miércoles, 12 de mayo de 2010

Ciao, Mari.

Me llama mi megajefaza. Requetenchufada, no vale para el cargo que ostenta. No todas las personas enchufadas son inútiles, los hay que salen listos/as y se ganan el respeto. No es el caso de mi jefa. Constantes errores que siempre son culpa de quienes le rodean. Un punto de histeria, de llegar a chillarte si eres cagón y no le paras los pies. A veces pienso que no son realmente conscientes del cargo que les han regalado, están como jugando o algo, sin noción real de lo que tienen entre manos.
Ha enchufado a su vez a su hermana, menor que ella. La "hermanísima", así la llamamos, no es mala tía.  Procura hacerse perdonar el enchufe siendo agradable e intentando trabajar bien, aunque -parece- el Señor no quiso dotar a esta familia de excesivas luces, pero no conozco al resto. En resumen: mejor calidad humana la hermanísima que la doña. La tiene enchufada de "escudera", no sé qué cargo tendrá en nómina, será algo así como jefa de administración, el caso es que le hace de filtro para todo a la jefa. Lo de chivata sólo lo sospecho y está feo acusar sin pruebas desde el cobarde anonimato. Vamos a poner que se llama "Teresa".
Me llama mi jefa y siempre es para marrón, algo habrá cagado y pretenderá que es cagada mía. Por el forro me la como yo, como de costumbre, ni sé por qué sigue intentándolo conmigo...
Llego a la previa audiencia, ahí está la hermanísima de cancerbera:
- Hola, Tere, ¿está tu hermana?
- Esta MI-JE-FA.
- Eh...Uff... Sí, perdón, perdón, perdón. Tienes toda la razón del mundo y me la envaino entera.
- Vale, no pasa nada, es que estoy harta...
- Vuelvo a disculparme. Joder, me he quedado cortado...
- Vale, tío, anda ya, cortado tú...
- Joder, de verdad, me he quedado cortadísimo. Mira que cara de cortado pongo, mírame...
- Jajajaja, anda, deja de hacer el tonto.
- ¿Pero no pongo cara de muy cortado?
- Jajajaja, anda, pasa a ver a la jefa.
- Eso, rencorosa, mándame a los leones. Pues pienso salir vivo y dejándola muy cabreada.
- Sí, para eso tienes gracia, ya ves, y luego me la cargo yo cuando la dejas cabreada.
- Plántate... Voy pa dentro. Ave Caesar morituri no sé qué... De verdad que lo de hermana-jefa ya no se me olvidará.
Esperemos... 
Siempre tomándome por un viva la virgen, joder, no aprecian que soy un tímido sobreactuando, un alma sensible que sufre por tanta ignominia en el mundo, un espíritu delicado, un... Entro al despacho. Ya lleva cara vinagre, joder. Y el caso es que tiene un polvazo, la hija de puta. A saber lo qué se gasta en cuidarse.
- Querías verme, Carmen.
- Sí, siéntate.
- Huy...entonces la bronca va para largo. 
- Qué gracioso estás, pero aciertas. Te he llamado por tal asunto...
Cinco minutos después:
- NO y NO, no me voy a comer lo que no me toca, Carmen, para nada. Si tú, o alguien de tu entorno, lo habéis hecho mal, yo prometo no chivarme, puedes contar con mi silencio leal, pero no pretendas que me la coma yo, porque no pienso hacerlo.-- ¿Debería añadir?: "y tengo recursos si te pones borde". No sé... el caso es que no lo digo.
- ¿Y cómo me demuestras que no has sido tú?
- Para esas cosas lo mejor es sumergir al sospechoso una hora entera bajo el agua y si se ahoga es culpable, si no se ahoga es inocente. También está lo de sujetar una piedra al rojo en la mano... esos métodos. Pero podríamos dejarlo en preguntarle a tu...eh... a Tere si yo cumplí mi parte.-- Y ahora viene el momento mágico: endereza el cuello y suelta un berrido, un "MARIIIIIIIIIIIIIÍ" de llamar a la hermana pequeña, que casi me descojono. Pobrecilla la Mariiiiií Tere haciendo esfuerzos para que no la traten de "hermana de" y la jefa tratándola de su hermana la peque, dejándola en envidencia. Si le hubiese llamado "la nena" creo que tengo un orgasmo en el despacho.
Entra la hermana Mariiiiiiií Tere roja como un tomate. Se aclara mi no culpa y la jefa mira a Mariiiiiiií Tere con cara de odio. Pobrecilla Mariiiiiiiií Tere, se va a comer el marronaco: la cagada y mi no culpa, paquete completo de la señorita Pepis, qué ilusión. Le dice a la hermana Mariiiiiií Tere que salga, supongo que cuando me vaya yo le caerá la del pulpo a feira. Intenta mi jefa una última mierdecilla que decido comérmela, para que se quede tranquila:
- Bien, de esto no tienes culpa-- La tienes tú, hija de puta, de sobra lo sabes.
- Pero tu trabajo deja que desear en cuanto a... -- Mierdecilla que me suelta.
- Vale, Carmen, ya sé que no soy el empleado del año, me como esa que me echas ahora y te quedas tranquila.
- Soy la jefa y debo velar por esto...
- Y lo haces muy bien, ¿quieres un café?
- No puedo salir ahora, voy cargada de trabajo, como siempre-- Ahora a rascarse el coño se le llama "carga de trabajo", qué cosas, oye. 
- Bueno, pues voy a lo mío.
- Vale, hasta luego, Desclasado.
Ahí está en la mesa filtro, la pobrecilla Mariiiiiiiií Tere mirando al suelo. No puedo evitarlo, al pasar por su lado le digo: "Ciao, Mari". Creo que lo que murmura es "cabrón". Aún no he llegado al hall y ya oigo el berrido: "MARIIIIIIIIIÍ, PASA".
Ave Caesar morituri no sé qué, in gloria transit mundi o algo así.

El Desclasado, azote de mandos y cuadros intermedios, ha hablado. 

1 comentario:

Caminante que por aquí recalas: si me comentas en una entrada antigua es probable que no te conteste por no ver tu comentario. Pero no por ello te prives.