Jua jua jua jua.

Un día, ha tardado un día en desdecirse. Y ahora ¿de qué lo acuso? ¿De loco, de cobarde, de ambas cosas, de perro de sus amos? Ayer iba a poner impuestos para los más ricos, hoy "no toca esa medida" y mañana Dios dirá. E la nave va.
Zetaparo, "El País" de hoy:

El presidente del Gobierno aclaró que era "el más interesado" en tomar esa medida, pero que se "aplicaría en el momento oportuno", que "ahora no tocaba". Estableció como prioridad la reducción del gasto, seguida de la reforma laboral; la reforma de las cajas y, por último, la reforma fiscal, donde se encuadrará el nuevo "impuesto para los ricos". "No hay que diversificar esfuerzos sino concentrarse en cada tema en cada momento", dijo el presidente.

Expuso, también, su filosofía de que no quería que le acusaran de "demagogo" por tratar de neutralizar una medida impopular como la congelación de las pensiones en 2011 y la reducción del sueldo de los funcionarios, con una simultánea subida de impuestos para "los más ricos".

Está loco, pero no tonto. Defiende a sus amos. Tenemos un sicópata al frente del país.
No quiero dejar pasar una mención a la sobria elegancia de la vicepresi de la Vega, vestida para anunciar recortes y austeridades. Ya saben: cuando vayan a anunciar recortes a su familia, a sus empleados, etcétera, lo adecuado es vestirse de D'Artagnan postmoderno. Le faltaba el florete y el sombrero con pluma y ya tenemos una especie de dartañana del género. Se burlan de nosotros:

Zapatero ha hablado, yo me he limitado a reproducir sus palabras, a mí no me acusen de nada de esto.