domingo, 18 de julio de 2010

Concurso Paradela.



LA TÍA REMIGIA.

Se dibuja sobre el fulgor del cielo castellano de este tórrido día de julio, la silueta del caserón donde pasé aquellos veranos de mi infancia. Allí, en la puerta, están ya mis primos, tíos y resto de lo que ya son para mí extraña parentela que ni conozco, pero tienen o creen tener derechos de rapiña sobre los restos del caserón antes de venderlo por desavenencias familiares. He venido "obligado" por sorteo en representación de la familia de la ciudad. Nada quiero llevarme de aquí antes de la venta, ya me llevo los recuerdos de mis veranos, muy buenos los buenos, casi olvidados los malos. He venido porque se exigía presencia de todas las partes para que nadie pudiera acusar a posteriori de haber hecho trampas al resto. Besos, presentaciones de, por lo visto, "sobrinos" lejanos que jamás he visto, hijos de primos segundos. ¿Te has casado? ¿De qué trabajas? ¿Y por dónde vives en la ciudad? ¿Vive aún el tío Joaquín? Protocolo.
Dejo claro mi interés por nada, en representación de la parte urbanita. Se escapan algunas sonrisas de satisfacción que quieren ser disimuladas.
Liberado de competir en el saqueo decido dar la última vuelta por el caserón, no sin sentir algo de pena, de nostalgia de los recuerdos que se van con él. Oigo a mi familia empezar a discutir por la rapiña. Por aquel cuadro, por esa estantería, por el baúl... Discuten educados en principio. O mucho me equivoco o acabarán esgrimiendo derechos de compensación por "aquella vez que tu padre le comió 2 metros de linde a mi padre en la viña del Cabezo Gordo", derechos sentimentales: "la abuela lo dijo en vida que quería que esto fuera para mí", acabarán discutiendo y yo ya no estaré aquí. 
Consta el caserón de dos edificios, ambos con puerta independiente a la calle, que se juntan interiormente a través de un patio, patio donde está "el pozo de la tía Remigia". Dejo el patio para el final y paseo por las estancias del ala que tenía adjudicada mi familia para el veraneo, entendiendo "familia" como clan familiar: padres, hermanos, primos, tíos, novias y novios de mis tíos aún solteros, abuelos, todos de la parte urbanita, y a quien invitásemos si nos daban permiso. Veraneo tribal se debía llamar aquello. Veo mi habitación compartida con mis primos, literas, la cama donde dormía ¡qué pequeña me resulta ahora! El salón donde comíamos y veíamos películas los sábados tarde antes de salir a darnos de pedradas contra tribus rivales y dependiendo de lo excitados que nos hubiese dejado la película, mostrábamos mayor o menor combatividad. En este aspecto las de piratas y las de Tarzán conseguían bastante descalabros, (no hay que olvidar que la tribu rival había visto la misma película en la España monotelevisión; mostraba mismos instintos acrobático-asesinos).
Llego por fin al patio divisor y ahí está el pozo de la tía Remigia. Sigue tapado, como siempre estuvo. Qué sensaciones más indefinidas, más inquietantes. Estaba prohibido decir "de la tía Remigia", era el pozo, sin más. Pero todos los chiquillos le añadíamos a escondidas el título de propiedad. Desde que tuve uso de razón la tía Remigia siempre había estado allí, junto al pozo. En realidad estuvo allí antes de que yo tuviera uso de razón, antes de que yo hubiese nacido. Siempre de negro, coqueta: siempre pintada y bien peinada, siempre con una sonrisa tenue en la boca que sólo perdía cuando se la obligaba a ir al salón para las comidas y las cenas.
La tía Remigia había casado con un buen mozo, el tío Julián, otro proscrito del que no se podía hablar en la familia. Aparentaban ser muy felices. Ella quedó quedó embarazada enseguida y la coz de una burra le provocó un mal aborto que por poco le cuesta la vida. Recuperada, volvieron a intentarlo y algo debía haberse trastocado en el interior de la tía Remigia porque volvió a abortar, esta vez espontáneamente. Una tercera vez y, tras un embarazo complicadísimo, tuvieron un bebé sano y fuerte que llenó de alegría a la pareja. Crecía el niño sin complicaciones, tal vez algo mimado para la época, compensación inconsciente de los padres por lo que había costado traerlo. La tía Remigia quedó embarazada dos veces más y tuvo otros dos abortos. Nos contaron que el médico del pueblo le comentó al tío Julián que si la volvía a preñar la mataría. Cuando contaba el niño 5 años, jugaba en el patio solo, cayó al pozo y se ahogó. Esa misma noche la tía Remigia perdió la razón para siempre. El pozo quedó también tapado ya para siempre. Muy bien tapado, con una tapa redonda de grueso roble anclada a la piedra de las paredes con trabajo de herrería. Ya nunca por el día se separaba del pozo, sentada en una mecedora. Sólo para dormir, comer y sus necesidades se separaba de allí. En verano le ponían una sombrilla, en invierno la abrigaban mucho. Cuando llovía la misma sombrilla enorme que mis tíos compraron le servía de refugio. Decía que ella tenía que estar con su hijo para "que no le pasase nada malo". Le cantaba nanas al pozo, le cantaba a su hijo. 
Tras cinco años en esta situación, un día el tío Julián desapareció para siempre, que Dios le juzgue, yo no me atrevo. Los chiquillos del pueblo, maledicencias oídas en su casa, nos zaherían diciéndonos que el tío Julián estaba con una fulana en algún pueblo no muy lejano, que lo habían visto. A pesar de no haber conocido al tío Julián, el honor familiar nos impelía a lavar la afrenta y alguna ceja llevo partida en su defensa.
Nunca nos dio miedo la tía Remigia porque siempre había estado allí. Era una "rareza" de la familia, algo de lo que no se debía hablar fuera de ella. Llegada mi adolescencia insistí mucho en quedarme en la ciudad en verano "para estudiar lo que había suspendido", (mentira: para salir de juerga y no ir "al muermo del pueblo")y la tía Remigía se fue difuminando en mi vida. Un día llamaron por teléfono a casa: la tía Remigia había muerto. Allí, sentada junto al pozo, tranquila, con su hijo.
Abandono el caserón sin pena ni gloria; mis familiares están demasiado enfrascados en el saqueo para perder comba despidiéndose de mí. Hace un calor infernal. Hoy, en mi ya supongo vida adulta, voy a hacer lo que nunca hice: me voy a tomar una cerveza bien fría a la salud de la tía Remigia, su hijo, y ¿por qué no?, también por ese desconocido tío Julián que nadie supo nunca qué fue de él.
      
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Lo que han leído -si es que han leído algo- es una ficción para el concurso literario del blog  "Paradela de Coles". Ni existe la tía Remigia, ni he vendido ningún caserón y me puedo pagar un fiestorro, ni na de na.

40 comentarios:

  1. Me gusta, desclasado. Me enganchó de principio a fin. Cuando el concurso acabe, pondré en el blog una foto con una mecedora junto al pozo. Para que "La tía Remigia" tenga algo más de vida propia.

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  2. Gracias, María Jesús. Me va a hacer ilusión ver esa foto con el simbolismo de un personaje creado por mí.

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  3. (Recuerda que tienes que entrar y comentar en los blogs de todos los participantes, porque sois vosotros los que vais a votar al ganador. Si entras en los comentarios de mi blog, verás que ya hay otros dos textos publicados)

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  4. Sí, son Anna y Maia, estaba en ello. Gracias.

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  5. Te a quedado un precioso texto Desclasado. El concurso de mariajesus está permitiendo que sepamos de blogs muy interesantes, me alegro de haberte conocido.
    Un beso

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  6. Gracias y bienvenida, Anusky. Ahora echo un vistazo a tu blog.
    Sí, el concurso de María Jesús parece claro que va a ampliar nuestros horizontes blogueros.

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  7. Has echado a volar la imaginación desde el pozo al cielo, y has inventado una historia, muy literaria, pero también muy real. Esas cosas que tan bien cuentas son un espejo de muchas situaciones de la vida misma.

    Te lo dice un rival que se alegra de conocerte en el círculo bloguero del que es eje Mariajesusparadela.

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  8. Gracias, Arobos. Ahora paso a ver tu blog.

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  9. Está bien, pero me ha dado pena ver el motivo por el que el pozo era propiedad de la tia Remigia. Me gusta más esa parte que la del principio... no sé.
    De todas formas, y ya por pulir y comentar... alguna ceja.. yo diría una ceja... porque no creo que tenga más de dos el personaje. Sí, es una forma de hablar, así que no me hagas mucho caso. La otra cosa sería España motelevisiva en lugar de España monotelevisión.
    Un saludo.

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  10. David, te lo agradezco, pero ya le he dado al enter y ya está publicado y en marcha.
    La suerte está echá.

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  11. Bueno, bueno...vengo para agradecerte el comentario que has dejado en mi blog según las bases del concurso de Maria Jesus, cuando veo que has publicado tu historia de entresijos familiares, muy reales...
    el ser humano se vuelve ruin en estas situaciones....
    De todo el texto, me quedo con una imágen la de tia Remigia, trastocada por la muerte de su hijo, como toda madre que sufre este revés ...y se queda varada en el tiempo, en su mente y en su pozo...todo un triste abismo.
    ¡¡suerte contrincante!!

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  12. Hola, Anna, igualmente suerte.

    Lo que pasa es que me corta un poco entrar así en vuestros blogs, porque yo nunca había participado en el de María Jesús y no os conozco a nadie. Entraba a veces en Paradela, a través del Blog de Blue, leía, pero nunca miraba los comentarios.
    Pero como dice también el concurso, esto sirve para conocernos...

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  13. Muy pero muy bueno! Un abrazo y salu' por la Tía Remigia y su hijo.

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  14. Hola, Maia, bienvenida.

    Pues de momento estamos 3, Anna, tú y yo. Y Arobos que dijo que para el miércoles lo sacaría.

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  15. Hola Desclasado,
    yo he publicado dos, ya que con semejantes textos ni comienzo a competir! jaja..

    Me recordó a la vez que tuve que repartir los bienes en el campo de mi abuelo... Fea experiencia.

    Un cariño

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  16. ¡Anda que no hay que tener cuidado con las coces de las burras!. Excelente texto.
    Saludos!

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  17. Qué gran idea la de Mariajesús...he estado leyendo tu texto,y visitando los diversos blogs participantes...una pasada,increíble...cómo las buenas ideas se enlazan y se crea una madeja de grandes letras y de gente con cosas estupendas por contar...me ha encantado...de corazón...Suerte a todos,el disfrute está asegurado!

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  18. Nina y Caruano: gracias y ahora miro vuestros blogs.
    Suerte si participáis.

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  19. uff que tremendo eso de hacer acto de presencia en una situación de esas. Si no lo aclarabas yo me lo creía, me gustó mucho, aunque soy miedosa y me asusta el pozo y su historia.
    Yo brindo con una cerveza fría el haber pasado por aquí.
    Saludos Desclasado!

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  20. Me gusta el texto, mucha suerte en el concurso.
    Bicos

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  21. Nina/Caruano/Paluchax/Dilaida (por orden de intervención): ahora paso por vuestros blogs. Bienvenidos.

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  22. Vaya guión para una película, lo que da de si un pozo, je je je muy bueno, un saludo desde "Tomara que tu viera..." y suerte.

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  23. No me lo creo nada. Seguro habrá existido la tía Remigia. O en su defecto, tu cabeza está trastornada!
    Un abrazo.

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  24. Mamé y Pulgarcito, bienvenidos. Ya he pasado por vuestros blogs.
    Las cosas que he narrado existen... por separado.
    Existe el caserón con el pozo. Era de la familia de mi pareja y cuando lo vendieron me comentó las disputas familiares. La tía Remigia es una adaptación del "Penélope" de Serrat, o si se quiere ser más moderno, del Muelle de San Blas de Maná. Escuché una vez que una señora había abortado por una coz.

    Tómense los ingredientes, agítense y pal concurso de María Jesús.

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  25. Ignoro qué pasó con mi comentario puesto hace… + ó - unas horas. No recuerdo lo que escribí, así que reconstrúyolo al poco más o menos.

    A pesar del aviso, entro, no importa lo que pueda haber y lo que me llegue a encontrar. Como tampoco estoy adornado de ningún tipo de clase, categoría, etiqueta o similar, no pierdo nada con llegar, saludar, agradecer y despedirme. Y por supuesto, después de echar un vistazo por todo este derredor.
    Otro día digo algo más enjundioso.


    Y viendo la frase del Villegas, añadí, también + ó -: No quiero dar puñalada trapera, sino lisonjear, sólo lisonjear, a quien con esas mimbres ha confeccionado tan hermoso cesto.

    Y ahora pincho y me deseo suerte.

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  26. No sé qué habrá ocurrido con su anterior comentario, Miguel Ángel. Quizás mañana salga... a veces pasan cosas raras.
    Jajajaja, pues muy buena lisonja y sospecho que de las de sin puñalada.
    Un placer.

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  27. Emotivo relato el de la tía Remigia..."Rival" jejeje. Es curiosa la visión del pueblo que tenemos una vez que salimos de él, principalmente si lo dejamos de niños...Una cosa más que me puede...los repartos en las herencias...Desata los peores instintos y entre familiares...patético
    Abrazos rivalescos jejeje

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  28. Calvarián, amigo, ya queda menos para el desenlace.
    Abrazos rivalescos también, jajajaja.

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  29. Hemos escogido la misma foto aunque con una temática diferente jejej

    Qué burra esa burra madre mía. Y pobre tía Remigia aunque, permíteme, yo también me tomaré una cerveza a su salud.

    Un saludo.

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  30. Bienvenido, periodista, ya voy a ver tu entrada concursante.

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  31. Esta idea de María Jesús es genial para relacionar personas con cierta afinidad, o simpatías afines. Tu historia me ha enganchado y encima he descubierto tu blog. Brindo con otra "birra" por la tía Remigia, mejor dicho, por su autor. Un abrazo.

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  32. Hola, Emejota, estaba esperándola.
    Comenté en otro blog que ganar ya hemos ganado todos al conocernos gente tan diversa. ¡Vaya éxito ha tenido María Jesús!
    Saludos.

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  33. Me compenetré tanto con el relato que sentí que la " tía Remigia" había sido real.
    La contienda entre los que quieren llevarse todo lo material y el que se aleja , sólo con los recuerdos : lo más valioso.
    Muy bueno!!

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  34. Hola, Carmela, gracias. Bienvenida.

    (Ya casi ni me quedan fuerzas para saludar a tanta gente nueva, desde luego...la que ha liado maría Jesús).

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  35. Por fin lo he podido leer! Muy bonito el relato, y muy triste la historia de la tía Remigia. Suerte en el concurso :).

    Un abrazo.

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  36. Me ha encantado, Desclasado... volveré con calma a leerte con más detenimiento. Un saludo

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  37. Hola, le devuelvo su amable visita a mi caserón. Me ha gustado el relato, y si es verdad que el mío se parece al suyo. Se vé que somos un poco escéptico. Pero no lo había leído. Habría cambiado por completo de relato, de haberlo hecho.

    Siento no poder votar, ya sabe que me he despistado por completo y ni siquiera he colgado el mío a tiempo.

    Le hubiera votado, pero en fin , que le vamos a hacer.

    un saludo.

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  38. Txema: de sobra sé que no hay ni medio plagio, porque de sobra sé que no había leído el mío al escribir el suyo. O por lo menos por aquí no había pasado...
    Ya he leído su despiste de confundir las 12 de hoy con las 24 de anoche, jajajaja.
    Bueno, el sentido del concurso era conocerse también y ya lo hemos hecho.
    Saludos.

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Caminante que por aquí recalas: si me comentas en una entrada antigua es probable que no te conteste por no ver tu comentario. Pero no por ello te prives.