Dos viejos chistes patrióticos.

Me ha entrado tan mala leche al ver a la de la Vogue y al Oso Yogui mamoneando, que voy a hacer una entrada de chistes a ver si me río escribiéndolos. Son 2 chistes viejos que seguramente muchos de ustedes conocerán. Para quien no, ahí van:

Estamos en la final del campeonato del mundo de supermachos. Ya sólo quedan un gringo, un ruso y un español. La última y definitiva prueba que dará el título de supermacho mundial al país ganador, consiste en lo siguiente:
1º) Beberse 10 litros de vino de cartón tetrabrik en menos de 15 minutos.
2ª) Acabado el vino, subir a la montaña situada enfrente del jurado y matar a un oso valiéndose de medios propios.
3º) Muerto el oso, bajar de la montaña y follarse a una tía impresionante alquilada por el jurado para la ocasión.
Quien realice el circuito completo en menos tiempo ganará el título de supermacho mundial.
Inicia la prueba el gringo, se bebe el vino en 8 minutos 32 segundos, sube a la montaña y mata al oso, el cronometro marca 38 minutos 12 segundos, baja de la montaña y se folla al pibón. Tiempo total 53' 26".
El estadio bramando, en pie, jamás nadie había conseguido bajar de una hora.
Sale el ruso, el vino cae en 5 minutos 21 segundos, murmullos del público: "claro, los rusos están muy acostumbrados a la mamandria", sube a la montaña, mata al oso, tiempo utilizado 31 minutos 12 segundos, esto está al rojo vivo, baja de la montaña, se folla a la meretriz, tiempo total 46' 10" segundos. El público enloquece, es el delirio.
Sale nuestro español, ¡se bebe el vino de tirón y sin respirar en 1 minuto 2 segundos! ¡El estadio en pie! La gente cantando "Yo soy español, español, español". Sube a la montaña... el cronómetro marca 26 minutos, 27, 28, 40, 50... y el español no da señales de vida. Pesar en el público al pensar que el oso ha matado al español, murió como un bravo. Pero... ¡esperen!: el español baja de la montaña hecho unos zorros, con zarpazos hasta en la planta de los pies, llega ante el jurado y exclama: -¿A QUÉ TÍA HAY QUE MATAR?

Otro más y ya dejo de torturarles:

En esta ocasión nos encontramos en la final del campeonato del mundo de cuerpos de seguridad estatales. Quedan 3 finalistas, la CIA americana, el Mossad israelí y la Guardia Civil española. Última prueba y quien venza quedara como mejor cuerpo de seguridad estatal del mundo. Sorprende el jurado al determinar que el campeón será quien traiga el conejo más grande, el más pesado. Parten raudos los tres cuerpos, cada uno por su lado, a cumplir la misión. Vuelven primero los gringos con un conejo que, pesado, resulta ser de ¡62 kilos! Algo increíble, el público empieza a exclamar que estos tíos manejan transgénicos y cosas que desconocemos. Pero mayor sorpresa causa la llegada de los israelís con un bicho de ¡83 kilos! Las gradas en pie ovacionando, ¡estos judíos son la leche, lo que no consigan ellos!
Llegan los españoles, un silencio espectral se apodera de gradas y jurado. Entran un cabo y un número de la Guardia Civil, ambos con mostacho, tricornio y cara de mala leche. Traen, arrastrando de una cadena, un elefante. El público no entiende nada, la gente está desconcertada. Un miembro del jurado grita a los guardias: "¡Pero, oigan, que eso no es un conejo!"
Y el elefante, histérico, empieza a gimotear:
- SOY UN CONEJO, NO ME PEGUEN MÁS, POR FAVOR, SOY UN CONEJO, SIEMPRE HE SIDO UN CONEJO, LO VOLVERÉ A FIRMAR SI ES NECESARIO, PERO NO ME PEGUEN MÁS, POR FAVOR.

El Desclasado chistoso.