Sucedió en Madrid. Se había convocado a la gente, vía las redes sociales, para una manifestación en el Congreso de los Diputados. Como en todas estas últimas manifestaciones llenas de ternura, amor y buen karma, no se sabían muy bien los objetivos y todo quedaba en consignas bien intencionadas, buenrrollismo de Logse y un cierto regusto masoquista por recibir palos sin defenderse al tiempo que agitas las manitas en el aire y coreas: ¡Estas son, nuestras armas!
Allá ellos, sarna con gusto, no pica.
Pero entre la masa hubo una luz. Unos dicen que la masa fueron 6.000, los otros dirán que 60.000 y así hasta el infinito, según quien te cuente la película, pero había gente, miles, que yo los vi.
Y de entre miles, surgió la luz.
Ella había captado el mensaje de amor y buena vibración y lo encarnó.
El amor se hizo verbo. O carne, que con esto de al principio fue el verbo siempre me lío.
Si la Revolución Francesa tuvo su Marianne:
La Revolución Española tiene su Llésica o Llénifer:
(Bonitas tetas, por cierto. Así blanquitas y comestibles a la vista).
Miles de manifestantes, haciendo el indio de formas diversas, y fíjense dónde apuntan todas las cámaras y medios de comunicación, que yo no sé si no le quemarían un poco esas preciosidades turgentes con tanto flash.
Tiran más dos tetas que dos carretas (llenas de manifestantes), ciertamente.
En mi opinión, como analista revolucionario, tan sólo un fallo que a la próxima deberá corregir: si en vez de hacer la iluminada mística poniendo las manitas así en plan yoga, se agarra los dos cántaros y chilla: "¡Estas son, nuestras armas!", la revolución está ganada.
Imaginen miles de llénifers manifestándose en ese plan, tetas en manos cual armas del amor. No me digan que no se gana la revolución en un plis.
Lamento no contestar siempre a los comentarios y gustarles más cuando estoy ausente porque callo (¿o era al revés?); estoy, como de costumbre últimamente, liado con mi particular revolución.
Por la noche hubo un tipo en calzonzillos pero no tuvo tanto tirón como Llésica.
ResponderEliminarTambién hubo un momento "que se besen", y ya no sé si era policía con manifestantes o qué.
Pena que hoy haya un parapléjico. El resto sigue igual o peor.
Bicos.
Blue, por desgracia hace falta el "muerto necesario" para calentar el patio.
ResponderEliminarNo digo que lo desee, ojo; digo que va en el guión histórico.
Nunca pensé que la crisis tuviera un lado erótico. Qué cosas (dos).
ResponderEliminarJajajaja.
ResponderEliminarPues está bien mona la jipi, jajaja.
En realidad para hacer el gesto que dices bien contundente, le harían falta tres manos para indicar los tres centros de poder...jajaja
ResponderEliminar(Alguien pensará que cinco, pero yo no soy tan guarro...jajaja)
La niña está rica, rica, que diría Arguiñano, aunque no se le ve muy bien, casi siempre de espaldas...
Salud
Como pusiste ahí a la "Libertad guiando al pueblo" te voy poner un vídeo. Ya no recuerdo si lo puse aquí, pero algunos ya lo conocen por el Fb. Es para que veas las "evoluciones y tropiezos" de la libertad...en movimiento.
ResponderEliminarDalealplay: ►
Yo prefiero las de esta modelo a las de la princesa sosa inglesa. Mejor mil veces una teta revolucionaria que una sola aristocrática. Las revolucionarias huelen a caballo y a sombra, que dijo Lorca.
ResponderEliminarEsta es una modelo. Seguro que sale en el calendario 2013 de algo.
Según la Cospe -la actual boquita oficial de ejjte régimen como dirías tú- esa tetuda lasciva y descocada es una golpista, equiparable a los del 23F. Con esto han comparado el 25S, ay, ay. Y a lo que resulta, los de Calvin Klein van a proveer el mejor armamento, con sus nuevos sujetadores con efecto push-up (tetas p'arriba) ¡Mujeres, volveos todas revolucionarias y alegradnos la vista! Descla, hazte comercial de sujes, ja, ja
ResponderEliminarYa llegan los agudos "Capas" de los medios de información a tomar la "foto de la guerra". Demasiada telecinco, demasiado tontería. Sin orden ni concierto, y la chica por cierto, creo que es una artista porque se lo monta en plan performance, nada de "armas tomar", sosa... sosa. La cosa va por el camino que se temía. Admito que quiero que den la independencia a todas las autonomías. Cuantos menos seamos menos deuda habrá que pagar. Y yo no tengo patria.Cada uno se la componga con sus crisis y sus banderas.
ResponderEliminarFrankie corazón: Hubo un tiempo en que en Defensa Ministerio, se hicieron la ropa interior en Calvin Klein, durante en mandato de F. González y estando de Ministro Julián García-Vargas. Te lo digo porque por cosas que no vienen al caso me regalaron un "kit de soldada Calvin"
Un beso desclasado, y no disfrutes tanto de tus silencios, que vales más por lo que hablas que por lo que callas.
Las tetas simbolizan el alimento del pueblo. Por eso esta ninfa ha hecho lo correcto, desnudarse y mostrar sin dudas lo que la crisis hace de los hombres: dejarlos(nos) desnudos y hambrientos. Es que tú no comprendes nada, Descla. Ves una teta y sólo piensas en sexo.
ResponderEliminarSi fuese un hombre el que se desnuda y dejas sus testículos al aire entonces ya, podríamos pensar que está buscando una simple noche de lujuria porque comer, lo que se dice comer, de allí no se puede demasiado (como mucho hacer una crema enriquecedora para los cutis flácidos, dicen algunas).
Y ahora en serio: esta chica, caminando así en plan libertadora parece que se hubiese escapado de un manicomio. Y eso que yo apruebo el desnudo como forma de protesta, tú lo sabes por el caso de la chica musulmana aquella, pero aquí parece algo totalmente fuera de contexto. ¡Y qué emoción los fotógrafos! estaban como locos ellos también. Y todo por un par de tetas: la naturaleza es sabia.
Besos, revolucionario.
Toma, no eran tetas revolucionarias, sino tetas publicitarias "mata fascistas", jajaja.
ResponderEliminarSi un par producen estos amontonamientos, ni que fuera una extraterrestre...jajajajajaja, que mal anda la humanidad por algunos lares,eh?.Un beso
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