De la serie "Aprender jugando", hoy vamos a ver con un caso práctico la diferencia entre Periodo y Frecuencia y su relación con una posible estupidez congénita.
Antes de pasar a la exposición del problema, daremos las definiciones necesarias para una mejor comprensión del asunto:
Frecuencia es la medida que se emplea para indicar el número de repeticiones de cualquier fenómeno o suceso periódico en una unidad de tiempo.
Período es el tiempo que se demora un evento repetitivo en completar su ciclo.
Y pasemos ya a exponer el problema (esta va para examen).
El primo de un amigo de un amigo se fue a hacer un viaje en bici. Pertrechado con lo necesario para ser autosuficiente, decidió un día indeterminado de tal viaje acampar en un jardín a las afueras de un pueblo, con el objetivo, quizás condenable, de no estar en medio del monte y arrearse unas cervezas en alguno de los bares del pueblo.
Encontrado el parque perfecto: ajardinado, discreto por estar fuera del núcleo poblacional, con fuente y de la suficiente extensión como para "esconderse" en un rincón del parque y pasar lo más desapercibido posible, el primo del amigo de mi amigo decidió acampar:
Levantada la tienda justo antes del crepúsculo, cayó la noche volviendo invisible con sus sombras el campamento.
(Lo de caer la noche envolviendo con sus sombras es una horterada, ya lo sé).
No contento con romper el purismo del viajero tomando unas cervezas, arremetió también el primo de etc. con sendos platos de jamón y chorizo.
Dándose por cenado, el primo de etc. se fue a dormir.
A las 6 en punto de la mañana, como posteriormente comprobó, el primo de etc. se sintió atacado: algo parecía estar desgarrando la tienda. ¿QUÉ COÑO PASA AHÍ?, chilló el primo de etc. en un intento de hacer huir al, en apariencia, gigantesco animal que trataba de desgarrar la tienda. Le respondió el silencio, pero, tras un breve periodo de tiempo, de nuevo otro desgarrón. Armado de valor y aún a oscuras se decidió a abrir la puerta de la tienda y vender cara su vida enfrentándose a la inmunda bestia surgida desde las mismas entrañas del Averno que trataba de desgarrar el habitáculo. Le recibió un chorro de agua, muy fría, en todo el careto.
En la puta mierda del parque, periódicamente, a diario, suponemos, a las 6 de la mañana se ponen en marcha los aspersores de riego del césped, siendo la frecuencia de paso del chorro por la tienda cada 30 segundos.
(El ring ring que suena es que al encender el teléfono para grabar le entró un mensaje).
Conocida la frecuencia de paso del chorro por la tienda, se disponía de márgenes de 30 segundos entre remojo y remojo para sacar todo el material sin acabar empapado.
Tras sacar todo el material y poner una bolsa de Mercadona en el aspersor, atada a la base (todo fue bien hasta que la bolsa reventó), el primo de etc. procedió a desmontar la tienda.
Por último, y en un alarde de discreción, se procedió al secado de la tienda al sol primerizo:
El alumno, tras analizar los datos facilitados, deberá responder a las siguientes cuestiones:
1ª) ¿Es el primo de etc. gilipollas periódicamente? ¿Con qué frecuencia? Razone las respuestas. Se admiten croquis.
2ª) ¿Qué entiende exactamente el primo de etc. por términos como "discreción" o "pasar desapercibido"? Razone la respuesta.
3ª) La respuesta que dio el primo de etc., interpelado por la Guardia Civil al pasar estos patrullando por el secadero: "No, es que para probar si era impermeable la tienda la he puesto un rato ahí en el aspersor pero no he dormido ahí, ¿eh?, no se vayan ustedes a creer...", ¿le parece válida? Razone la respuesta.