martes, 29 de junio de 2010

Si gana España el mundial, me descojono vivo.

Mientras escribo estas lineas oigo ¡Ejpaaañaa!, hace un rato oí un multitudinario ¡¡¡GOOOOUUUUUL!!!, seguido de tracas.
Me descojonaré si gana España el mundial, lo juro. No me lo creeré. Creeré que el sistema ha ordenado que gane ejtepaís para marear la perdiz y teniéndonos distraídos, acabar de rematarnos. ¿Maquiavélico?  No, qué vaaa... Maquiavelo era un niño de teta comparado con los que mueven el mundo; en el 54 ganaba una Alemania Federal, en la segunda edición después de la guerra mundial  y con los restos del plan Marshall. La Alemania que se había quedado en el lado de los "buenos". En el 76 Videla daba un golpe de estado en la Argentina y ésta ganaba el mundial en el 78. En la misma Argentina, que por hermandad nos está cercana, se ganaba el mundial en el 86 y el corralito les jodió bien jodidos en el 2001, viéndose venir desde mucho antes.
En fin, si ya me da vergüenza que con la que está cayendo, infinidad de países hayan acudido al mundial, en vez de decir: "no, nos lo ahorramos, no está el patio para circo", como además gane España sabré (creo) que nos han apuntillado. ¡Ejpañaaa, Ejpañaaa!
Ya verás, ya, nos van a joder, pero bien.

El Desclasado ha hablado. 

"El gobierno de los bancos".


LE MONDE DIPLOMATIQUE (ESPAÑOL)
Junio 2010. Numero 176

Por Serge Halimi Tras la orgía especulativa, ajuste para (casi) todos

El gobierno de los bancos





El 10 de mayo de 2010, tranquilizados por una nueva inyección de 750.000 millones de euros en la caldera de la especulación, los tenedores de títulos de Société Générale ganaron un 23,89%. Ese mismo día, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció que, por razones de rigor presupuestario, no se prorrogaría una ayuda excepcional de 150 euros a las familias en dificultades. Así, de crisis financiera en crisis financiera, crece la convicción de que el poder político ajusta su conducta a la voluntad de los accionistas. Periódicamente, democracia obliga, los representantes electos convocan a la población a privilegiar a aquellos partidos que los "mercados" preseleccionaron por su inocuidad.
La sospecha de prevaricación socava poco a poco la confianza en cada invocación al bien público. Cuando Barack Obama reprende al banco Goldman Sachs para justificar mejor sus medidas de regulación financiera, los republicanos difunden inmediatamente un spot (1) que recuerda la lista de donaciones que el Presidente y sus amigos políticos recibieron de "La Firma" en las elecciones de 2008: "Demócratas: 4,5 millones de dólares. Republicanos: 1,5 millones de dólares. Los políticos arremeten contra la industria financiera, pero aceptan los millones que les aporta Wall Street". Cuando, fingiendo su preocupación por proteger el presupuesto de las familias pobres, los conservadores británicos se oponen a que se fije un precio mínimo a las bebidas alcohólicas, los laboristas responden que se trata más bien de complacer a los dueños de los supermercados, hostiles a una medida semejante desde que convirtieron el precio de las bebidas alcohólicas en un producto gancho destinado a adolescentes fascinados por el hecho de que la cerveza pueda costar menos que el agua. Finalmente, cuando Sarkozy elimina la publicidad de los canales públicos, todos imaginan las ganancias que la televisión privada dirigida por sus amigos Vincent Bolloré, Martin Bouygues, etc. obtendrá de una situación que los exime de cualquier competencia en el reparto del botín de los anunciantes.

Este tipo de sospechas se remonta lejos en la historia. Ahora bien, muchos hechos que deberían escandalizar pero a los cuales uno se resigna se ven minimizados por un "Eso siempre ha existido". Ciertamente, en 1887 el yerno del presidente francés Jules Grévy sacaba partido de sus parientes en el Elíseo para negociar condecoraciones oficiales; a comienzos del siglo pasado, la Standard Oil daba órdenes a muchos gobernadores de Estados Unidos. Y en lo que respecta a la dictadura de las finanzas, ya en 1924 se hacía referencia al "plebiscito cotidiano de los tenedores de bonos" -los acreedores de la deuda pública de la época-, también llamados el "muro de dinero". No obstante, con el tiempo, algunas leyes regularon el papel del capital en la vida política. Incluso en Estados Unidos: a lo largo de la "era progresista" (1880-1920) y después del escándalo Watergate (1974), siempre como consecuencia de movilizaciones políticas. En cuanto al "muro de dinero", las finanzas se colocaron bajo tutela en Francia tras la Liberación. En suma, eso "siempre ha existido", pero eso también puede cambiar. 





Y volver a cambiar... pero en el sentido contrario. El 30 de enero de 1976, la Corte Suprema de Estados Unidos anulaba varias disposiciones clave votadas por el Congreso que limitaban el papel del dinero en la política (fallo Buckley contra Valeo). ¿Razones invocadas por los jueces? "La libertad de expresión no puede depender de la capacidad financiera de los individuos para involucrarse en el debate público". Dicho de otro modo, regular el gasto es coartar la expresión... En enero último, este fallo se amplió hasta el extremo de autorizar a las empresas a gastar lo que quisieran para impulsar (o combatir) a un candidato. 

En otros lugares, desde hace unos veinte años, entre los antiguos aparatchiks soviéticos metamorfoseados en oligarcas industriales, los empresarios chinos que ocupan un lugar destacado en el seno del Partido Comunista, los jefes del Ejecutivo, ministros y diputados europeos que preparan, a la manera estadounidense, su reconversión en el "sector privado", un clero iraní y militares paquistaníes embriagados por los negocios (2), el derrape venal se ha sistematizado. Esto influye en la vida política del planeta. 

En la primavera de 1996, al término de un primer mandato muy mediocre, el presidente William Clinton preparaba su campaña de reelección. Necesitaba dinero. Para conseguirlo, tuvo la idea de ofrecer a los donantes más generosos de su partido pasar una noche en la Casa Blanca, por ejemplo en la "habitación de Lincoln". Puesto que acercarse al sueño del "Gran Emancipador" no estaba ni al alcance de los bolsillos más pequeños ni era la fantasía obligada de los más grandes, se subastaron otros placeres. Como el de "tomar un café" en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos. Por lo tanto, los potenciales donantes de fondos del Partido Demócrata se encontraron con numerosos miembros del Ejecutivo encargados de regular su actividad. El portavoz del presidente Clinton, Lanny Davis, explicó ingenuamente que se trataba de "permitir a los miembros de los organismos de regulación conocer mejor los asuntos de la industria en cuestión" (3). Uno de esos "cafés de trabajo" puede haber costado miles de millones de dólares a la economía mundial, favorecido el crecimiento de la deuda de los Estados, y provocado la pérdida de decenas de millones de empleos. 




"Los pobres no hacen donaciones públicas"





Así, el 13 de mayo de 1996, algunos de los principales banqueros de Estados Unidos fueron recibidos durante noventa minutos en la Casa Blanca por los principales miembros de la Administración. Junto al presidente Clinton, el secretario del Tesoro, Robert Rubin, su adjunto encargado de Asuntos Monetarios, John Hawke, y el responsable de la regulación de los bancos, Eugene Ludwig. Por una casualidad seguramente providencial, el tesorero del Partido Demócrata, Marvin Rosen, también participaba en la reunión. Según el portavoz de Ludwig, "los banqueros discutieron la legislación futura, incluidas las ideas que permitirían quebrar la barrera que separa a los bancos de las demás instituciones financieras". 

Aleccionado por el crac bursátil de 1929, el New Deal había prohibido a los bancos de depósitos arriesgar imprudentemente el dinero de sus clientes, lo que obligaba luego al Estado a rescatar a esas instituciones por temor a que su eventual quiebra provocara la ruina de sus numerosos depositantes. Firmada por el presidente Franklin Roosevelt en 1933, la reglamentación, aún vigente en 1996 (ley Glass-Steagall), disgustaba fuertemente a los banqueros, preocupados por ser parte de los beneficiarios de los milagros de la "nueva economía". El "café de trabajo" tenía como objetivo recordarle ese desagrado al jefe del Ejecutivo estadounidense en momentos en que éste se preocupaba por lograr que los bancos financiaran su reelección. 

Unas semanas después del encuentro, los teletipos de agencia informaron que el Departamento del Tesoro enviaría al Congreso un paquete de leyes "que cuestionaba las normas bancarias establecidas seis décadas atrás, lo que permitiría a los bancos lanzarse ampliamente en el mercado de seguros y en el sector de los bancos de negocios e inversiones". Lo que siguió es de público conocimiento. La derogación de la ley Glass-Steagall fue firmada en 1999 por un presidente Clinton reelecto tres años antes, en parte gracias a su botín de guerra electoral (4). Esta derogación atizó la orgía especulativa de los años 2000 (sofisticación cada vez mayor de los productos financieros, del tipo de créditos hipotecarios subprime , etc.) y precipitó el crac económico de septiembre de 2008. 





En realidad, el "café de trabajo" de 1996 (hubo 103 del mismo tipo en el mismo periodo y en el mismo lugar) no hizo más que confirmar la fuerza de gravedad que inclinaba la balanza en el sentido de los intereses de las finanzas. Porque fue un Congreso de mayoría republicana el que enterró la ley Glass-Steagall, conforme a su ideología liberal y a los deseos de sus "mecenas"; los congresistas republicanos también recibieron dólares de los bancos. En cuanto a la Administración de Clinton, con o sin "café de trabajo", no hubiera resistido mucho tiempo a las preferencias de Wall Street: su secretario del Tesoro, Robert Rubin, había dirigido Goldman Sachs. Al igual que Henry Paulson, a cargo del Tesoro estadounidense durante el crac de septiembre de 2008. Tras haber dejado morir a los bancos Bear Stearns y Merryl Lynch -dos competidoras de Goldman Sachs- Paulson rescató a American Insurance Group (AIG), una aseguradora cuya quiebra habría afectado a su mayor acreedor... Goldman Sachs. 

¿Por qué una población que no está compuesta en su mayoría por ricos acepta que sus representantes satisfagan prioritariamente las demandas de los industriales, de los abogados de negocios, de los banqueros, al punto que la política termina consolidando las relaciones de fuerza económicas en lugar de oponerles la legitimidad democrática? ¿Por qué cuando esos mismos ricos son elegidos, se creen autorizados a exhibir su fortuna? ¿Y a proclamar que el interés general requiere satisfacer los intereses particulares de las clases privilegiadas, las únicas con el poder de hacer (invertir) o impedir (deslocalizar), y a las que por lo tanto es necesario seducir ("tranquilizar a los mercados") o contener (lógica del "escudo fiscal")? 

Estas preguntas llevan a evocar el caso de Italia. En ese país, uno de los hombres más ricos del planeta no se sumó a un partido con la esperanza de influir en él, sino que creó el suyo, Forza Italia, para defender sus intereses empresariales. De hecho, el 23 de noviembre de 2009, La Repubblica publicó la lista de las dieciocho leyes que favorecieron al imperio comercial de Silvio Berlusconi desde 1994, o que le permitieron escapar a las acciones judiciales. Por su parte, el ministro de Justicia de Costa Rica, Francisco Dall'Anase, ya advierte sobre una etapa posterior. La que verá en ciertos países un Estado, ya no sólo al servicio de los bancos, sino de grupos criminales: "Los carteles de la droga se apoderarán de los partidos políticos, financiarán las campañas electorales, y tomarán luego el control del Ejecutivo" (5). 





A propósito, ¿qué impacto tuvo la (nueva) revelación de La Reppublica en el destino electoral de la derecha italiana? A juzgar por su éxito en las elecciones regionales de marzo último, ninguno. Todo sucede pues como si el relajamiento habitual de la moral pública hubiera inmunizado a poblaciones resignadas a la corrupción de la vida política. ¿Por qué indignarse entonces cuando los representantes se preocupan continuamente por satisfacer a los nuevos oligarcas, o por alcanzarlos en la cima de la pirámide de los ingresos? "Los pobres no hacen donaciones públicas", señalaba con bastante razón el ex candidato republicano a la presidencia John McCain, quien se convirtió en lobbista de la industria financiera. 





Un mes después de su partida de la Casa Blanca, William Clinton ganó tanto dinero como en sus cincuenta y tres años de vida. Goldman Sachs le pagó 650.000 dólares por cuatro discursos. Por otro, pronunciado en Francia, cobró 250.000 dólares; esta vez, el que pagó fue el Citigroup. En el último año del mandato de Clinton, el matrimonio había declarado ingresos por 357.000 dólares; entre 2001 y 2007, sumó un total de 109 millones de dólares. Actualmente, la celebridad y los contactos adquiridos a lo largo de una carrera política se canjean sobre todo una vez que ésta carrera ha terminado. Los puestos de administradores en el sector privado o de asesor de bancos reemplazan ventajosamente un mandato popular que acaba de concluir. Y, como gobernar es prever... 

Pero el "pantouflage" (6) ya no se explica únicamente por la exigencia de permanecer miembro vitalicio de la oligarquía. La empresa privada, las instituciones financieras internacionales y las organizaciones no gubernamentales conectadas a las multinacionales se convirtieron, a veces más que el Estado, en lugares de poder y de hegemonía intelectual. En Francia, el prestigio de las finanzas así como el deseo de forjarse un futuro dorado desviaron a muchos egresados de la Escuela Nacional de Administración (ENA), de la Escuela Normal Superior (ENS) o de la Escuela Politécnica de su vocación de servidores del bien público. El ex alumno de la ENA y de la ENS y ex primer ministro Alain Juppé confesó haber experimentado una tentación semejante: "Todos hemos estado fascinados, e incluso, perdón, los medios de comunicación. Los golden boys , ¡era formidable! Esos jóvenes que llegaban a Londres y que estaban allí frente a sus ordenadores y transferían miles de millones de dólares en unos instantes, que ganaban cientos de millones de euros todos los meses, ¡todo el mundo estaba fascinado! (...) No sería del todo sincero si negara que yo mismo cada tanto me decía: ‘caramba, si hubiera hecho eso tal vez hoy estaría en una situación diferente'" (7). 





"Ningún arrepentimiento" en cambio para Yves Galland, ex ministro de Comercio francés, convertido en presidente de Boeing France, una empresa competidora de Airbus. Ningún arrepentimiento tampoco para Clara Gaymard, esposa de Hervé Gaymard, ex ministro de Economía, Finanzas e Industria: tras haber sido funcionaria en Bercy (sede del ministerio), y luego embajadora itinerante delegada de la Agencia Francesa de Inversiones Internacionales, se convirtió en presidenta de General Electric France. Conciencia tranquila también para Christine Albanel, que durante tres años ocupó el Ministerio de Cultura y Comunicación. Desde abril de 2010, sigue a cargo de la comunicación... pero de France Télécom. 

La mitad de los ex senadores estadounidenses se convierten en lobbistas , a menudo al servicio de las empresas que habían regulado. Lo mismo sucedió con 283 ex miembros de la Administración de Clinton y 310 ex miembros de la Administración de Bush. En Estados Unidos, el volumen de negocios anual del lobbying rondaría los 8.000 millones de dólares. Suma enorme, ¡pero con un rendimiento excepcional! En 2003, por ejemplo, el impuesto sobre las ganancias obtenidas en el extranjero por Citigroup, JP Morgan Chase, Morgan Stanley y Merril Lynch se redujo del 35% al 5,25%. Precio del lobbying : 8,5 millones de dólares. Beneficio fiscal: 2.000 millones de dólares. Nombre de la norma en cuestión: "Ley para la creación de empleos estadounidenses" (8)... "En las sociedades modernas -resume Alain Minc, egresado de la ENA, asesor (a d honorem ) de Sarkozy y (asalariado) de varios grandes empresarios franceses-, se puede servir al interés general en otro lugar que no sea el Estado, como en las empresas" (9). El interés general, todo está ahí. 





Esta atracción por las "empresas" (y sus remuneraciones) no ha dejado de hacer estragos en la izquierda. "Una alta burguesía se renovó -explicaba en 2006 François Hollande, entonces primer secretario del Partido Socialista francés-, en momentos en que la izquierda asumía responsabilidades, en 1981. (...) Es el aparato del Estado el que proveyó al capitalismo de sus nuevos dirigentes. (...) Provenientes de una cultura del servicio público, accedieron al estatus de nuevos ricos, dando cátedra a los políticos que los habían designado" (10). Y que fueron tentados a seguirlos. 

El mal les parece tanto menor cuanto que a través de los fondos de pensiones, los fondos de inversión, etc., un sector creciente de la población encadenó, a veces sin quererlo, su destino al de las finanzas. Actualmente, es posible defender a los bancos y a la Bolsa fingiendo preocuparse por la viuda sin recursos, por el empleado que compró acciones para mejorar su salario o garantizar su jubilación. En 2004, el ex presidente George W. Bush basó su campaña de reelección en esa "clase de inversores". The Wall Street Journal explicaba: "Cuanto más accionistas son los electores, más apoyan las políticas económicas liberales asociadas a los republicanos. (...) El 58% de los estadounidenses tiene una inversión directa o indirecta en los mercados financieros, frente al 44% hace seis años. Ahora bien, en todos los niveles de ingresos, los inversores directos son más proclives a declararse republicanos que los no inversores" (11). Se entiende que Bush haya soñado con privatizar las jubilaciones. 





"Esclavos de las finanzas desde hace dos décadas, los Gobiernos sólo se volverán contra éstas si los agreden directamente hasta el punto de que les parezca intolerable", anunciaba el mes pasado el economista Frédéric Lordon (12). El alcance de las medidas que Alemania, Francia, Estados Unidos y el G-20 tomarán contra la especulación en las próximas semanas dirá si la humillación cotidiana que "los mercados" infligen a los Estados, y la cólera popular que aviva el cinismo de los bancos, despiertan en los gobernantes, cansados de ser tratados como lacayos, la poca dignidad que les queda.

-----------------------------------------------------------------------------------

El Desclasado ha copiapegado.

lunes, 28 de junio de 2010

Concurso: "Cafetarias secretas".

Las "cafetarias secretas" existen, es saber buscarlas.
La primera es fácil, famosa y conocida. De la segunda, lamento la calidad de la imagen, nunca había oído hablar.
Digan cuáles son... (Pinchen para ampliar).

Españoles, tenemos un no problema.

Las carreras de camellos se han convertido en un problema que atañe a toda la sociedad. No podemos seguir dando este espectáculo, amparado en leyes y costumbres atávicas que desprecian la condición camellil. Es una clara afrenta a todos los camellos, observarlos espoleados por sus jinetes, corriendo en pos de la victoria, pateando a su paso los restos del botellón de la noche anterior, dando un nefasto ejemplo a nuestra juventud. Súmémosle a eso que no hay carreras de camellas, un claro ejercicio de sexismo machista camellil. El gobierno ha decidido tomar cartas en el asunto. Previamente varios ayuntamientos por iniciativa propia ya habían prohibido las carreras de camellos. El Senado ha aprobado la prohibición total de esta práctica. Grupos de defensores de la libertad de los camellos para competir, han mostrado y argumentado su desaprobación: "las carreras ahora pasarán a la clandestinidad, sin ningún tipo de regulación. Acabará pagándolo el pobre camello". Igualmente grupos de tradicionalistas hispanos, llamados fachas por los progres, han aplaudido la prohibición: "es una práctica no española, que aquí no goza de seguidores ni está bien vista". En Barcelona, grupos de jóvenes procamellistas y anticamellistas han provocado graves altercados en una riña multitudinaria.
¿Que qué gilipolleces estoy diciendo? ¿Que si me ha dado mucho el Sol? ¿Que si ustedes nunca han visto una carrera de camellos en la península? 
Joder, viajo por España constantemente y jamás he visto una señora con burka. ¿Y ustedes han visto alguna en sus ciudades...? Si los políticos pueden marear y crear problemas donde no los hay, yo no voy a ser menos. 10 mujeres en toda España que lleven burka, no son un "problema". Está perfectamente regulada la prohibición del embozo en espacios públicos (cerrados). En negocios privados loco será quien deje entrar enmascarados. Prohibir el embozo en la calle, será matar de frío a la gente en Ávila en invierno; yo mismo voy en bici en invierno con un verdugo de neopreno que sólo deja ver los ojos...
El problema no es ese, políticos degenerados, ustedes lo saben de sobra. Ustedes se inventan problemas para no afrontar los problemas reales que ustedes mismos crean.
Genial, como siempre, mi Bibi: "El burka es un símbolo de la represión de la mujer. Prohibir el burka las reprimirá más". Sí señor, claro, coherente y conciso.

A ver si un día hablamos de la inmigración descontrolada que sólo beneficia al capital (con los progres de palmeros, como de costumbre). O del árabe como segunda lengua en los planes de estudio en Andalucia... para "facilitar la integración de la inmigración". Para facilitar la integración de una inmigración que no se integra ni en la tercera generación... Curioso, cuanto menos. Verán como de esas cosas no hablamos; lo importante es el  burka.

El Desclasado ha hablado.

Me he hecho amigo de una zorra rubita y sinvergüenza...

...y en nuestra relación todo está claro, nadie engaña a nadie: ella está conmigo porque le doy atún "Calvo", lentejas a la riojana de lata, ya no recuerdo la marca y pan "Bimbo" (del de sin corteza, eh). Yo le doy cosas porque me es grata su presencia, me hipnotiza y aprecio su gracilidad de movimientos. Tan poco es el engaño que nos hemos tenido, que mientras ha estado conmigo le he llamado "la zorra", así, en castellano en el original, sin medias tintas, ni siquiera suavizado por "la zorrita", nada de tonterías; descarnadamente la zorra (tampoco le he dicho nunca "el zorrón").
María, celosona perdida, me ha reñido: 
-- ¿Tú sabes que lo que estás haciendo es una burrada de manual, que no hay que acostumbrarla al contacto con los humanos? 
-- Si ya, joder, ya lo sé, pero es que me gusta tanto verla... Total, el núcleo urbano más cercano está a tomar por saco de aquí, y aquí no viene nadie tampoco...

Al final ha acabado María también dándole comida, en plan de perdidos al río. Es que no me digan que no es guapa, mi zorra, con esos mechones blancos que la hacen tan interesante...
La conocimos anoche, por equivocación. Habíamos dejado verdura y frutas para atraer ciervos y verlos al caer la noche, con la luna llena bastante pletórica. Apareció la zorra y le echamos jamón cocido. Para nuestra sorpresa, se acercaba sin apenas miedo, hasta a un par de metros. Aparecieron ciervos pequeños, del año, tímidos y no se acercaban a más de entre 15 y 20 metros. De la profundidad del bosque, la madre les llamaba y su visión era fugaz. No han salido los ciervos en las fotos nocturnas de la birria de cámara del teléfono móvil.
Cuál ha sido nuestra sorpresa al encontrarnos la zorra esta mañana, aparentemente de guardia, en la puerta del refugio. Ahí es cuando a María ya no le ha parecido gracioso:

-- Lo que vas a conseguir es que se acerque a todos los humanos y algún garrulo la mate, por gusto o por cobrar los mil duros que dan por el rabo, en otras zonas, las sociedades de cazadores...
-- No me hagas recordarte que tú anoche decías que los cervatillos a la brasa tienen que estar riquísimos... Joder, María, ¿tú viste Bambi salivando, no?


Tenía razón María esta vez y se la he dado (y he seguido haciendo lo que me salía de los cojones). No se crean que yo soy un macho intransigente de esos de las leyendas bibianeras: más o menos un 25% de las veces que María tiene razón, se la doy. ¿Qué les parece poco un 25%? Joder, pues ya es un 25 más que las veces que María me da la razón a mí, aún cuando le demuestre de manera irrebatible que la tengo. Me ha de ver ya tormentoso de tenerla muy muy gorda para que susurre un puede ser que tengas un poquito de razón... Normalmente prefiere desviar diciéndome que si no tengo razón reviento y cosas así.
He valorado que conseguiría, con tiento, que me comiera de la mano. Tras pensar que no es un perro, que no está aprendida a coger cosas de la mano, que lo más fácil es que me llevara un involuntario mordisco y que eso nos obligaría a ir a un hospital a un par de horas del sitio, lo he desestimado.
Pues ya se acabó jugar a Félix Rodríguez de la Fuente. Adiós, zorra.

El Desclasado ha hablado y ahora es domador de zorras. 

jueves, 24 de junio de 2010

Dedicatorias musicales.

Aquí un pequeño burgués desclasado que se va de finde largo en breve. Antes de irme, fiel a mi estilo, dejaré una dedicatorias musicales con algo de mala leche.
Para Siestecita: algún día, si encuentro la documentación que me falta, quizás hablemos de lo guapo que era el subcomandante Marcos, de lo blanquito que era, lo bien que hablaba, lo misterioso de la puesta en escena enmascarado (ohhhh), la cancha que a Chiapas y a Marcos se le dio en los medios de comunicación, ya sabemos en manos de quien, el tratado de comercio entre Usa, Canadá y México (lindo y querido) y formas de desestabilizar países haciéndolo pasar por apariencias revolucionarias. ¿Qué habrá sido de la revolución indígena tras la firma del tratado?
Quien no haya visto la película "Queimada", se la recomiendo. Da qué pensar. Además sale Marlon Brando, señoras y gays, en su estilo antiestiloso.
Mira qué bonita, esta me gusta especialmente, anda que no la he bailado:

 

Esta, para las que de verdad sean maltratadas, ya sea por su pareja (masculina o femenina) o por otras personas:



Esta, para Marcela y para mí, jajajajajaja:



Y esta, también compartida, para mi amada y Siestecita, juaaaaas. Anda que no he bailado esta también:



Ciaoooooo.

¡¡¡DIOS MÍO!!! ¡Se me ha olvidado Amor, ay, madre de Dios santocielobendito!
De castillos, claro, ha de ser de castillos:



Y con la faena rematada, me las piro.
Adiooooós.

miércoles, 23 de junio de 2010

El "progre" (anti) español, ese ser entrañable.


Dentro de la fauna hispana, el perfil más entrañable corresponde sin duda al progre. Probablemente el ser más contradictorio del Universo, suele contradecir cada vez que habla, lo que dijo en la frase anterior. 
El perfil que voy a dar corresponde al progre puro. Hay progres, como el chocolate, con diversos grados de pureza. Como no puedo hacer un estudio progre por progre, generalizaré partiendo de un porcentaje de pureza a partir del 72,93%, lo que ya nos da un perfil muy cercano al progre puro.
(Imagen tomada de la red,  no veo necesario citar la procedencia, siendo que va firmada por autor/a)
El progre es siempre siempre antiespañol. Odia a España profundamente, él no sabe por qué con concreción. De manera abstracta la palabra España le suena a "facha" (¡vade retro!), a yelmo de conquistadores genocidas, a hogueras de inquisición, a un general casi enano que no llegó a conocer en la mayoría de los casos, le da olor a iglesia y le suena también a un falangista muy facha muy facha llamado el Cid. Es sencillo, en la mentalidad del progre, todo es bastante sencillo, por eso no sufre por sus contradicciones: España es mala y el progre siempre es el bueno, ergo el progre es antiespañol. En algunos casos de pureza extrema, el progre bucea en sus apellidos para encontrar uno que suene de lejos a eskaldún, sentirse basko y quedar en paz con su alma. Les juro que he visto hacer eso a muchachitos de Valladolid. Pero el progre no es xenófobo, porque odiar a lo español es de justicia.
El progre está fundamentalmente con la clase obrera, con la gente del campo y con las razas que no sean la blanca. Que sea de extracción pequeño burguesa, urbanita y blanco, no es contradicción, es que ha tomado conciencia.
EL progre odia el capitalismo, pero sigue todos los dictados que le ordenan desde los medios de comunicación del capital: defiende con ardor fascismos feministas, será furibundo ecologista (patrocinado por Repsol e Iberdrola), radical antiracista hasta el punto de considerar mejor que los occidentales, a cualquier etnia que practique barbaridades; por ejemplo mezclará su radical feminismo con un apoyo al Islam "porque es su cultura y hay que respetarla". Y se quedará tan pancho, el tío. Con un par de cojones.
El progre es tolerante, pero cualquier opinión que discrepe de la suya será tachada de nazi, de facha, y condenada en la hoguera, porque "hay que ser intolerante con los intolerantes". Esta vez con tres pares de cojones. El progre necesita sentirse superior, por eso es un buen chico y sigue los dictados buenistas del capital, para ser mejor en público que los fascistas.
El progre odia el colonialismo, lo suyo es la caridad, pero ojo: ¡jamás cristiana! A su caridad le llama solidaridad y suele consistir en el gusto por pegarse viajazos, vía oenegés, para llevarle chuches a los negritos. El progre adora la subvención. Asimismo el progre odia que los blancos vayan a otros países, pero adora que a España venga quien quiera. En caso de conflicto entre un español y un, pongamos por caso, delincuente sádico extranjero, el progre, reflejo pauloviano, siempre defenderá al extranjero. (Mientras no sea blanco).
El progre dice que lo fundamental es la cultura y la educación, por eso debe ser que apoya métodos educativos de mierda que nos han puesto a la cola del mundo civilizado en nivel cultural. Lo de apoyar la cultura consiste en decir que Almodóvar es transgresor y la muermo de la Coixet, profunda. También apoya culturalmente cualquier exposición artística donde se loe la homosexualidad, o, preferentemente, salga un perro cagándose en la boca de Jesucristo, por ejemplo. O la virgen mamándole el coño a una puta negra, eso es arte, sí señor. El progre es así. El arte consiste básicamente en meterse con la Iglesia católica, la tradicional aquí. Cuando algún artista se mete con el Islam, es un xenófobo racista fascista machista patriarcal.
Para el progre la heterosexualidad es casi una enfermedad a extirpar. Suele hacer a una persona mejor persona, por el hecho de ser homosexual, como si la hijaputez y la orientación sexual tuvieran que ver. El progre es así.
El progre odia las manifestaciones populacheras "fascistas", pero adora uno de los espectáculos de peor gusto que se pueden ver: el día del orgullo gay. Algo de lo que cualquier gay con verdadero orgullo debiera huir, en mi opinión. Una representación chabacana y voluntaria, de los peores topicazos que sobre los gays puede haber: locazas, exhibicionistas, marimachos agresivas, promiscuidad neurótica, travestismo compulsivo... Si yo fuera gay sentiría profunda vergüenza de esta pandilla de no sé qué.
Para el progre la historia es arcilla en sus manos, moldeable a su gusto. El progre está contra la pena de muerte, pero justificará matanzas de "fascistas". Es antirreligioso, pero defenderá indigenismos supersticiosos y regímenes políticos teistas. Es profundamente demócrata, pero alabará dictaduras populistas que se camuflen de izquierdas... Son entrañables, ¿no me digan que no?
Y sobretodo, el progre me echará en cara que no haya hecho este escrito diciendo "el progre y la progra", tal y como sus amos le indican que es lo correcto, lo guay ahora.
El progre es, al cabo, de lo que toda la vida ha habido: masa aborregada que sigue las órdenes que sus amos le dictan y se siente bien al ser "de los buenos". 
Y algunos imbéciles creen rebeldía su postura. El autoengaño en los seres humanos debe ser un mecanismo de supervivencia, Raus nos lo dirá.

El Desclasado ha hablado.

lunes, 21 de junio de 2010

(No me resisto). Ohhhhhhh, ahhhhhhh, ¿Jana Montana sin bragas?

(17 años. Mujer. Ni leyes del menor ni leyes de la "mujer",  parecen proteger a esta niña, víctima de la mierda del sistema que la explota SEXUALMENTE, para vender producto).
Ufff, qué fuerte, tía, qué guapa, qué moderna y qué rebelde. La tía lo tiene clarísimo, es que es muy madura, o sea. Es que la tía es tan lista, tan mi heroína, que primero le vaciló al imperio Disney y ahora le vacila a los tiburones que montan rock in ríos y demás espectáculos alienantes de masas juveniles. Waaaa, es q está wenísima. Ke kuerpo, ke takonazos, komo vaila, la flipas. 
(Las morenas que para emputecerse se tiñen de rubio, siempre me recordaron un tema que hace años leí, no recuerdo dónde: el complejo de Malinche).
(Niña morena tontita exhibiéndose en el tuiter. Ligera tendencia a la obesidad mofletuda. ¿Se aprecia posible caries en segundo premolar superior?)

(Mujer hecha y derecha, dueña de su vida, para nada a merced del capitalismo sangrante, que en su plenitud intelectual decide teñirse de rubia).

Es ke mira ke es lista la tia, komo a jugado kon todos para enkunvrarse, es ¡ mi idola! ¿i tas enterao de la ultima? no, de kuala? pos ke la tia no lleba vragas, la flipas q fuerte, como la paris jilton.
(No, esto no es otra estrategia de marqueting a costa del coño de una niña. Esto es que la niña es tan rebelde, tan auténtica que la pillan sin bragas por Sunset Boulevard, o como se diga. El tapado/censura es mío. Mientras yo esté aquí las niñas no enseñarán el coño. Ni las mujeres. Si lo quieren enseñar, vayan donde les aplaudan por ello o les paguen).

pero ke vien vaila, q bien kanta i ke lista ke es!

(17 años. Pobre chiquilla. Asco, mucho asco me da, no ella, los que la dirigen y los que la aplauden. Me debo estar haciendo mayor ¿no?: debería pensar que tiene un polvazo...y sólo siento que asco.
A no mucho tardar, nuevo muñeco roto. Sigan los apasionantes capítulos de la degradación de Miley, su emputecimiento progresivo y sus múltiples divorcios. El espectáculo debe continuar y si el público demanda niñas, niñas les daremos. It's  the Money, stupid).
(Bibiana, inútil, sirve para algo por una puta vez en tu enchufada vida: di algo sobre esto)
(No lo hará. Bibiana no lo hará: le pagan y la han encumbrado los mismos que emputecen niñas. Son del mismo rebaño).

El Desclasado ha hablado.

Probando...

Gracias a Blue, como de costumbre en las dudas informáticas que me surgen en esto del bló, voy a aprender a poner un vídeo de youtube con la caratula que quiera, no con la que viene.
Veamos:
 

Vale, pues sólo me falta que ajustar el tamaño de la barra al tamaño como salen aquí las fotos.
Gracias (de nuevo), Blue.
Foto tomada del blog "40 formas de intimidad". Si no se quiere que la tenga puesta, con decirlo la borro.

domingo, 20 de junio de 2010

Saramago in memoriam.

No fue santo literario de mi devoción. Políticamente me pareció que oscilaba entre un utopismo, a veces estéril, y ramalazos de pragmatismo marxista, igualmente no santos políticos de mi devoción. No voy a loar en su muerte lo que no loé de él en vida. Pero no seré yo quien no le reconozca valentía, hasta para equivocarse, y una fuerza literaria descomunal, aunque no fuera de mi gusto, que atrapaba a mucha gente.
Que la tierra te sea leve, compañero.

El Desclasado ha hablado.

Atraco a las 3.


Me llama María. Yo estoy a punto de salir de viaje. Dice tener una sorpresa para mí. Me tocan los cojones estas cosas:
- No me jodas, dime qué es, no me dejes así...
- Comemos y te lo doy ahí, en la comida.
- Pero dime qué es, no me hagas estas cosas; no me gustan.
- Un regalo... Bueno, varios regalos...
- Que no me gustan estas cosas, joder. Acabaremos jugando al amigo invisible y pavadas de esas...
- Jajajajajajajaja.
Quedamos para comer. No ha pasado un cuarto de hora y me vuelve a llamar:
- ¿No tienes mucha ilusión por tu regalo?
Blasfemo. Le digo que no me haga eso. Es inútil, se ríe. Hago una entrada en el blog en plan desahogo. La borro, no tengo nada que contar más que cabreo. Vuelve a llamarme muerta de risa:
- ¿Pero cómo puedes soportar la ansiedad de no saber cuál es tu regalo?-- Y se parte de la risa ella sola, sin esperar mi reacción. Le digo cosas muy feas, que si me pillan las feministas me encarcelan seguro. Lo más cariñoso que le digo es "cabrona". Es posible que también le diga "hija de puta", pero esto lo negaré siempre.
Me cago en la hostia. Hago otra entrada que vuelvo a borrar, sigo sin tener nada que decir y hago entradas de desahogo, ante tanto sadismo, que me toca borrar por estériles.
Comida en una terraza, llego yo primero. Llega ella radiante, está muy contenta, lleva bolsas de boutique en las manos.
- Joder, María, toda la mañana pensando en la sorpresa, no me hagas estas tonterías, no me gustan.
- Jajajajajajaja, ahora verás como sí te gusta-- Radiante, está radiante.-- Mira-- saca ropa, dos camisas y un pantalón-- ¿Te gusta?
Bien, camisas discretas, más bien caras, pantalón informal, más bien caro. (Para mí, caro es cuando pasa de "3 camisas x 20 €")
- Sí, claro que me gusta, pero, ¿esto a qué viene? ¿Qué te he de perdonar? ¿Con quién te has acostado? Le habrás cobrado...¿no?
- Jajajajajajajaja-- La risa también en los ojos, está feliz. 
- ¿Te acuerdas cuando le recogiste el coche a mi hermano?
Se aclara el misterio: hará unas semanas me llamó María, bastante agobiada, pidiéndome un favor. Su hermano tenía que recoger a no sé quién en el aeropuerto. Había aparcado mal. Le pidieron la documentación. Resultó tener el carnet de conducir caducado y le inmovilizaron el coche. Le dieron un margen de media hora para que alguien fuera a recoger el coche, antes de que la grúa se lo llevara, con el consiguiente aumento de gasto. Dejo el trabajo, taxi al aeropuerto, llego justo a tiempo de que la grúa lo enganche. Él ha de quedarse allí para recoger a quien tenía que recoger y ya se irán en taxi. Me mantiene distancia no agresiva: sencillamente no entiende mi relación con su hermana, eso de que vaya con ella, pero no seamos novios, no me mezcle con su familia, no... demasiado extraño para él. Es bastante pijo. No ha salido a la progre de su hermanita. Se deshace en agradecimientos, muy educado: "no encontraba a nadie..."
- Ya, ya, tranquilo, dime dónde quieres que te lo deje.
Me apunta una dirección mientras me sigue agradeciendo. Se lleva la mano a la cartera y saca unos billetes de un color precioso:
- Cógeme esto, por favor, para los gastos que has tenido...
Hostia, pero que rebonitos son los billetes, yo juraría que me llaman como las sirenas a Ulises. Me encadeno al palo mayor de mi orgullo para evitar los cantos de los billetes y digo:
- Anda, no me jodas, los favores no se cobran.
Me coge del brazo, suplicante.
- Por favor, no me jodas tú a mí, por favor. Me has hecho un favor tremendo... Los taxis te van a costar un pastón...
(Brillan, juro que los billetes brillan al llamarme con voz enamorada ¡Resiste, Desclasadín, compórtate como el señor que no eres, fíngelo al menos!).
Me pongo serio, tono aún grato, pero ya serio, miro de frente:
- ¿Quieres ofenderme?
Jaque mate previsible.
- No, coño, no es eso...
Un último intento.
- Pero pagarte los gastos...
(Tumba el rey ya, atontao).
- Mira, tío, otro día me invitas a cervezas, te saldrá más caro, te lo aseguro.
¿Para qué habré dicho eso? Ahora sospechará que su hermana la pequeña y yo, pillamos cogorzas cosacas de cuando en cuando... Recuérdenme que deje de ser tan chulo, un día de estos
Los billetes se vuelven mates, ya no brillan, ya no me susurran con voz ardiente. Ya he ganado. Quiero decir que he perdido. 
- Venga... De verdad, no sabes el favor que me has hecho...
- Vaaale. Venga, te lo dejo en tal dirección. Esto... ¿las llaves qué hago con ellas?
- Dáselas a mi hermana...eh... Quiero decir si la vas a ver... claro.-- Le falta decir: "porque como lleváis un rollo tan raro". No lo dice, jajajaja. Me mantengo opaco.
- Vale, se las doy a ella.
Tras enseñar mi carnet, en orden, a los agentes, me voy con un bemeuve setecientos no sé cuántos, más grande que un coche fúnebre, incomodo de conducir por lo grande. Más que pijo, es repijo. El coche y el dueño, ambos. Aún me llama María, ya conduciendo: que ni se me ocurra fumar en el coche que su hermano lo olerá. No, tranquila, más bien me la iba a cascar frotándola contra el cuero de los asientos, es que me pone, pero ya lo limpio luego, no te preocupes. No me pongas nerviosa y deja de decir burradas. Sí, cariño, como tú digas, cariño. Que bueno me sabe el cigarro, joder. Con la ventanilla abierta, eso sí, no sea que pituitaria diamantina lo huela.
Vuelvo al presente. Está claro: su hermano le ha dado dinero a María y le ha dicho que me regale algo. Muy cumplidor. Todo un caballero, retiro lo que he dicho de él. Lo del cigarro ya no puedo volver atrás, otra vez no lo haré.
- ¿Entonces te gusta? Como me dices que te quiero llevar de figurín, he dejado el tique por si quieres cambiar algo... 
Mi cerebro analítico masculino detecta dos cosas:
1ª) La suma del importe de las prendas no alcanza la cifra que nariz de oro me ofreció. Quiero decir, el caballero hermano de María.
2º) En las bolsas hay más cosas, no las ha vaciado.
- No, yo creo que está bien así. ¿Y que más llevas en las bolsas?
Enrojece levemente y no me mira a los ojos.
- Ah, no, nada, dos tonterías que me he comprado. 
- ¿Que te has comprado con el dinero de mi regalo?
Se pone como un tomate, mira a todos los sitios menos a mi cara.
- Nooo, hombre, qué barbaridad, cómo iba  yo a hacer eso...
- María, es que ni mentir sabes; estás como un tomate.
- Siiiií, ay, es que hace calor, eh.
- María, eres increíble, me has mangado de mi regalo. 
- Jajajajajaja, ¿pero qué dices, animal? Serás desconfiado...
- A ver qué hay en las bolsas.
Dos bragas, caras y bonitas y una blusa, igualmente bonita, no tan cara. Efectivamente, la suma total cuadra -casi- con lo que caballero nariz me ofrecía.
- Alucino contigo, no doy crédito ¡me has sisado de mi regalo!
Ahora le da un ataque de risa viendo mi cara ojiplática. No puede apenas ni hablar. De las mesas vecinas nos miran. Me roba y se parte. Es María exacta, en su concretísima exactitud. Es Curro Jiménez hecha mujer. Por fin acierta a hablar, sin dejar de reír.
- No te enfades, si al fin y al cabo las bragas también las vas a disfrutar tú, son regalo para ti también.
- Hostia, tú cinismo no conoce límites. Y con la blusa qué hago, ¿me la pongo para travestirme?
- La blusa es el pico que sobraba...
- Para pico, la cara dura que te gastas. Es que no doy crédito, de verdad, es que esto es increíble...
Nuevo ataque de risa. Apenas comemos. Siempre puede ser peor: me dice que puede arreglarlo y venirse conmigo de viaje, si me apetece, claro. Vamos, que en la práctica, ya lo ha arreglado para poder venirse... Pues claro que me apetece, yo debo ser el tipo más canelo del Universo. Cojo el equipaje en mi casa y vamos a la suya a hacer su equipaje. No da tiempo a estrenar las bragas, demasiada urgencia. Estaba para quitar bragas, no para ponerlas. Las sutilezas, cuando procedan. Me daba mucho morbo follarme a una ladrona, ya ves qué vicios más raros. En el relax postcoito compruebo que la cartera y el reloj no me han volado, con esta mujer hay que tomar precauciones, visto lo visto. 

El Desclasado ahora financia bragas.