria, aún contra sus propios ojos, era la buena. El 66% restante que dijo la respuesta acertada sintió gran malestar y desasosiego, hasta tal punto nos afecta no estar en la manada.
Pero cuando los mismos actores estaban conchabados para no dar una respuesta unánime, cuando la masa no se decantaba por una respuesta errónea común, los sujetos críticos decían la verdad sin malestar ni desasosiego.
Así que el resultado está claro: una parte importante de la población está dispuesta a comulgar con ruedas de molino si la masa lo hace, y la restante que se mantiene en rebeldía muestra desasosiego, malestar e inseguridad. Esa inseguridad le irá mermando hasta que en algunos casos acepten integrarse, total si todo el mundo está ahí, y acabe tragando con la impostura. ¿Sirve esto para entender algo mejor la aceptación de las barbaridades por las masas? "Si todo el mundo lo hace..."
Aquí tienen un remedo del experimento de Asch en un instituto de España (no entro en si Cataluña es España, este blog tiene vocación de ser leído por cualquiera que hable castellano y a un mexicano, por ejemplo, no le voy a andar con trifulcas caseras). Está en catalán, pero se entiende bien y en cualquier caso su navegador tendrá un traductor. La gracia es que se hace el experimento con niños de 14 a 16 años y algunos de los "actores", muy graciositos, se chivan al sujeto crítico y el experimento sale como sale.
Y ya en plan gracioso les dejo otra muestra de conformidad con la mayoría: el "experimento del elevador":
Tienen más información en internet, de donde he sacado las fuentes.
El Desclasado recomienda: no sean masa, total se van a morir igual, dense el gustazo de mantener la independencia crítica.
Esperaba encontrar un relato de tu aventura ciclista, de tus encuentros con indígenas peligrosos, de cómo habías conquistado a la hija del jefe local, que te habría salvado en el último momento de la ejecución... Bueno, esto también está interesante.
ResponderEliminarSi trabajas con adolescentes tienes muy claro lo de la manada. Podría dar miles de ejemplos. Pero en el caso de los adolescentes se puede comprender un poco más. Su inseguridad les lleva a querer sentirse integrados en el grupo como sea, tienen terror a desmarcarse, y cuando lo hacen también es formando parte de un grupo, aunque sea más pequeña. Por ejemplo, en una clase hay UNA chica de estética gótica, pero jamás será la única del instituto. Si va así es porque en otras clases hay otras cuantas, y acaban todas pasando juntas los recreos.
Yo te diría que siempre me ha divertido ir un poco a contracorriente, sin que esto implique una posición rebelde o demasiado rompedora. Más bien lo contrario. Muchas veces he elegido posicionarme en actitudes rebuscadamente clásicas o tradicionales. Termino que esto ya está muy largo.
Que llega una dictadura es algo claro para quien lea de vez en cuando algo de Historia. Roma, nombraba dictadores a determinados generales o ciudadanos en épocas convulsas. Mataban a una facción, se quedaban con sus medios y aquí paz y después gloria. La duda es si continuara la dictadura (ya la tenemos) del capital y las oligarquías económicas, que básicamente no ven personas sino medios de producción. Estas oligarquías, que quieren que vivamos para trabajar, que no, trabajar para vivir que es diferente, están poniendo leyes (si las ponen, o ¿alguien lo duda?) para acercarnos cada vez más a las condiciones medievales, simples lacayos en vez de ciudadanos...O esta dictadura o las de los fusiles y el "mecagoenlahostiaputaqueaquiestoyyo" con el pensamiento unico, tipo hitler... La verdad es que pienso que es mejor la segunda, por lo menos sabes que te están pisando el cuello y no les das las putas gracias por el trabajo (que hay que joderse).
ResponderEliminarDe los que dicen "estonovaconmigo", "notemetasenlios", "aquiqueteimporta" y los que suman "algohabriahecho", pienso que son los peores por su cobardía y por no dar la cara. Puestos a elegir compañeros para un viaje, prefiero los malos, que los cobardes...(espero que se me entienda) Ahora si que me voy...
ResponderEliminarLo del ascensor es para mondarse...
ResponderEliminarLos dichos y refranes antiguos ya lo decían, sin ser estudiosos ni psicólogos, la tendencia a seguir a los demás como borregos es proverbial, como "A donde va Vicente? donde va la gente" y tantos otros.
Bien lo sabían todos los Hitlers, Francos, Musolinis, Gadafis, Sadanes, y una gran lista larguísima, aunque con diferentes ingredientes para sus recetas particulares, tenían un común denominador.
El post del bicicleteo ¿Para cuando?
Salud
Yo tambien esperaba una "chivanecdota", y me traes un pedazo de realidad que me hace un nudo en el estomago, malo, malisimo !!!
ResponderEliminarY es verdad, el tema de la manada...ya ves, yo siempre digo que me siento extraterrestre.....adivina porque...
Descla. su post me remueve, tengo cosas que decir al respecto, pero la verdad ni idea por donde comenzar, ser breve....mañana, espero estar menos espesa y decir algo entendible,hasta para mí. Un beso
ResponderEliminarMovimiento de masas guiados por perros ovejeros. Noticias que aunque todos conocemos, no dejan de impresionar cuando alguien nos lo recuerda. Los experimentos que traes no los conocía, aunque síotros que tratan sobre lo mismo y resulta impactante ver como nos alineamos. Estoy con Genín en que el del ascensor es muy graciosos, es de los que trae una sonrisa aunque vaya de lo mismo que los otros.
ResponderEliminarBueno y despues de esta vuelta seria y profunda, que nos vas a contar de la bici, creo que te saliste por la tangente, que nos quieres conducir por otros caminos y no contarnos, eh!! jajaja que no, que tienes que retratar tu odisea.
Besos y bienvenido de nuevo, te eché de menos.
Contesto en general: me cuesta algo de tiempo digerir las cosas, por eso hasta que no pase "un rato" no cuento la bici-odisea, hasta que no la digiera. En realidad tampoco me ha pasado nada excepcional, todo ha discurrido dentro de los cauces de la normalidad.
ResponderEliminarCheli: ¿chivaanécdotas? jajaja. Supongo que le llamas "chiva" a la bici.
Fio: supongo que le ha pasado como a mí: que más de una vez ha tenido que ir contracorriente y ha sentido ese malestar del que habla la entrada, pero sin querer bajarse del burro, sin querer tragar con una mayoría equivocada.
Genin: joder, jajaja, me gustaría que me pasase lo del ascensor, a vér qué haría yo, jajaja.
Pues es que es algo que siempre tengo en mente, de manera que no me sorprende,... no me sorprende enterarme, sí que me sorprende y siempre lo hará, que sigan existiendo, pero una cosa es la sorpresa y otra el confiarme... que están ahí, siempre latentes, esperando a que se den las condiciones propicias, incluso manejando entre bambalinas para que se produzcan... eso es algo de lo que estoy absolutamente convencida.
ResponderEliminarAchuchones
India, hace ya unos años, el amigo más inteligente que he tenido, algo excepcional, me dijo en una charla cervecera de esas de arreglar el mundo que el fascismo es natural, que la naturaleza es fascista y que todos lo llevamos dentro, sólo es cuestión de despertarlo.
ResponderEliminarCreo que, como de costumbre, tenía razón.
La putada es que quien crea las condiciones para despertar al monstruo es quien dice no querer saber nada de él.
Porque se confían... que es lo que yo procuro no hacer, siempre tengo la defensa puesta... siempre pendiente, porque están... sea por lo que dice tu amigo sea por lo que sea, pero están...
ResponderEliminarEl otro dia, le preguntaba a Kotinusa (a quien vuelvo a agradecer por lo que me envió) su opinión y explicación del porque ocurrian ciertos genocidios, y que pasaba con "la gente normal" para que se convirtieran en asesinos. Luego de varios mails y esas explicaciones quedé horrorizada. Realmente me puse histérica al entender que cualquiera, en un momento determinado puede pasar a eso, casi en un abrir y cerrar de ojos. Sigo creyendo que algunos vamos por alli peleando contra eso, como dice India y como dices tu descla... el problema esta en ese malestar, en ese "estar en guardia permanente" contra algo no tangible que no se si termina por cansarnos y por eso, se termina cediendo.
ResponderEliminarPero luego, pienso en toda la gente en alemania, y en otros sitios, que dijo y dice no. Que no se quebró y aunque pagaron la consecuencia, son una esperanza para todos quienes no deseamos sucumbir ante la masa y ser unos cobardes y unos descerebrados sin capacidad de discernir.
Vale, esto esta mu largo ya, y me voy, no sin antes pedir tambien el post del bicicleteo ;-)
Un abrazo para todos, y vea como se le extraño Mr. Descla.
Mar.
¿Y qué ocurre cuando al sujeto crítico se le persigue? ¿Crees que llegará a ocurrir de nuevo?
ResponderEliminarMar, somos capaces de lo peor y de lo mejor, vista desde fuera la especie humana es fascinante. Sí, a mí me llevó mi tiempo asumir que muchos, demasiados alemanes sabían lo que estaba ocurriendo y lo "normalizaron". Tampoco sé de qué nos extrañamos si indagando en la guerra civil española encuentras "normalizado" por ambos bandos los paseos, matanzas y carnicerías variadas. Parece que cuando damos suelta a la bestia que llevamos dentro cualquier cosa la convertimos en normal.
ResponderEliminarAta: no tengo ni idea de qué va a ocurrir. Tan pronto pienso en una nueva y oscura Edad Media, como en un paisaje de película de cataclismo con bandas armadas matándose unos a otros por la comida, sin orden ni leyes ni más poder que la fuerza, como creo que estamos a tiempo de enderezar la situación, cambiar este rumbo que nos lleva directos al desastre y aprender a vivir. O que pegue el puñetazo en la mesa el generalón de turno y todos aplaudamos como borregos de que por fin alguien ponga "orden"(su orden, claro).
Ya lo he dicho alguna vez: estoy serenamente acojonado. No es miedo paralizante, pero estoy asustado con lo que veo venir.
No soy optimista, no, no veo claras ganas de salir de esta, al contrario: veo una inconcreción tremenda en el rumbo a tomar.
es curioso que nadie nunca se sienta que forma parte de la manada, yo tampoco por supuesto.
ResponderEliminarSi, las anécdotas de la bici me apetecían más...
Imagino, Gatuna, que todos queremos escaquearnos de parecer borregos. Y la verdad es que en muchas ocasiones es casi imposible estar fuera del rebaño.
ResponderEliminarNo tiene por qué ser sólo un rebaño... hay ovejas obedientes y ovejas díscolas, pero ovejas todas...
ResponderEliminar¡Yo quiero ser cabra! Jajaja.
ResponderEliminarLos experimentos estos son muy interesantes, los conocía por algunos libros. Lo que también salía muchas veces, como contabas, es que siempre había un porcentaje de discrepantes y esa es la esperanza que nos queda.
ResponderEliminarSe podría jugar a ser optimista. Mas que nada para variar, pensando que -en esta era internetera- hay más foros que nunca para denunciar las barbaridades y ser críticos.
Bien es cierto que también es más fácil proceder contra los que van a contracorriente, a base de rastrearlos y seguir todo lo que hacen. Es por eso que lo del 15-m, por poner un ejemplo, deja un sabor agridulce. Impresionante como surgió y desmoralizante como se degradó, ay, la leche.
Soy un ovejo en busca de cordera... (notese mi respeto a las formas asexuales y agenericas con las que denomino a los individuos-as)
ResponderEliminarA mí no me importa si me etiquetan como "cabrona" jejeje
ResponderEliminarDescla. tu amigo inteligente creo que simplifica y mucho. Cualquiera hoy mismo, puede hacer un disparate. Por qué no lo hacemos? por borregos? por seguir la norma? por miedo a "dios"? no creo, para nada. El tipo este, el noruego, es un emergente de algo que está en la sociedad, en un fuerte individualismo, en la falta de comunidad y verdadera comunciación, red social de las de antes. El aislamiento social, provocado por un sistema que lo genera y algún asunto personal añadido hace saltar los fusibles de cualquier humano. Este caso,como tantos,no pasa por "está loco",para nada. La locura es un cartel en discusión en cuanto a salud mental. Creo no ser masa, no me siento masa, si me siento parte de una comunidad y me integro,pero no me fundo en la masa homogénea.Un beso
ResponderEliminarIndia, aceptamos "cabrona" como especie emergente y tocapelotas, jajajajajajaja
ResponderEliminarFrankie, margen para la esperanza siempre hay. El saldo de lo que la humanidad ha hecho me parece positivo, a pesar de las barbaridades que también se han hecho. Pero no han dejado de haber épocas oscuras.
ResponderEliminarYo quiero y debo ser cabro, porque me gustan las que están como una cabra.
Fio: el que he simplificado he sido yo con el resumen de lo que charlábamos entre mi amigo, otros y yo.
Noruega: si un tío que se carga a 70 y tantas personas en el plan que lo ha hecho este, pone esta cara al ser detenido:
http://estaticos02.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2011/07/26/internacional/1311681472_0.jpg
esa persona está loca. Blanco y en botella es leche y me da igual qué coartada ideológica se le quiera dar al asunto.
Otro asunto es lo que usted apunta sobre que esta sociedad está generando demasiados locos, en eso le doy toda la razón.
Voy liadísimo. Saludos.
jajajaja, vale descla, revelo mi secreto: soy terapeuta tambien, pero no te dire como profesional que te miras eso de que te gusten las que estan como unas cabras, porque va a ser que a algunas nos gustan con un toque de cabrito, jijijijijjijijiji. Que te "deslies" y si, de acuerdo con el tio ese de Noruega si que esta remadatamente majara. Punto.
ResponderEliminarBesicos!
Mar.
qué chulo.
ResponderEliminarte lo robaré...
e.
¿Terapeuta? Jaja, eres una caja de sorpresas, multilenguas. Ahora si te tomaré miedo, jajaja.
ResponderEliminarEstás en tu casa, Egoitz.
Hola, Desclasado, aquí estoy leyéndote. Sí, soy psicóloga, tal como lo especifico en mi perfil. Adscribo al pensamiento crítico. De acuerdo contigo en que las democracias corruptas son caldo de cultivo para dictaduras. En el caso específico de la República de Weimar, cuentan además otros factores como la firma del Tratado de Versailles luego de la 1ra GRR M, con la percepción alemana de derrota, humillación, pérdida de territorios, pago de cuantiosas indemnizaciones que no podían asumir, hiperinflación etc. NO importa que en la perspectiva histórica, visto desde hoy, las condiciones pudieran haber sido buenas con respecto a como quedó Alemania después de la 2nda GRR M, como lo han argumentado algunos historiadores. En esa época específica, la percepción era de humillación del orgullo nacional, de ahí que necesitaran esos torsos desnudos transpirados y musculosos y esos desfiles apoteósicos que daban, compensatoriamente, una sensación de unidad y grandeza del cuerpo nacional en la que chivos expiatorios debían de ser automáticamente exterminados, etc. La formación de estas estructuras sociales son las que, a mi juicio, deben estudiarse. Estructuras que están formadas por una suma de individuos que han colaborado en ellas. Según yo lo veo, existe una pluricausalidad, que no puede desestimarse.
ResponderEliminarSaludos.
PD. Me resulta muy interesante tu blog, te seguiré leyendo. Bienvenido siempre al mio.
Alemania tuvo muchas más facilidades para recuperarse de la Segunda Guerra que de la Primera. Después de la Primera Guerra Mundial, para comprar una barra de pan hacia falta un cajón de dinero. Las indemnizaciones impuestas, estaban más para arruinar para siempre a Alemania que para indemnizar daños, eso es claro, pues era imposible pagarlas...
ResponderEliminarMyriam (y Temu): borro el comentario fallido que ya borraste tú, que no quede ahí el pegote.
ResponderEliminarLa paz de Versalles fue, en efecto, una humillación innecesaria. Polvos trajeron lodos. Causas y efectos: es infantil decir que el pueblo alemán se volvió loco, así de repente. Lo que apunta Temu es interesante: si una barra de pan vale hoy un marco y mañana vale mil(más o menos literal), se está pidiendo a gritos que venga un Hitler y arregle esta situación.
El resto ya lo conocemos.